Por Redacción TNE
Aleja el “síndrome del cangrejo” y logra que tus colaboradores se unan y apoyen entre sí.
La fábula de los cangrejos es una historia que se ha narrado en innumerables ocasiones: un comerciante tenía tres tinas y en cada una de ellas tenía cangrejos de diferentes orígenes: Estados Unidos, Japón y México. Cuando un turista le cuestionó por qué las primeras dos estaban cubiertas éste explicó que los americanos, aunque estuvieran solos luchaban por salirse, mientras que los nipones se ayudaban entre ellos hasta salir.
Sin embargo, los mexicanos estaban sin cubrir porque, aunque alguno intentara dejar el recipiente, los demás se encargarían de que no cumpliera con su objetivo.
Aunque esta narración puede considerarse graciosa, se ha utilizado para describir una característica –no muy honrosa– de la cultura del país: es común que aquellos que intentan sobresalir en su área son criticados por sus mismos compañeros.
Esta situación se da a niveles personales, en la escuela y en el trabajo. La envidia, las críticas y la falta de una cultura de colaboración son factores determinantes para frenar el desarrollo de las personas, pero también de los negocios y la economía.
La participación de los atletas mexicanos en los Juegos Olímpicos Río 2016 es un claro y reciente ejemplo de cómo los mexicanos son los peores enemigos para los connacionales ante la nula cosecha de medallas en las distintas disciplinas.
Hashtags como #InútilComoAtletaMexicano, invadieron las redes sociales para criticar el pobre desempeño y hasta la apariencia física de los deportistas.
El síndrome del cangrejo mexicano ha sido descrito por los autores como el hecho de sentir envidia por los logros de los demás.
“Al mexicano no le gusta ver triunfar a otro mexicano. El esfuerzo, el trabajo diario, la educación y los valores de otros molestan a los nacionales. Verdad que duele, verdad que es así de sencilla” afirmó el investigador Antonio Vazquez en su ensayo “El cangrejo mexicano: un síndrome sociocultural”.
Su efecto en los negocios
Cuando en una empresa no existe entre los empleados una apertura para cooperar, se está trazando el camino directo a no cumplir los objetivos planteados y por ende, al fracaso.
Es importante desarrollar una cultura de colaboración dentro de las empresas para que de esta forma se avance hacia el mismo rumbo. Aunque conseguirlo no es tarea sencilla, debes empezar por dar a conocer tu misión y visión, asegurándote de que todos las entienden; ese será el primer paso para conseguir tu objetivo.
El segundo que debes dar es elegir bien a tu equipo tomando en cuenta que a simple vista lo ideal es rodearse de personas con características similares, a la larga es mucho mejor reunir diferentes personalidades, a pesar de que esto genera el trabajo extra de hacer que congenien.
Motívalos a que expresen sus opiniones; en esa lluvia de ideas hazles ver lo bueno que puede ocurrir si se combinan las mejores. Además, empújalos a que piensen diferente, pero siempre como un grupo unido.
La falta de valores y ética son los principales factores que provocan envidias, críticas o resentimientos. Trabaja por unir a tu equipo y conseguir que así permanezca por mucho tiempo.