El director de finanzas será pieza clave este año para incrementar la seguridad de la organización, maximizar la productividad de los colaboradores y acelerar el paso hacia la transformación digital.
La incertidumbre que impera en el entorno económico fuerza a los Chief Financial Officers (CFO) a generar más valor para las empresas y jugar un rol más activo en las operaciones del negocio. Por ello, es importante considerar cuáles serán las principales tendencias en 2021 para el CFO y que tendrá que considerar para impulsar su carrera y área de trabajo.
Este directivo no solo deberá enfocarse en fomentar la transformación digital desde su trinchera, sino también gestionar los riesgos tanto financieros como de ciberseguridad, entre otros, para asegurar la rentabilidad de la organización. De hecho, se verá en la necesidad de asumir un mayor grado de responsabilidad.
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Un dato interesante es que el 72% de los contadores considera que el rol del CFO en las empresas se incrementará de forma significativa dentro de los próximos tres a cinco años1. En consecuencia, no es de extrañar el alto valor que este directivo puede aportar en términos de insights estratégicos para la empresa.
Bajo esta premisa, las tendencias 2021 para el CFO a grandes rasgos señalan un mayor empoderamiento con el apoyo de los datos, para tomar decisiones que incidirán en distintas áreas de la organización. Su misión, si la asume con compromiso, será poner en ruta a la empresa con la intención de asegurar su crecimiento y rentabilidad.
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Usar el poder de los datos en tiempo real
A pesar de que el 90 % de los Chief Financial Officers quieren mejorar su toma de decisiones al momento con insights oportunos, solo el 16 % se de ellos se sienten capaces de hacerlo2. El panorama actual genera preocupación sobre el impacto potencial en las tasas de interés, la disrupción provocada por la pandemia, la crisis económica, así como la contratación y retención del capital humano.
Tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y el machine learning le ayudarán a este directivo a mejorar la precisión de los datos y, por ende, a generar modelos de pronósticos más precisos. De esta manera, contará con la posibilidad de crear escenarios que permitan optimizar el flujo de efectivo, así como planear de forma integral las estrategias de negocio pertinentes.
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Analizar y reevaluar el modelo de negocio
Tanto las tecnologías emergentes como los cambios en el mercado inciden en la ruta que toman las empresas. El CFO tiene la tarea de identificar nuevas oportunidades para asegurar el éxito de la organización, asegurando un costo-beneficio que minimice las posibilidades de riesgo, pero consolidando aquellos cambios que sean significativos.
Lograr lo anterior implicará reconocer los factores que impiden el crecimiento de la empresa, cuáles son los principales elementos que generan incertidumbre, si hay otras tecnologías o competidores que pueden afectar la estrategia, la manera de incrementar ganancias reduciendo costos y cómo liberar tanto capital como otros recursos para invertir en las iniciativas que sean prioritarias.
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Realizar una fuerte inversión en transformación digital
El director de finanzas tendrá el desafío de reinventar todo el departamento que dirige en aras de mejorar el flujo de trabajo. Esto implica estandarizar el almacenamiento de datos y cerciorarse de que su captura sea fiable, consistente e inmediata, lo cual implica una estrecha colaboración con el Chief Information Officer en lo relacionado al manejo de datos y tecnología.
Para ello es necesario que considere la implementación de ERPs modernos, así como otros softwares que usen la IA para obtener información clave sobre tendencias y oportunidades, automatizar los procesos de contabilidad e incluso operarlos en la nube, asegurando el acceso y monitoreo desde cualquier parte.
De esta manera buscará reducir los errores financieros y de paso cumplir con las regulaciones fiscales.
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Incrementar su acervo de habilidades y conocimientos
Es probable que en la era post Covid-19, los skills del CFO, así como de cualquier otro directivo o incluso profesionista, sean irrelevantes. Por lo tanto, será esencial dominar temas como la analítica, profundizar en tecnologías como el blockchain, la inteligencia artificial, machine learning, entre otras.
Contar con estas destrezas no solo le ayudará a los directores de finanzas a mejorar su expertise, sino también a realizar inversiones más inteligentes a fin de consolidar la automatización, la implementación de robots u otras soluciones que contribuyan al crecimiento de la organización.
El éxito de este directivo irá más allá de solo reportar, sino que creará valor para la empresa desde su trinchera.
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Balancear el trabajo remoto
Continuando con las tendencias 2021 para el CFO, la mayoría de las empresas se vieron en la necesidad de adaptarse al home office, pero además se dieron cuenta de que los colaboradores eran igual o más productivos bajo esta modalidad, siempre y cuando tuvieran las herramientas apropiadas para realizar sus actividades.
