Cautiva a tus clientes con una versión de producto que no solo responda a sus necesidades, sino también los emocione a tal punto que solo vean a tu empresa como única opción para adquirirlo.
Satisfacer las necesidades de las personas cada vez es más complicado porque, ya sea por las problemáticas que enfrentan como los gustos que tienen, cambian a una velocidad vertiginosa. Ya no se trata de solo crear una solución rápida y mejorarla con el tiempo, ahora tienes el reto de lograr que tus clientes amen y sientan pasión por tu producto. ¿Cómo lograrlo?
Lo normal es crear un Producto Mínimo Viable (MVP, por sus siglas en inglés) que cuenta con las características o funciones mínimas que resuelven el problema de los consumidores. Con el feedback, la medición de métricas y otros factores, el producto se mejora con el fin de adecuarlo a los requerimientos del mercado. Sin embargo, esto ya no es lo más importante.
Entre tanta competencia y clientes que en cualquier instante pueden irse con la competencia, lo mejor que puedes hacer es crear una Minimum Lovable Product (MLP), cuya traducción será más o menos como un producto que los consumidores adoran y que no requiere de tanto esfuerzo para desarrollarlo. Por lo tanto, puede lanzarse al mercado tan pronto esté lista la versión preliminar.
Además, ¿cómo está la oferta de productos similares? ¿No te parece que hay muchos similares? ¿De qué sirven si no cautivan a los clientes? Estos últimos pueden cambiar de uno a otro hasta encontrar uno con el que se sientan a gusto. Pero tú no quieres esto; al contrario, apuesta porque los clientes experimenten pasión y se enamoren de tu producto para que no quieran cambiarlo por nada.
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Crear un producto que adoren los consumidores implica tomar en cuenta qué es lo que les preocupa, cuáles son los problemas que tienen y cómo mejorar sus vidas. Es importante que veas la experiencia del cliente como un todo; por lo tanto, resulta fundamental encontrar la manera de cada usuario adore cada etapa.
En consecuencia, no solo las personas querrán tu oferta, sino que estarán deseosos de a que tu empresa le vaya bien y continúe innovando. Así asegurarás que crezca, sobre todo en momentos donde la incertidumbre se apodera de los negocios.
¿Cómo crear un MLP destinado al éxito?
Cuando creas un MVP corres el riesgo de que realmente sea muy mínimo, además de que tanto el diseño como el alcance, puede no ser los adecuados. En cambio, al desarrollar un MLP lo que pretendes es generar una buena impresión en tus clientes para que estos incrementen su engagement con la marca y de paso comenzar a crecer tu audiencia.
Si quieres lograr lo anterior y crear un Minimum Lovable Product, ¿qué debes hacer para que clientes sientan pasión por tu producto?:
- Concéntrate en el “por qué”: define el propósito más profundo de tu producto, mismo que le agrega una belleza, tanto literal como figurativa. ¿Cuál es la sensación que experimentas al comprar una botella de tequila de tu marca favorita? ¿Qué sientes? ¿Cuáles son las imágenes que vienen a tu mente? Tienes que lograr lo mismo con tu producto para despertar emociones en tus consumidores y conseguir que lo compren.
- Haz solo una cosa: crea una propuesta de valor enfocada a tu mercado, de preferencia tratando de seguir el esquema del Océano Azul; es decir, buscando satisfacer un nicho de mercado desconocido o al menos poco explorado. Así podrás mantenerte un paso delante de tus competidores.
- Alinearse a un solo objetivo: procura que cada equipo involucrado en el desarrollo del producto tenga clara la meta principal. Los grupos responsables de la experiencia de usuario, ventas, marketing, diseño, entre otros, deben cerciorarse de que todo lo que hagan en función del producto tenga como fin que los clientes lo adoren. Recuerda que lo importante diseñar para emocionar.
- Mantenerse ágil: recuerda la palabra “mínimo” al producto que quieres que tus consumidores amen. No se trata de agregarle desde un inicio todas las funciones que buscan en tu oferta. Cerciórate de que sean las esenciales con las que se puede lanzar al mercado.
- Crea tu tribu: desarrolla una comunidad alrededor de tu producto, que lo ame y crea en tu misión. Se trata de que los miembros sean de alguna manera embajadores; por ejemplo, que corran la voz entre sus contactos sobre lo que estás haciendo. Lo fundamental es que te ganes sus corazones para que sea más fácil que conecten contigo y con tu MLP.
- Obtén la retroalimentación cualitativa: presenta tu producto a tu mercado meta y averigua cómo se sintieron los usuarios al interactuar con este. Haz preguntas abiertas para que ellos puedan expresarse con más claridad.
- Probar e iterar hasta dar en el clavo: una vez recabada la información de tu MLP entonces es momento de planear cuáles podrían ser las mejoras del producto. Cuando los consumidores lo adoran, entonces será más sencillo allanar el camino para robustecerlo; de lo contrario, tal vez tendrías que crear uno completamente nuevo.
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No olvides que al crear un MLP es necesario apostar por dejar con “hambre” de más a tus consumidores y lograr que tu producto sea memorable. Así conseguirás saber cómo puedes mejorarlo para seguir cautivándolos y de paso a traer a más usuarios.
Asume el desafío de lograr que tus clientes sientan más pasión por tu producto. Descubre sus puntos de dolor y crea algo que los resuelva, pero emociónalos para que te compren.