Estas compañías en un principio se rehusaron a cambiar y vivieron las consecuencias pero, después de hacerlo, volvieron más fuertes que nunca.
Por Redacción TNE
En los negocios, como en la vida, los tiempos cambian. Existen casos como el de Blockbuster que, yendo en contra de todas las tendencias del mercado por no querer adaptarse a los cambios y aferrarse a lo que les había funcionado, terminó siendo devorado por Netflix.
Por otro lado, están aquellas empresas que, al verse en peligro de perder su poderío, tomaron la decisión de buscar rutas alternas para mantener o alcanzar el éxito, dejando de lado lo que en alguna ocasión las había hecho fuertes. Son éstas las que se arriesgaron y obtuvieron su premio por hacerlo.
IBM
Fundada en 1911 bajo el nombre de Computing-Tabulating-Recording Company como una compañía que brindaba soluciones en tecnología para el trabajo, como un reloj que marcaba la ida y salida de empleados.
Para 1984 se había convertido en el líder de manufactura de PCs bajo una peculiar estrategia, compraba los componentes de hardware de pequeñas manufactureras para luego ellos armarlas y enviarlas. Justo este hecho propició que aparecieran cientos de clones que utilizaban componentes más baratos y por ende se vendían a menor costo.
IBM batalló en competir con los precios hasta que en 1993 cayó en una profunda crisis con pérdidas de ocho mil millones de dólares, en ese entonces la mayor pérdida sufrida por una empresa en Estados Unidos.
El cambio: en ese momento se tomó la decisión de darle un giro a su negocio, ahora se dedicarían a proveer a empresas de asistencia en Tecnologías de la Información (TI) y de servicios computacionales, mejor conocido como el e-business.
Comenzaron a enfocarse a la investigación, el negocio de servidores de información y la creación de patentes (ha sido la empresa con mayor generación de las mismas por 24 años seguidos). En 1997 su inteligencia artificial Deep Blue venció al entonces campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov en una partida.
Para 2010 ya había adquirido más de 200 compañías de TI en todo el mundo y en 2013 se convirtió en el proveedor número uno de soluciones para servidores empresariales.
Kodak
La historia de una de las empresas fotográficas más icónicas de la historia comenzó con su creación 1888 por George Eastman. Durante gran parte del siglo XX, dominó el mercado, sobre todo en el revelado de celuloide. La frase “momento Kodak” permeó la cultura popular como un dicho de una situación digna de recordarse.
Por años compitió fuertemente contra Fujifilm, aunque en ventas siempre dominó a la compañía japonesa: para finales de los años 70, Kodak contaba con el 90% del mercado.
Sin embargo, este mismo control que tenían sobre los consumidores ocasionó que tardara demasiado tiempo en evolucionar. Mientras Fujifilm adoptaba las nuevas tendencias de la fotografía digital, la marca estadounidense se negó a hacerlo por miedo a que eclipsara su negocio principal: el celuloide.
Para cuando decidió entrar al mundo digital, las cámaras ya se habían vuelto una comodidad y los teléfonos celulares con la capacidad de tomar fotografías ya contaban con mayor circulación en el mercado. Finalmente, en 2012 anunciaron su bancarrota, liberando más de 47 mil empleados y forzados a vender la mayoría de sus patentes a compañías como Apple, Google, Microsoft y Samsung.
El cambio: Después de 18 meses, Kodak reapareció como una empresa mediana de tecnología dedicada a la impresión de alta calidad para las organizaciones, además de la venta de celuloide para películas (Interstellar y The Hateful Eight, entre las más recientes que utilizaron material Kodak).
Por ahora la compañía continúa recuperándose, pero el año pasado presentó ganancias por primera vez desde su reaparición.
Lego
En 1932, Ole Kirk Christiansen fabricaba juguetes de madera en su taller de carpintería en Dinamarca. Después de la llegada del plástico a dicho país en 1947, comenzó su historia. Desde entonces hasta 1998, nunca tuvieron años con pérdidas hasta 1998. Para 2003 ya presentaban pérdidas anuales del 30%.
Grupos de consultores recomendaron entonces diversificar a la compañía bajo el pretexto de que los bloques de juguete se habían vuelto obsoletos. Fue entonces que Lego lo hizo: se diversificó y amplió su alcance, tanto que casi queda en bancarrota.
Lanzaron ropa de la marca, joyería para niñas, abrieron compañías de videojuegos con cero experiencia en el tema, gastaron 161 millones de dólares en la construcción de parques temáticos (que perderían 32 millones anuales).
El cambio: Jørgen Vig Knudstorp se convirtió en el primer CEO fuera de la familia Christiansen en 2004 y automáticamente cambió el rumbo de la empresa. Comenzó a escuchar a sus aficionados (quienes no solo son niños, sino también una gran cantidad son adultos) y se deshizo de gran parte de las expansiones.
En un momento llegaron a producir 13 mil piezas diferentes de Lego en más de 50 colores diferentes, Knudstorp los redujo a la mitad. Realizaron estudios de mercado para apelar también al mercado femenino (en 2008 el 90% de los modelos vendidos eran para varones).
En 2014 La Gran Película de Lego se convirtió en una de los más exitosos films animados en la historia. En 2015, la compañía presentó ganancias de 708 mil millones de dólares.
No le tengas miedo al cambio ni mucho menos a las tendencias ya que éstas son las que dictan el futuro de las industrias. Estas historias demuestran que a pesar de caer, puedes levantarte del suelo y sanar tus heridas con suficiente inteligencia.
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