El 54 % de los Chief Financial Officers contempla que el trabajo desde casa será permamente3. A pesar de sus beneficios, el CFO se verá obligado a evaluar la mejor estrategia para gestionar tanto costos como gastos.
Por ello, requerirá evaluar los niveles de productividad de quienes trabajan en la oficina (cuando se pueda regresar con mayor confianza) y de aquellos que lo hacen a distancia, independientemente de los proyectos en los que se encuentren trabajando.
De igual manera deberá optimizar los costos de brindar soporte de TI a la fuerza laboral remota al tiempo en que minimiza los riesgos cibernéticos que pueden poner en jaque a la organización, cuando existe un menor control para ingresar a de los sistemas vía remota.
Por otro lado, tendrá que ser empático y evaluar aspectos psicológicos e invertir en programas de bienestar para resguardar la salud del capital humano. Sin duda, este tema no podrá pasar desapercibido para el área de Finanzas, sobre todo en estos tiempos volátiles.
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Lograr una alineación efectiva con los accionistas
Debido a la pandemia, los procesos de comunicación al interior de las empresas se volvieron más abiertos y fluidos, facilitando ajustes rápidos en la estrategia. Esta tendencia continuará al menos en el presente año, los cambios que se hagan con velocidad pueden generar incertidumbre.
A fin de evitar preocupar a los inversionistas, el CFO, junto con el resto del C-Suite, debe mostrar trasparencia y una comunicación clara con la intención de que los procesos de transición sean más suaves sin descuidar uno de los objetivos más importantes: impulsar la innovación en la organización para mantenerse competitiva.
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Invertir más en la seguridad de información de la empresa
Basta con leer las noticias de tecnología para ver como las filtraciones de datos y ataques de ransomware, entre otros, están a la orden del día y atentan contra la continuidad de los negocios y su estabilidad financiera. La frecuencia de estos incidentes únicamente irá en aumento.
Cada sistema en la empresa (sin importar su tamaño) ya sea un ERP, herramientas de analítica o de gestión de documentos, debe cumplir con los protocolos de seguridad. Por ello, el CFO no puede darse el lujo de escatimar, por lo que debe priorizar la inversión en tecnologías que protejan a la organización de las amenazas cibernéticas.
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Gestionar los riesgos es responsabilidad de Finanzas
La pandemia de Covid-19 vino a demostrar algo: una crisis puede surgir en cualquier instante e impactar de forma considerable en las expectativas en el futuro de las empresas. Esto sin duda obliga a las organizaciones a ser más proactivas con sus planes de Administración de Riesgos, en los cuales el Chief Information Officer juega un rol crucial.
Este directivo junto con su equipo cuenta con la capacidad para obtener valiosos insights tanto financieros como de la cadena de suministro, que con esta pandemia se vieron afectadas.
Por lo tanto, el CFO ayudará a prevenir o minimizar el impacto de las circunstancias adversas antes de que ocurran, contribuyendo a mantener sanas las finanzas. De esta forma podrán definirse planes y procedimientos que aseguren la continuidad de la empresa.
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Mayor adopción de métricas sobre sustentabilidad y responsabilidad social
Las compañías enfrentarán un mayor escrutinio con relación a su cumplimiento en términos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), por parte de inversionistas, autoridades regulatorias, así como de la sociedad en general.
El uso de métricas con relación a este tema va en aumento. Por ejemplo, la proporción de empresas que reportaron sobre la sustentabilidad de sus operaciones aumentó en un 80 % en 2020, en comparación con un 75 % en 20194.
Aspectos como la pandemia, la incertidumbre económica y la injusticia social han forzado a las organizaciones a acelerar los cambios en sus prioridades ESG. El 78 % contempla modificar sus planes en los próximos tres años5.
Incluso la equidad e inclusión serán cruciales para mejorar la diferenciación y reputación de la empresa, así como acelerar la innovación y atraer a más talento calificado, por lo que será esencial el correcto manejo del presupuesto.
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Las tendencias del 2021 para el CFO marcan una ruta clara: lograr que las finanzas optimicen procesos, tecnologías y a los colaboradores con miras a lograr que la empresa no solo consolide su transformación digital, sino que se mantenga en operación en un entorno incierto.
Referencias: 1Association of Chartered Certified Accountants/Institute of Management Accountants, 2Accenture, 3“CFO Pulse Survey 2020” de PwC, 4Sustainability Reporting 2020 de KPMG, 5Willis Towers Watson