Modifica creencias o patrones de comportamiento negativos que afectan tu desarrollo personal. Asume un papel protagónico y no dejes que la opinión de los demás te defina.
Por Redacción TNE
Cuenta la historia que el Gordon nació en el pequeño pueblo de Wallsend en la costa noreste de Inglaterra. Al final de la calle podían observarse los enormes barcos que se encontraban en el astillero naval del puerto, del cual grandes y emblemáticas naves zarparon o fueron construidas; por ejemplo el RMS Carpathia que en 1912 fue al auxilio de los sobrevivientes tras hundirse el Titanic.
A pesar de que el lugar donde se construían los barcos en términos generales era peligroso y altamente tóxico, la gente que trabajaba allí se sentía orgullosa. No era para menos, en el lugar se construyeron el Sheffield y el Victorious, que hundieron al Bismarck, un barco de guerra nazi, durante la Segunda Guerra Mundial.
El padre de Gordon quería que él también fuera a trabajar al astillero cuando creciera; pero el niño tenía sus propios sueños que lo llevaban más allá del puerto. Cuando la Reina Isabel II visitó Wallsend, Gordon decidió crear su propia historia en la que figuraban reyes, presidentes y primeros ministros, así como un sinfín de personalidades. Viajaría por el mundo y tendría su propio castillo.
Toda la fantasía que Gordon Summer tenía en su cabeza se convirtió en realidad, sólo que lo hizo con su nombre artístico: Sting, quien formaría con sus amigos la banda musical The Police —con ventas de 75 millones de copias de sus álbumes— y posteriormente cantaría como solista1.
Así como la historia de Gordon existen muchas, donde las personas no escucharon las voces que querían silenciar sus aspiraciones. A veces estas provienen de familiares, amigos o compañeros de trabajo que, a pesar de sus buenas intenciones, indirectamente no creen en ti; pero los susurros más peligrosos se originan en el interior de uno mismo, porque si tú no crees en ti, ¿por qué los demás querrían hacerlo? ¿Te imaginas si Sting se hubiera dejado influenciar por los deseos de su padre? ¿Qué sería de él ahorita? ¿Cuál habría sido su legado?
A pesar de que lo que ocurrió con el famoso cantante tuvo un buen fin, hay personas que en ocasiones cargan con un lastre de creencias negativas que no les permiten liberar su potencial. Incluso desconocen que son buenas para algo, pero no han encontrado la forma de convertirse en lo que se propusieron.
Por lo anterior, es importante que te des la oportunidad de conocer cuáles son esas creencias o historias que te han contado o has creído e impiden dar lo mejor de ti. Es momento de que construyas una nueva narrativa que te lleve a otros horizontes fuera de tu zona de comodidad, llenos de crecimiento personal y profesional. Toma en cuenta que por más metas que tengas, si no modificas los pensamientos, difícilmente podrás conseguirlas. Recuerda: la situación actual en la que te encuentras es producto de las historias que te repites a ti mismo.
Para lograr una mejor compresión de las creencias o situaciones que te definen es volver a tu esencia de niño y tener siempre en la punta de la lengua la pregunta: “¿Por qué?”, ya sea para descubrir respuestas o determinar si lo que sucedió tiene un fundamento capaz de determinar tu situación actual. ¿Realmente eres malo para hablar en público sólo porque de adolescente de quedaste paralizado durante un concurso de oratoria y “desde entonces” te aterra estar frente a una audiencia?
Una vez que encuentras la causa de tu temor es más sencillo definir una estrategia para transformarlo en una cualidad. ¿Qué tal un taller práctico de public speaking? ¿Por qué no te animas a tomar el micrófono mientras estás en una fiesta entre amigos para compartirles alguna anécdota o algo que los inspire, así sea por minuto?
De lo que se trata es de replantear tu historia personal con la finalidad de brindarte seguridad y confianza a ti mismo. Deja atrás todas esas creencias negativas —algunas inclusive no son ciertas— y comienza a dar pequeños pasos enfocados a construir una nueva identidad.
Piensa en todo aquello que quieres lograr, pero crees no poder conseguir. Sé honesto contigo, admite lo que dices de ti y no te juzgues. Ponlo en papel para tener mayor claridad. Ahora escribe oraciones positivas que te alienten a ir tras esas aspiraciones.
Cambia la narrativa, por ejemplo, de “como toda clase de alimentos” a “me importa mi salud, por lo que debo ejercitarme y consumir alimentos saludables”. Toma conciencia de los hábitos que quieres modificar y define un por qué a fin de motivarte.
Ahora toma la decisión de ir más allá de sólo visualizar. Actúa, rétate y exponte a situaciones fuera de área de confort, que te generen confianza. Aunque el resultado no sea el óptimo a la primera, tendrás un anclaje para la siguiente ocasión. No te compares con los demás, lo único que tienes que superar es la versión anterior de ti.
Puede que incluso llegues a descubrir que no eres bueno en algo o confirmar que no te gusta, pero al menos lo sabrás por cuenta propia, después de haberte retado a intentarlo, y no porque alguien más te lo dijo. Es como decir que no te gusta el betabel sin haberlo probado antes.
Evita desanimarte o juzgarte si caes en viejos hábitos. Comienza de nuevo, ve paso a paso para lograr consistencia; poco a poco trazarás un destino totalmente diferente.
Cuenta una historia diferente, combate viejas creencias y establece nuevas. No es fácil, pero con paciencia y perseverancia lograrás resultados.
1. Gallo, C. (2016). The Storyteller’s Secret. From TED speakers to business legends, why some ideas catch on and others don’t. St. Martin’s Press: New York. PP 30-31
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