17/10/16 | Por Noticias TNE
Las máquinas contarán con la capacidad de producir aire limpio para su entorno cercano. Esto representa un paso más hacia las smart cities.
La contaminación del aire trae consecuencias para la salud, reacciones que pueden derivar en tos crónica o en otros malestares. Beijing, en China, es una de las ciudades con el aire más contaminado en el mundo. Ante este panorama, existe un proyecto para reducir los niveles de polución que, además, podrá producir joyería.
El artista y diseñador Holandés Daan Roosegaarde presentó en la mencionada urbe la Smoke Free Tower, como parte del Smog Free Project.
La torre contiene una máquina purificadora de aire que captura más del 75% de las partículas de esmog que tienen diámetros de entre 2.5 y 10 micras, para luego emitir aire limpio alrededor de la estructura.
“El proyecto es acerca del sueño de [contar con] aire limpio y del comienzo de un viaje hacia ciudades más inteligentes”, comentó el diseñador. “Estoy muy contento de traerlo a la comunidad creativa de Beijing y ver cómo desarrollar más ideas y soluciones en conjunto”.
Décadas de crecimiento económico “a cualquier precio” en China potenciaron problemas masivos en el aire, agua y suelo, situación que hasta hace poco comenzó a ser atendida por parte del Partido Comunista.
Hasta ahora sólo una de las torres se encuentra funcionando. Pero el país contempla mayores inversiones para reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida, por lo que el artista espera añadir otras en la nación más poblada del mundo.
Un reciente informe por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que nueve 9 de cada 10 personas a nivel global respiran aire de mala calidad. Además, estima que seis millones de muertes al año están relacionadas con la exposición, tanto interior como exterior, al aire contaminado.
Varias ciudades chinas cuentan con los peores índices de contaminación, de acuerdo a la OMS. El año pasado, Beijing registró un incremento del 17% en las partículas de suspensión PM2.5, más del límite recomendado por el organismo internacional.
De residuos a diamantes
Un 40% del esmog se compone de partículas de carbono, por lo que el diseñador innovó en otro aspecto: al ser sometidas a altas presiones aquellas pueden ser convertidas en diamantes, anillos y en mancornas.
El proyecto fue inspirado en uno de los viajes realizados en 2013 por Roosegaarde a Beijing, cuando no podía ver nada desde la habitación del hotel y los niños eran mantenidos al interior debido a los niveles altos de contaminación.