En el 2020 después de décadas dominando el mercado, Intel perdió el liderazgo en la industria de los semiconductores, sin embargo, la compañía ha sabido reinventarse de manera exitosa y en poco más de dos años ha recuperado la cima.
Durante los últimos 40 años Intel ha sido el máximo referente del mercado de procesadores para computadoras del mundo, pero la pandemia y los problemas en la cadena de suministro, aunado a errores de la compañía, llevaron a Intel a atravesar una de sus crisis más importantes de su historia en el 2020, perdiendo su liderazgo en la industria de los circuitos integrados. Sin embargo, la empresa no gastó tiempo, decidió reinventarse para recuperar su lugar en el mercado y dos años después todo indica que lo está logrando, dándonos una auténtica lección de la importancia de reinventarse de acuerdo a las necesidades de los tiempos.
La caída y ascenso de Intel
En el 2020, Intel alcanzó su punto más bajo en años. La compañía parecía haberse estancado, producto de una serie de malas decisiones de la gerencia del gigante de los procesadores en la década anterior, tales como ingresar al mercado de los smartphones y apostar por el mercado de módems 5G, descuidando la producción, innovación y calidad de sus semiconductores de 14nm y 10nm. Por primera vez en 17 años, Intel se atrasó en la generación de los nuevos modelos de chips.
A raíz de los problemas de la compañía, al finalizar el primer trimestre de ese mismo año, Apple, quien históricamente ha sido uno de sus clientes más importantes, dejó de requerir sus servicios y se asoció con la compañía taiwanesa de fabricación de semiconductores TSMC. Esta situación le bastó a la compañía asiática para destronar a Intel como líder en la industria a nivel global, ya que además de Apple contaba con jugadores pesados como Nvidia y AMD en su cartera de clientes.
A pesar de todas las adversidades y retos a los que se estaba enfrentando la empresa debido a la pandemia, los problemas en las cadenas de suministro y la crisis interna, Intel no se daría por vencido. Decididos a recuperar su liderazgo en el mercado, la compañía actuó rápidamente, reinventándose a sí mismos de pies a cabeza, tan solo unos meses después.
En septiembre de ese mismo año la compañía presentó a su actual CEO Pat Gelsinger, una imagen renovada y un enfoque distinto al que tenía hace años, tanto en sus procesos de fabricación, como en los productos y servicios que brindan.
De ser un fabricante de procesadores para computadoras Intel ha pasado a priorizar nuevos productos y tecnologías, como chips gráficos, hardware impulsado por IA y chips y procesadores para PC diseñados con un enfoque en los datos, entre otros dispositivos.
La compañía comprendió que las necesidades del mercado actual, en cuanto al tipo de tecnología y la potencia que requieren, han cambiado significativamente y seguirán transformándose a una velocidad más rápida a medida que la ciencia avanza. Es por eso que la compañía decidió por un lado ampliar su oferta de productos y por otro su estrategia, con el fin de actualizarse constantemente para aprovechar nuevas oportunidades de mercado.
Intel se reinventa para volver a la cima
Bajo la dirección de su nuevo CEO, Pat Gelsinger, Intel ha presentado un plan para establecer cuatro nuevos chips en los próximos cinco años, rompiendo con la tendencia histórica de la compañía de lanzar un nuevo nodo cada 18 a 24 meses y demostrando su adaptación a la realidad de los tiempos que es sumamente volátil.
Entre los nuevos nodos se encuentran el Intel 7, el cuál fue lanzado a finales del 2021 en los procesadores Alder Lake a finales de 2021 y el Intel 4 que actualmente está integrado en los modelos Sapphire Rapids desde el verano del 2022. Así mismo, en unos cuantos meses estarán presentando el nuevo Intel 3, seguido por el Intel 20A a comienzos del 2024 e Intel 18A en la segunda mitad de 2024. Según la compañía cada uno con una potencia y capacidad superior al anterior.
Por si fuera poco, en cuanto tomó las riendas de la compañía, Pat Gelsinger, presentó un plan en el que Intel se propone a recuperar su liderazgo como máximo referente en el mercado de chips y procesadores para el 2025.
