Por Redacción TNE
Estar frente a una multitud puede ser aterrador, pero sólo la práctica logrará que mejores tu habilidad. ¿Lo harás?
Te encuentras sobre el escenario, la audiencia termina de aplaudir ante la expectativa de la conferencia que está a segundos de comenzar; las luces se encienden, por fin te encuentras frente a ellos, pero un sudor frío te paraliza: tu mente está en blanco y, por un momento, no recuerdas absolutamente nada de lo que vas a exponer.
¿Qué es la glosofobia?
Ésta se refiere al miedo de hablar en público; a pesar de que la palabra se escucha quizá grave, es algo completamente normal que le ocurre a la mayoría de las personas, ya sea porque tienen que exponer una clase o defender una tesis, hasta la presentación ante una junta directiva de un importante corporativo internacional.
Rudolph F. Verderber y Kathleen S. Verderber lo definen en su libro Comunícate: “Es un tipo de ansiedad (o nerviosismo) en la comunicación, es el nivel de temor o aprensión que experimentas antes y durante tu exposición frente a una audiencia”.
Los síntomas varían de acuerdo a la persona, pero pueden ser no tan notorios hasta severos; pueden ser físicos, emocionales o de carácter cognitivo.
Seguro habrás sentido el estómago revuelto, que el cuerpo te suda o la cabeza te duele; el corazón te palpita y, en consecuencia, balbuceas al hablar, lo que te lleva al abuso de las muletillas (“tipo”, “mmmh”, “¿sabes cómo?”).
En el aspecto emocional, la ansiedad se apodera de ti, te preocupas y, por lo tanto, te molestas. Estas sensaciones se desencadenan, en parte, por un patrón de pensamientos negativos.
Consecuencias en la vida cotidiana
Lo anterior, de no ser atendido, puede afectar incidir en otras áreas de la vida que te lleven a normalizar estas sensaciones y te “inviten” a escapar de situaciones en las que no sientas cómodo y desaprovechar oportunidades para hacer networking o simplemente socializar con otras personas. En casos extremos, pueden llevar a un aislamiento social.
No queremos asustarte; una vez aclarado que es algo natural, también nos gustaría decirte que no necesitas un doctor, porque, a menos que sea severo y requieras de algún medicamento: la solución está en tus manos.
Consejos para mejorar habilidades y hablar en público
Dicho lo anterior, sabes que tienes una importante presentación dentro de dos semanas. Primero, no permitas que transcurra el tiempo y dejes todo para el último; eso sólo incrementará la ansiedad.
Te invitamos a hacer lo siguiente:
· Prepara tu tema: entre mejor lo domines más fácil será exponerlo; entusiásmate por él, pues a la hora de exponerlo proyectarás confianza en ti mismo, algo que el público presente notará y agradecerá. Considera que ellos están ahí para aprender algo o, si es una junta comercial, abonarás puntos para cerrar un acuerdo.
· Planifica adecuadamente: ya que tienes la información, organiza bien las ideas; si eres de la vieja escuela, prepara tarjetas con las ideas principales y secundarias para generar un guión para la presentación; esto hará que sea menos probable que lo olvides. No satures tu presentación de texto, esto resulta cansado para la audiencia.
Evita el perfeccionismo; no intentes memorizar todo el material, pues solo logrará que te sientas más ansioso.
· Ensaya: hazlo por lo menos tres veces; mejor si lo haces en voz alta para ejercitar la entonación y modulación de voz. Si tienes oportunidad, ensaya frente a un grupo de amistades que puedan darte retroalimentación para considerar áreas de oportunidad.
Practicar también conlleva socializar con tu audiencia antes de la presentación; saluda a las personas, presentante, genera confianza en ti para que a la hora de a presentación sientas que estás ante un público que conoces.
· Mantente positivo: piensa que todo saldrá bien; si haces lo contrario, acrecentarás la ansiedad y que, efecto, algo pueda ocurrir. Al final, reconoce que lo has hecho bien; sé tú mismo, no te compares con otros ponentes, pues estás en un proceso; además cualquiera puede cometer errores; a veces uno es más crítico consigo que la misma audiencia.
Busca las pequeñas oportunidades para mejorar
No esperes a tu próxima presentación; aprovecha reuniones sociales, crea o participa en grupos para exponer temas, donde puedas poner en práctica y desarrollar tus habilidades. Así estarás generando experiencias que crearán un marco de referencia para mejorar tu seguridad a la hora de hablar en público, y así puedas decir: “Ya lo hice una vez y puedo volver a hacerlo”.