Estudia tu mercado, entiende las necesidades de los actores dentro de él y toma acción para así descubrir oportunidades desconocidas.
La capacidad de poder tomar una idea ya existente para convertirla en algo inédito e innovador requiere tiempo, experiencia y la capacidad de encontrar una solución con un valor agregado que nadie más ofrezca. En este caso, ¿cómo agarras un concepto tan común como lo son las “entregas a domicilio” y lo vuelves algo con la habilidad de transformar ciudades enteras?
Rappi nació en 2015 en la ciudad de Bogotá, siendo fundada por los colombianos Simón Borrero, Felipe Villamarín y Sebastián Mejía, quienes ya habían desarrollado varias startups dedicadas a la creación de software para retailers como Walmart, El Corte Inglés en España y otras más en Asia.
Fue entonces que se dieron cuenta de que habían encontrado una gran oportunidad de mercado: existía una enorme necesidad de formar un puente entre software y operación logística; es decir, las tiendas tenían una app muy buena pero pésimas estrategias de entrega. Así fue como supieron extraer una idea innovadora de una circunstancia ocasionada por experiencias propias.
Rappi surgió como un experimento para demostrarle a los retailers cómo debía ser el servicio a domicilio. Tres años después, ha crecido exponencialmente para convertirse en una plataforma multivertical: “Eso quiere decir que no solamente hacemos delivery de comida, también entregamos despensa de supermercados y tienditas de la esquina, licores, además contamos con Rappicash para entregar dinero en efectivo del cajero”, comentó Ángel Arias.
Tener el ímpetu para lograr objetivos
Uno de los primeros factores que requirieron para convertir una idea en realidad fue creer en un sueño y tener la pasión de ir por él. Debe formar parte de tu ADN, así como el tomar acción. Muchas veces los emprendedores se quedan en la idea y no la llevan a cabo, por lo que es imperativo tener una cultura de ejecutar los planes.
El siguiente punto fue desarrollar la capacidad de leer muy bien el mercado latinoamericano, por un lado está la gente con la capacidad económica pero que carece de la disponibilidad para salir de compras; por el otro, aquella que sí cuenta con tiempo y la necesidad de autoemplearse para conseguir un ingreso económico extra. De esta forma nació la idea de los repartidores de Rappi o “rappitenderos”.
También detectaron que las grandes ciudades tienen serios problemas de infraestructura que hace que las personas se atoren en el tráfico hasta dos o tres horas –de ahí el uso exclusivo de bicicletas y motocicleta por parte de los “rappitenderos”–, además de que el tema de la banca-rización en esta región no está tan desarrollado como en otras partes del mundo, por eso decidieron incorporar los pagos en efectivo.
La startup aprendió a entender las motivaciones de los diferentes participantes del ecosistema de e-Commerce y comenzaron a construir los puentes necesarios que los conectaran bajo una misma plataforma. Así fue como contactaron con restaurantes, tiendas y grandes marcas que tenían la necesidad de comprender al consumidor, pero no gozaban de las herramientas requeridas para lograrlo, incluso algunos de los grandes retailers los buscaron.
Posteriormente tocó el turno de probar la idea y lanzar un MVP (Minimum Viable Product). Como buenos emprendedores testearon su idea para mostrar a las grandes tiendas el potencial que tenía. Diseñaron una aplicación muy parecida a las que hacían y montaron una “tiendita” para entregar las compras con bicicletas en menos de una hora. Tras tener éxito, se dieron cuenta de la oportunidad y abrieron operaciones en Bogotá.
“(Comenzamos) no solamente en Colombia sino también casi a la par en la Ciudad de México como una manera de decirle a los inversionistas ‘mira, esta es una idea que no es exclusivamente para un sólo país, sino para toda Latinoamérica’”, relató Arias. “Eso fue fundamental. Tener un emprendimiento que va más allá de las fronteras te da un valor agregado”.
Di no a las dudas
Para Arias, uno de los momentos clave fue cuando decidieron dejar atrás los miedos de sentirse inferiores, deliberaron que podían estar a la par de las grandes startups del mundo y se aventuraron a buscar capital en Silicon Valley con la aceleradora Y Combinator. “Durante el Demo Day se estuvo frente a 150 inversionistas, si obtienes la aprobación de 10 o 20 te fue muy bien, tienes una idea ganadora. Rappi llamó la atención de más de 120”.
Terminaron decidiéndose por las firmas de Andreessen Horowitz y Sequoia Capital, la misma que ha invertido en Apple, Google, Oracle, Yahoo y Airbnb. A partir de entonces, han recibido cerca de 183 millones de dólares, de acuerdo a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.
Una vez con los recursos en la mano, fue vital invertir en mejorar el producto con la finalidad de entregar la experiencia más óptima posible utilizando las bases e información bien fundadas con las que ya contaban. Finalmente, para asegurar el crecimiento continuo de la idea, se percataron de que debían mantener un estándar y mejorarlo periódicamente, aseguró el Regional General Manager.
“Nosotros tenemos muy claro que este modelo de negocio va a seguir escalando a medida que podamos asegurar la calidad en el servicio”.
En su búsqueda por convertirse en el centro comercial a la palma de la mano más grande del mundo, han realizado una gran expansión al resto de América Latina. Hoy en día ya se encuentran en Argentina, Uruguay y Chile, donde comenzaron este año; además, planean consolidarse en México, abriendo operaciones en Puebla, Querétaro y Mérida, sumándose a las ya existentes en CDMX, Monterrey y Guadalajara. Sin embargo, su más grande reto será establecerse al 100% en Brasil por el tema de la diferencia en el idioma. Este es un mercado estratégico para Rappi, porque cuenta con más de 10 ciudades por arriba del millón de habitantes.
“La idea muy en el fondo es modernizar cada ciudad en la que estamos en Latinoamérica: es otorgarle calidad de tiempo a los usuarios, un tema de auto ingreso a los repartidores y una manera para aumentar ventas a nuestros clientes, restauranteros y retailers en sus marcas. Buscamos transformar vidas”, concluyó Arias.
El objetivo de toda startup es crecer, pero para lograrlo se tienen que conjuntar los factores idóneos, los cuales deben ser fabricados por ti mismo. Si entiendes y lees muy bien el mercado, conoces las necesidades de tu público meta y comprendes todo lo que engloba el ecosistema en el que te desenvuelves, podrás crear un producto o servicio innovador.
Descubre un nuevo modelo de negocio y escálalo:
1. Encuentra un área de oportunidad.
2. Aprovecha las circunstancias para pensar en una idea innovadora.
3. Cree en tu sueño y ten la pasión de ir tras él.
4. Asume una cultura de ejecutar los planes.
5. Estudia bien al mercado que quieres llegar.
6. Entiende las motivaciones de todos los actores del ecosistema.
7. Prueba la idea y lanza un MVP.
8. Sobrepasa los miedos que amenacen con detenerte.
9. Busca a los inversionistas que crean en ti.
10. Mejora tu producto y asegura constantemente su calidad.