¿Consultas con frecuencia tus dispositivos mientras estás en una cena o en el cine? Considera lo siguiente para reducir tu dependencia de la tecnología.
Por Redacción TNE
Salvo mientras dormimos, prácticamente el resto del tiempo estamos interactuando con la tecnología (computadoras, gadgets y otros dispositivos) y ésta, si bien ayuda a organizar mejor nuestras vidas y trabajos, también puede convertirse en una fuente de problemas que atenten contra la salud física y emocional.
La definición de tecnoestrés fue acuñada por el psicólogo Craig Brod, quien lo describe como una “enfermedad moderna de adaptación causada por una inhabilidad de manejar las nuevas tecnologías de una manera sana”. Éste no puede desligarse de uno de los cambios más profundos que ha ocurrido en las últimas décadas, impactando de forma considerable en la vida de las personas y en la cultura general: la intensidad con la que se realizan las actividades laborales y cómo el trabajo “invade” la vida personal y en el hogar. Si bien es algo que no puede modificarse fácilmente, se debe tener en mente para comprender el problema y atenderlo adecuadamente.
Fuentes del tecnoestrés
Primero debe destacarse que el uso de los dispositivos no ocasiona este desorden, sino que intervienen diversas causas posibles, ya sea porque hay una excesiva exposición a éstos o se carece del suficiente conocimiento sobre su manejo, situación que incide en otros aspectos de la personalidad, manifestándose agotamiento, cansancio físico, comportamiento agresivo e incluso aislamiento. A esto se le suma el término datasmog que, traduciéndolo de manera coloquial, sería algo así como “contaminación de información”, es decir, al exceso que hay de ésta en la red puede abrumarnos al no saber cómo manejarla, cuál aceptar y cuál descartar.
Las computadoras son consideradas como una de las principales causas del estrés tecnológico, no sólo por su constante uso, sino también porque con frecuencia presentan fallas que afectan el estado emocional del usuario. A esto se le suma la constante demanda hacia los colaboradores de mantenerse actualizados en el uso de nuevos sistemas.
Otros dispositivos que provocan tecnoestrés son los smartphones y las tablets, entre otros, debido a la frecuencia en que se utilizan, pero además porque en caso de presentarse una falla, difícilmente podemos arreglarla nosotros mismos. Por otro lado, existe una adicción a estar constantemente revisándolos; observa a tu alrededor cuando estés en un restaurante o incluso mientras ves una película en el cine, no falta alguien que revise su celular a media función, ¿es realmente necesario?
Consejos para sobrellevarlo
Si los gadgets están drenando tu energía y provocando ansiedad, considera estos tips para reducir, o en el mejor de los casos, eliminar el tecnoestrés.
· Desconecta dispositivos: define periodos de tiempo para apagar cualquier aparato; por ejemplo, puedes hacerlo una hora antes de dormir a fin de concentrarte en alguna actividad que ayude a despejar tu mente, como leer. También lo puedes llevar a cabo en algún momento del fin de semana para tener una mayor convivencia con la familia o los amigos. Sesenta minutos pueden marcar la diferencia, poco a poco, en tu estilo de vida.
· Apégate a un horario: cuando navegues en la red, ten un propósito claro de lo que quieres buscar y en cuánto tiempo quieres hacerlo, así serás más efectivo al usar el Internet, evitarás dispersión y por ende, fatiga mental. Si de pronto te encuentras consultando algo que no aporta nada cuestiónate si realmente deberías seguir haciéndolo y sólo utiliza la tecnología para lo verdaderamente necesario.
Respecto a los correos electrónicos, establece momentos específicos para contestarlos y acláralo con tus contactos, coméntales que si es importante el asunto a tratar que mejor te llamen. También define breaks, ya sea que por cada 40 o 50 minutos de estar frente al monitor, haz una pausa durante 10 minutos para descansar la vista.
· Realiza tareas en equipo: entre más participantes a la hora de trabajar es más fácil interactuar con los compañeros e intercambiar ideas, de lo contrario encontrarse solo puede ser un factor que juegue en contra, pues la tentación será mayor para consultar el celular. A nivel empresarial, es importante considerar capacitaciones para que los colaboradores no sufran de ansiedad al momento de interactuar con nuevos dispositivos o programas informáticos.
· Elimina grupos de chats innecesarios: ¿a cuántos perteneces? Te apostamos que en la mayoría de ellos, más del 90% de las conversaciones no son importantes entre cadenas, memes y chistes. Las aplicaciones de mensajería son poderosas herramientas de comunicación, pero úsalas en su justa medida. Procura no estar consultando tu smartphone a cada rato, toma en cuenta que quien quiera contactarte para algo realmente importante, lo hará con una llamada telefónica.
· Estimula tu cerebro: además de ser un excelente ejercicio para mejorar la retención de la información, reducirás la dependencia de los aparatos para cumplir con tus actividades. Procura leer libros en formato tradicional a fin de reducir tu dependencia de los lectores digitales.
Recuerda, no se trata de aborrecer la tecnología, sino de usarla justo lo necesario y disfrutar los momentos cuando se está desconectado de ella y así tener tu momento JOMO (Joy Of Missing Out; es decir, que lo que ocurre en los dispositivos no es tan importante como para estar al pendiente, de lo contrario una llamada será ideal para conectar y ser contactado).
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