Las cuatro prioridades estratégicas de la compañía incluidas en este el plan, consisten en:
- Acelerar el crecimiento de la empresa.
- Mejorar en la ejecución de los procesos de fabricación.
- Desplegar el capital con prudencia y de forma bien planificada.
- Evolucionar la cultura empresarial hacia una en la que se empodere a cada colaborador.
Hasta el momento, pareciera que la estrategia de Intel está funcionando y la compañía está logrando darle la vuelta a lo sucedido en el 2020 a costa de reinventarse. En el 2021 generaron $79,024 mil millones de dólares, un aumento del 1,49 % con respecto al año anterior y aunque en el 2022 esta cifra disminuyó alrededor de un 20% por los problemas en la cadena de suministro global, el gigante de los procesadores superó a Nvidia para recuperar su liderazgo en Estados Unidos y se posicionó cerca de TSMC para en el 2023 buscar hacerlo a nivel mundial.
Además de lo anterior Intel tiene un balance extraordinario con $28,340 millones en efectivo e inversiones a corto plazo equivalentes al 26.4 % de la capitalización de mercado. Según los analistas expertos de NASDAQ esto debería ser suficiente para financiar un mayor desarrollo y expansión, necesarias para mantener una sólida participación de mercado por años en una industria que además se encuentra en constante crecimiento.
Los cambios ya comienzan a verse reflejados
La reinvención de Intel no sucedió de la nada, la compañía ejecutó una serie de cambios positivos que hoy comienzan a dar frutos:
Imagen
Para dar un golpe sobre la mesa y hacer notoria la reinvención de su compañía, lo primero que Intel hizo fue un rebranding de su logo y su slogan, los cuales tenían más de doce años sin sufrir ninguna modificación. El nuevo emblema contiene elementos de diseño más fuertes y a la vez más simples, resaltando la modernidad de la marca y comunicando su visión hacia el hacia el futuro.
Junto con su nuevo logotipo, Intel presentó un nuevo eslogan: “Haz algo maravilloso”, inspirado en una icónica frase de Robert Noyce, quien es reconocido como el inventor de los circuitos integrados. Según el actual CEO, esta frase ha servido durante mucho tiempo como fuente de inspiración e innovación en toda la empresa y está filosofía forma parte del ADN de Intel, pero ahora buscan transmitirla a sus clientes.
Estrategia de fabricación de chips
Con su reestructuración Intel presentó un nuevo plan de fabricación a la cual denominaron IDM 2.0. Con esta iniciativa, Intel busca tener una estrategia equilibrada que aproveche los recursos internos y de fundición para acelerar tanto el desarrollo como el lanzamiento de nuevos productos.
Con este cambio, Intel busca recuperar su liderazgo en tecnología de fabricación mientras se esfuerza por convertirse en uno de los líderes de la industria de semiconductores aprovechando la tecnología de proceso y envasado, así como el amplio talento, conocimiento y experiencia de su personal.
Clientes y socios
En estos dos años, Intel también ha cambiado su manera de relacionarse con los clientes hacia un enfoque más abierto y que fomenta la cooperación. Anteriormente, la compañía jamás permitía que un cliente de fundición utilizara su tecnología o instalaciones de empaquetado salvo que Intel también les fabricara la matriz de silicio.
A partir del 2021, Intel está abierto a desarrollar productos personalizados para sus clientes, aprovechando otras arquitecturas de procesador y trabajando a la par con ellos, en las fábricas de la compañía. Además, permite a sus socios aprovechar aspectos individuales de su experiencia en la fabricación, incluyendo el desarrollo de semiconductores, el ensamblaje y la prueba de back-end.
Intel logró sobrevivir a su infierno del 2020 a costa de repensar drásticamente su negocio. Ahora, en poco más de dos años, han sabido reinventarse y todo parece indicar que su plan para recuperar el trono en la industria de los procesadores y semiconductores va viento en popa. Sin duda su caso es un gran ejemplo de cómo las empresas deben aprender a reinventarse de acuerdo a las necesidades de los tiempos, para mantenerse siempre vigente y en ascenso.