Los dispositivos Android enviaban información a las torres telefónicas, facilitando triangular la ubicación con mayor precisión.
22/11/17 | Por Noticias TNE
Una investigación realizada por Quartz determinó que, a pesar de que los usuarios desactivaran las funciones de GPS y servicios de ubicación en la configuración de sus dispositivos Android, el gigante de Mountain View sabía exactamente dónde se encontraban, incluso sin haber iniciado sesión en el teléfono.
El sistema operativo rastreaba la ubicación de las torres de transmisión cercanas y reenviaba la información a Google de forma automática. Si bien una sola antena podía revelar una ubicación aproximada, mediante varias se triangulaba una locación más precisa a poco menos de medio kilómetro a la redonda.
Incluso los aparatos que fueron restaurados a sus condiciones de fábrica, con los servicios de ubicación desactivados, enviaron las direcciones de las torres a Google. Los dispositivos conectados, ya sea a través de Wi-Fi o con datos, aparentemente transmitieron información cada vez que entraban en el rango de una torre telefónica.
“Esto tiene serias implicaciones”, comentó Bill Budington, un ingeniero de software y colaborador de la Electronic Frontrier Foundation, organización sin fines de lucro que aboga por la privacidad digital. “Puedes vislumbrar toda una serie de circunstancias donde esa información sensible pone a una persona en riesgo”. Esta situación resulta preocupante especialmente cuando el usuario niega los permisos para compartir datos de ubicación.
“Es un misterio por qué no es opcional”, declaró Matthew Hickey, experto en seguridad e investigador en Hacker House, firma de seguridad. “Parece muy intrusivo por parte de Google recolectar información que sólo es relevante para los operadores de red cuando no hay una tarjeta SIM o los servicios están activados”.
Lo anterior representa un problema si los datos sensibles caen en manos de terceros, ya que los usuarios no pueden protegerse en su totalidad aunque así lo deseen. No obstante, Google afirmó que los datos se encontraban encriptados y que ningún cliente peligraba.
Respecto a lo último, un vocero de Google detalló que la información no se almacenaba en los servidores de la empresa y que ésta únicamente se analizaba en aras de mejorar el sistema de notificaciones y las aplicaciones de mensajes. Adicionalmente, sí permitía a los anunciantes usar los datos ya que tienen un valor comercial que pueden utilizar si, por ejemplo, el cliente entra a una determinada tienda para posteriormente enviarle publicidad específica según sus preferencias.
Sin embargo, tras la investigación, el gigante tecnológico aseguró que no continuará con la práctica. ¿Será una decisión permanente?
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