Crea una cultura en tu organización enfocada a que los colaboradores siempre busquen resolver problemas, adaptándose al entorno que se transforma constantemente.
Como líder enfrentas el desafío de liderar el cambio en la empresa para que los colaboradores modifiquen su mentalidad y comportamiento en aras de adaptarse a las exigencias que el marcado, industria y/o la empresa necesitan para lograr los resultados esperados. Solo así se consigue que las personas crezcan para adaptarse a un entorno cada vez más demandante y dinámico.
Tanto altos mandos como empleados requieren entender que el cambio es inevitable, pero el crecimiento es opcional. Quienes ven esto como una oportunidad para mejorar, son los que finalmente alcanzan el éxito, abriéndose a nuevas posibilidades dentro de la organización.
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Como líder, el objetivo es crear las condiciones adecuadas al interior de la empresa para que las personas enfrenten el cambio con una actitud positiva. De lo contrario, el miedo y la desconfianza pueden paralizarlas y, por ende, incidir en la productividad y rendimiento de toda la organización.
Sin importar si eres un empresario ya con años de trayectoria o apenas estás iniciando un emprendimiento, es fundamental impulsar a los demás constantemente para innovar, romper paradigmas y crecer tanto a nivel personal como profesional. ¿Cómo puedes lograr liderar el cambio en la empresa?
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Conviértete en un modelo a seguir
“El ejemplo arrastra”, es una frase muy común. Como líder requieres ser tú quien predique con sus acciones cómo es vivir el cambio cada día. No puedes ir por ahí diciendo que se tiene que hacer tal cosa mientras haces otra, porque esto desconcierta a quienes están a tu alrededor. Ser consecuente impacta más que el tener los conocimientos y habilidades adecuadas.
Es fundamental que vivas lo que crees de forma clara, contundente y visible. De igual manera, es necesario que transmitas esta idea a aquellos que ocupen una posición de liderazgo en la empresa, aunque en última instancia debe permear en todos los miembros.
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Encuentra un terreno en común y minimiza diferencias
Cualquier situación que marque una diferencia que sea percibida por los colaboradores, se convierte en un terreno peligroso. Por más que tengas un título reconocido, por ejemplo, un doctorado, este en realidad no los apantalla, tampoco si conduces un coche de lujo y ellos acostumbran a ir en transporte público. Menos intentes querer imponer autoridad porque esto marca una distinción entre “jefe” y “empleados”.
Para logar mayor unidad e influir en los demás, es mejor definir temas en común que contribuyan a incrementar el compañerismo, así como una actitud más proactiva. Pregúntate: ¿qué pasatiempos practican?, ¿cuáles deportes les gustan?, ¿qué temas de interés, ajenos al trabajo, les llaman la atención? Así generas rapport, lo que hace más fácil conectar con ellos.
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Fomenta las convicciones y el entendimiento
Tu papel como líder es ser un agente de cambio que ayude a los colaboradores que hagan más de lo esperado o encuentren nuevas formas para hacer las cosas. Lograrlo requiere contar con visión clara de lo que puede ser el futuro en la organización como resultado de invertir tiempo y esfuerzo para fomentar el cambio. Cabe aclarar que llevarlo a cabo no es fácil, por lo que es necesario apelar a las mentes y corazones.
Lo anterior implica encontrar ese ‘por qué’ y comunicarlo con la ayuda del storytelling a través de videos, newsletters o cualquier clase de contenido que refuerce la importancia de enfrentar el cambio.
Si es necesario, agenda sesiones para responder preguntas o simplemente abrir el diálogo a fin de intercambiar ideas. Recuerda, es vital asegurarte de que todos entienden y estén de acuerdo con lo que se espera de ellos, porque de nada sirve el esfuerzo que se pretende realizar si no están convencidos.
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Impulsa el talento y empodera a los colaboradores
Es fundamental ir más allá de las ideas, por lo que debes pensar cuáles son las habilidades que los colaboradores requieren tanto a nivel técnico como relacional para lograr los objetivos. Esto sirve para motivarlo porque así ellos tienen la oportunidad para incrementar sus capacidades que les ayudarán a crecer profesionalmente.
Por lo tanto, date el tiempo para evaluar cuáles son los skills con los que se cuenta en la empresa y qué se requiere a fin de operar bajo un nuevo modelo de trabajo adaptado al cambio. Capacita a los empleados y si es necesario contratar a otros, no dudes en hacerlo. Conviértete en un mentor para acompañarlos en su proceso de adaptación e invítalos en todo momento a ser solucionadores de problemas.
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Evalúa y reconoce los avances en cada oportunidad
Lo que no se mide no se puede mejorar; por lo tanto, es esencial definir KPIs que estén alineados a los objetivos que vayan de la mano de esa transformación constante, ¿qué tal evaluar cómo cada colaborador es más eficiente al reducir tiempos de entrega sin descuidar la calidad del trabajo, pero sin llegar al burnout?
Por otro lado, es importante agendar sesiones o incluso eventos más formales para reconocer el esfuerzo y avance de los colaboradores. En concreto, esto puede ser mediante horarios flexibles de trabajo, ofrecerles tiempo para que trabajen en sus propios proyectos, especialmente si tratan de buscar soluciones enfocadas a incrementar su productividad o mejorar procesos dentro de la empresa.
También considera la posibilidad de darles la oportunidad para que acudan a eventos formativos o de bienestar. De esta manera los ayudas a que incrementen sus habilidades o posibilidades para mejorar su calidad de vida y, por ende, impacte de manera positiva en la empresa.
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Liderar el cambio en la empresa es una actividad continua para que todos se adapten a los constantes cambios, buscando alcanzar los resultados e innovar en cada oportunidad.