Los pensamientos y deseos del cliente son dos armas poderosas que las marcas están explotando a través del neuromarketing para conquistar el mercado.
Por Enrique Villarreal Aguilar
¿Sabías que las marcas nos controlan a través de las emociones y el pensamiento? La explicación de cómo lo hacen es la estrategia llamada neuromarketing, que consiste en aplicar técnicas de neurociencia al ámbito de la mercadotecnia.
El 95% de las decisiones que tomamos todos los días se producen de manera involuntaria e irracional. Y no sólo eso, cuando elegimos qué comprar el cerebro tarda sólo 2.5 segundos en tomar esa resolución porque es capaz de capturar cinco fotografías por segundo. El inconsciente es el centro de todo lo que hacemos.
Las grandes marcas han venido utilizando desde tiempos remotos técnicas de neurociencia no sólo para la publicidad, también para el manejo de las personas. Todos los días aplicamos el neuromarketing en las empresas y entre nosotros mismos.
¿Has escuchado alguna vez el refrán que dice “crea fama y échate a dormir”? Así funciona el neuromarketing: ya que nos hacemos de un prestigio y nos queda esperar la respuesta del cliente. Sin embargo si no se ofrece algo diferente, no esperes una reacción distinta de su parte.
¿Cómo se ubica un producto en la mente de los clientes que ya se tienen y cómo se ubican en la de otros posibles consumidores?
¿Qué opinas de Donald Trump o de Obama?, ¿qué piensas de estas personas? Ya se posicionaron en nuestras mentes y tenemos una imagen de ellos. Lo mismo pasa con los productos, por ejemplo cuando decimos Sony, nos imaginamos productos electrónicos; con Coca Cola, un refresco de cola; con Volkswagen, un automóvil compacto económico; y con Cadillac o Mercedes Benz, vehículos de lujo.
Cada persona ya tiene una idea de lo que significan esos artículos, y como la mente está saturada de información sobre productos y servicios, se vuelve cada vez más complejo hacer que los clientes piensen en nuestra marca.
Los expertos coinciden en que la manera más fácil de aplicar el neuromarketing es entrar en la mente del cliente y esto se va a lograr a través del inconsciente. No basta con inventar, hay que tomar posesión de los pensamientos de los consumidores.
Por ejemplo, Sperry-Rand inventó las computadoras pero IBM se metió en el subconsciente de los usuarios y le ganó el mercado. Philips inventa y Sony vende.
Lo primero que se necesita para lograr esta meta es una mente en blanco para marcarla con el fierro de nuestra empresa. Para triunfar en el neuromarketing se debe vender al cliente lo que éste espera ver, no lo que la empresa quiere, se debe saborear lo que el consumidor quiere y no lo que la marca dice. El cliente se convierte en la razón de la compañía y no la compañía en la razón del cliente.
En el neuromarketing tienen que entrar al inconsciente de las personas o ver los deseos de éstas para que prefieran cierto producto. Este es el momento de investigar cómo piensa el cliente y qué desea, para poder triunfar en el mundo de la mercadotecnia.
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