Por Redacción TNE
CEO, líder, distribuidor, jefe de mercadotecnia… Santa Claus sabe cómo mantener a un cliente exigente, siempre satisfecho.
Si hay una autoridad respetada de la cual debemos seguir sus pasos esta Navidad, sin duda es aquel que desde pequeños ha sido el único que nos ha convencido de portarnos bien todo el año: Santa Claus.
La capacidad de persuasión e influencia de este personaje en nosotros es lo que lo convierte en uno de los mejores modelos a seguir a la hora de querer convertirnos en buenos profesionistas.
¿Qué habilidades debemos aprender de Santa Claus?
· Maneja bien sus tiempos de entrega: este personaje tiene una meta muy clara y una fecha específica en la que debe entregar su mercancía, a esta carga también se incluye el hecho de contar con un consumidor extremadamente exigente, el cual sólo dice qué quiere pero no cómo conseguirlo; es su trabajo lidiar eficientemente con un amplio equipo de producción que convierta en una realidad todos los pedidos de una larga base de datos de consumidores. Santa Claus sabe que no hay manera de fallarle a cada uno de esos clientes, ya que con un año que no cumpla sus expectativas, la confianza en él como proveedor disminuye.
· Cuida extremadamente su imagen: hablemos del branding perfecto de Santa Claus, no hay nada más representativo que su traje rojo, su sombrero y su trineo, además de que con él no hay sorpresas, no hay cambios repentinos, sigue a la perfección siendo constante año con año, década a década. Las estrategias de comunicación que posee este personaje son sumamente eficaces y claras, sabemos que espera Santa de cada uno de nosotros (que nos portemos bien todo el año) y además qué podemos esperar de él, quien es uno de los proveedores más confiables y eficientes.
· Transmite entusiasmo: la Navidad es una fecha de gran alegría, sin embargo para Santa representa mucho estrés y trabajo, ¿cómo mantiene su carisma y positividad a pesar de los tiempos difíciles? Nadie lo sabe. Tal vez se trata de contar con una organización constante que asegure que las cosas terminarán con un resultado a su favor, pero para eso es necesario trabajar anticipadamente contagiando a su equipo la misma actitud y espíritu, ya que si el espíritu navideño se acaba ¿qué nos queda? De Santa depende que cada año sea todo un éxito.
· Es un excelente líder: ¿tener que lidiar con un grupo tan extenso de colaboradores, hacer que trabajen largas horas, lo hagan con gran empeño, entusiasmo y siempre a tiempo? Aunque todos lo vemos como el responsable de que la Navidad se lleve a cabo, sin duda detrás de él hay una organización bien planteada, la cual además de llevarse bien y tener un ambiente de trabajo favorable, es eficiente; sin duda Santa Claus es un líder visionario que sabe compartir la meta y lograr que todos trabajen en conjunto hacia ella, a pesar de que algunos de los empleados son elfos y otros renos, y sean más sus diferencias que sus similitudes, consigue sacar lo mejor de cada uno en beneficio del negocio.
· Logra lo impensable: tomar pedidos, fabricar el producto, planear su distribución y ejecutar la entrega, ¿todo bajo la misma administración? Aunado a un ambiente laboral óptimo, una cultura organizacional eficiente y una comunicación corporativa excelsa.
Santa Claus funge como CEO, gerente, chofer repartidor, jefe de cadena de suministros, analista de mercados, figura pública, director de recursos humanos, mercadólogo, etc. de una de las empresas globales más importantes, donde además su principal consumidor son los niños. Una prueba más de que todo es posible sabiéndolo dirigir y planear.