01/03/2016 | Por Noticias TNE
Es la célula más ligera, delgada y flexible que puede colocarse en cualquier tipo de material y ajustarse a su estructura.
Con la inminente llegada del Internet de las Cosas a nuestros hogares, cada vez son más los aparatos conectados que requerirán que tanto ropa, sombreros, zapatos y otros wearables utilicen mayor energía para funcionar de manera óptima con otros dispositivos; sin embargo, como lo ha mencionado Bill Gates en su carta anual, conseguir este recurso de manera sustentable será lo más complicado en el futuro para salvarnos del calentamiento global.
Ante esto, los investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) han creado pequeñísimas células solares tan finales que podrían colocarse encima de una burbuja de jabón sin romperla, lo que ayudaría perfectamente a que sean instaladas también en ropa u otros materiales.
El equipo del profesor del MIT, Vladimir Bulović fueron los encargados de llevar a cabo el proyecto en el que estas células podrían tener incluso una potencia equivalente a paneles solares regulares, pero con un peso y grosor, de 1.3 micas, extremadamente menores, tan sólo un metro cuadrado de esta ligera placa pesa solamente 3.6 gramos.
“Puede ser tan ligera que no te enterarás que está ahí, tanto en tu camisa como en tu cuaderno” afirmó el profesor Bulović. “Estas celulas podrían simplemente ser un agregado a la estructura existente”.
Para poder disminuir su tamaño y lograr la miniaturización de las placas, se forma toda la estructura de la célula mediante un proceso de deposición de polímeros vaporizados dentro de una cámara al vacío. El material con el que se construyen es un polímero plástico de producción sostenible llamado parileno, éste resulta muy eficaz para proteger del medio ambiente a dispositivos médicos o electrónica sensible.
Este panel, considerado el más ligero, delgado y flexible jamás creado podría recubrir dispositivos electrónicos como un smartphone o tablet, para tener la capacidad de contar con energía renovable en todo momento.
El verdadero avance tecnológico es que, a diferencia de proyectos anteriores que han creado células similares, la desarrollada por el equipo del MIT se pude poner en básicamente todo tipo de artículos y ajustarse a ellos.
“El paso innovador es que aquí hemos logrado que el substrato puede crecer al mismo tiempo que crece el dispositivo”.
El nuevo método además de captar la energía, consigue protegerla con un recubrimiento protector que impide que el panel esté demasiado expuesto a la degradación producida por el viento, lluvia, polvo o los contaminantes químicos que se encuentran en el entorno.
Aún no está listo para construirse de forma masiva y comercializarse, sin embargo el profesor del MIT afirma que están cerca de conseguir que la célula sea completamente funcional, ya que el paso más difícil, que era crearla, ya se ha dado. “No necesitamos milagros para hacer esto realidad, solo trabajo”.