Por Redacción TNE
El parque nacional de los Lençóis Maranhenses, en Brasil, reúne arenas finas con lagunas cristalinas de agua dulce.
Más de 150 mil hectáreas de un área natural protegida forman este espectáculo natural en donde es posible caminar entre dunas de arena blanca y de pronto encontrar agua color turquesa.
El Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses está ubicado a mil 500 kilómetros al norte de Salvador Bahía; anualmente, las lluvias de temporal crean miles de lagunas de diferentes tamaño y profundidades, un espectáculo que no se da en ningún otro desierto del mundo.
De acuerdo al Instituto Brasileño de Turismo, comparando el sitio con el Sahara, en este lugar llueve 300 veces más, lo que permite la formación de los bancos de agua a lo largo de toda la zona.
Las dunas de este parque pueden alcanzar hasta 40 metros de altura, lo que permite que aparezcan extensas zonas de agua, ideales para nadar.
El acceso principal a este desierto es por la ciudad de Barreirinhas, desde donde se puede iniciar el recorrido en coche particular o bien, en vehículos autorizados por el departamento de turismo.
Aunque el lugar está abierto al público, no se ha permitido que el turismo lo sobreexplote, porque dentro de la reserva natural hay especies de flora y fauna protegidas. Esto es una ventaja para los visitantes ya que pueden disfrutar del recorrido con muy poca gente durante todo el año.
También se recomienda hacer senderismo o bien, unirse a algún tour aéreo, pues desde el cielo es posible apreciar mejor la magnitud de las formaciones de agua.
El espectáculo de las lagunas puede verse en todo su esplendor durante la temporada de lluvias, entre finales de enero y julio, debido a que en estos meses el acumulado de precipitaciones puede superar los 900 milímetros.De noviembre a principios de enero es cuando más seco se encuentra el lugar.