Por Redacción TNE
En México, de cada diez nuevas empresas sólo dos subsisten después de los primeros dos años de operación, por lo que contar con el apoyo de una aceleradora puede representar la diferencia entre potencializar su crecimiento y consolidación en el mercado, o su inminente cierre.
Hace algunos años si una persona tenía una idea innovadora con la cual pretendía hacer crecer un negocio, no existía una organización a la cual recurrir para pedir apoyo que no fueran entidades financieras, sin embargo, hoy en día existen aceleradoras que ofrecen al emprendedor acompañarlo en el camino y distintos recursos que le facilitan el proceso de inicio. En entrevista con Mario García Dávila, cofundador y Director de Startup Studio Monterrey nos habla acerca de cómo apoyan este tipo de organizaciones a los nuevos emprendedores.
¿En qué se basa un proceso de aceleración de startups?
Éste consiste en ofrecer a un equipo de emprendedores una metodología de creación de nuevas empresas de forma acelerada siguiendo un plan de trabajo corto; además, proporciona una serie de recursos como espacios de oficina, asesoría y mentoría por parte de expertos, proyección en medios, acceso a herramientas tecnológicas, networking con otros emprendedores, vinculación con empresas y acceso a fondos e inversionistas, tanto públicos como privados.
¿Qué beneficios recibe una empresa que se integra a este tipo de procesos?
Muchos, primero que todo el equipo emprendedor gana un aliado estratégico que lo apoyará a largo plazo, también obtendrá mejores prácticas de cómo validar, diseñar, desarrollar y lanzar una empresa y el poder presentar a inversionistas interesados en su tipo de proyecto.
¿Cuáles son las principales cosas en las que se fija una aceleradora para aceptar un proyecto?
El equipo es lo más importante, tiene que estar formado por emprendedores con talento, pasión, disposición y sobre todo mucho compromiso. Por otro lado se revisa el tamaño del mercado potencial del emprendimiento, el que cuenten con un modelo de negocio sustentable y escalable, el grado de innovación de su proyecto, y si éste ya tiene un Producto Mínimo Viable y/o si presenta tracción probada con usuarios, pues mucho mejor.
“El equipo es lo más importante, tiene que estar formado de emprendedores con talento, pasión, disposición y sobre todo mucho compromiso”.
¿En qué etapa es más fructífero recibir el apoyo y en qué tipo de empresas?
Existen incubadoras que ayudan a proyectos en etapas muy tempranas, inclusive cuando el equipo tiene sólo una idea con alto potencial, pero hay otras que ponen como requisito que ya se tenga un producto recién lanzado y que demuestre cierta tracción en el mercado. En mi experiencia la etapa más óptima para recibir apoyo es cuando se cuenta con una idea clara del producto y su innovación, aunque todavía no haya sido desarrollado o lanzado al mercado, pero que sí esté validado de que en realidad soluciona una gran problemática u oportunidad y que genera interés de su mercado meta.
En el caso de Startup Studio, ¿en qué consiste su proceso y a qué sector de empresas va dirigido?
Somos una incubadora de esquema acelerado con base en Monterrey, en la que apoyamos a emprendedores con ideas de base tecnológica en toda la República Mexicana. Nosotros ofrecemos una gran diversidad de valiosos recursos a jóvenes mexicanos para que transformen ágilmente sus ideas en productos y servicios. Nuestro programa de incubación acelerada está basado en las mejores prácticas de Silicon Valley y tiene una duración de 16 semanas. Es importante destacar que Startup Studio no cobra a los emprendedores por ser parte de nuestro programa, sino que nos convertimos en un socio estratégico de éstos.
¿Qué proyectos tienen actualmente?
En este momento contamos con cinco a los cuales estamos apoyando:
• Blooders: es una innovadora plataforma que “revoluciona” el proceso de donación de sangre en hospitales, conectando a personas con la comunidad de donadores.
• Monkier: aplicación móvil que tiene como objetivo encontrar y contratar servicios previamente recomendados.
• Manuable: comunidad en línea para descubrir, comprar y vender productos hechos a mano.
• ROAM: red social para descubrir sitios de interés en tu ciudad mediante la colaboración de usuarios.
• POLSIE: una forma innovadora de convertir seguidores de Instagram en compradores de tus productos.