Policías estadounidenses podrán desbloquear los smartphones en la frontera cuando crean más conveniente.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) pagó la cantidad récord de 820 mil dólares por tecnología hecha por Grayshift con el fin de romper códigos de acceso y obtener información de dispositivos iPhone en la frontera.
Con este nuevo acuerdo firmado la semana pasada, el departamento de inmigración se convierte en el mayor comprador de Grayshift sumando 1.2 millones de USD invertidos, debido al gasto de 384 mil dólares en 2018 en esta misma empresa. Además se coloca como el mayor comprador de servicio de piratería en comparación con cualquier instancia gubernamental, local o federal.
La compañía con sede en Atlanta es creadora de GrayKey, tecnología de pirateo de iOS para policías y agentes de inteligencia. Este contrato representa el más grande en su trayectoria según los registros de los clientes pasados, que incluyen el pago de 484 mil dólares por parte del Servicio Secreto de los Estados Unidos.
Apple a su vez se ha encargado de hacer actualizaciones con el objetivo de prevenir el hackeo de datos de sus smartphones. Sin embargo, la empresa contratada por ICE es capaz de sortear las contraseñas en los modelos más recientes como el iPhone XR, iPhone XS y iPhone XS Max.
Esto sucede en medio de una protesta por la búsqueda de información sin una orden judicial en los teléfonos de los individuos que deseen cruzar la frontera. A finales de abril la American Civil Liberties Union (ACLU) y la Electronic Frontier Foundation (EFF) anunciaron el progreso sobre la denuncia impuesta por ellos mismos desde 2017 contra el gobierno de EE.UU. debido a estas prácticas.
“La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) e ICE están conformando una autoridad casi ilimitada para buscar y confiscar los dispositivos de los viajeros en la frontera, con fines muy lejanos a la aplicación de las leyes de inmigración y aduanas”, escribió ACLU en su publicación.
Según información de ACLU, este tipo de actividades violan la ley estadounidense, en específico la Cuarta Enmienda, por lo que organismos como CBP o ICE no están exentos de acatar su cumplimiento. Pues si bien los oficiales en las aduanas tienen la obligación de confiscar artículos ilegales, no tienen la autoridad para revisar smartphones o laptops.
Incluso la ACLU advierte que el Servicio de Inmigración tiene un cometido más profundo que el CBP, el cual abarca encubrir delitos como explotación infantil.
Estos departamentos tienen el permiso de buscar en el dispositivo móvil de cualquier persona que esté asociada a un proceso de investigación criminal, aunque esto también incluye a periodistas y empresarios con redes extensas de contactos.
Aunque Apple podría mantenerse un paso delante de GrayKey y ACLU en conjunto con EFF avanzar en su demanda, lo cierto es que el gobierno de Estados Unidos hará realidad la pesadilla de muchos usuarios de iPhone que tendrán que autocensurarse, incluso siendo ciudadanos norteamericanos, por el miedo al cruzar la frontera.
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