Cuando los miembros de la organización pertenecen a distintos perfiles profesionales, culturales y sociales, se logra innovar de mejor manera para impulsar nuevas estrategias y productos.
Conformar equipos de trabajo que garanticen una diversidad entre sus integrantes, en todos los sentidos, desde género hasta nacionalidades, contribuye a mejorar la toma de decisiones. Esto se traduce en mejores resultados, rendimiento y ganancias para la empresa.
De acuerdo a un estudio1, las compañías que se preocupan por tener una diversidad de género en sus grupos de trabajo, tenían un 21% más de rentabilidad y el 73% tomaba mejores decisiones de negocios2. Por su parte, aquellas organizaciones con variedad cultural y étnica entre sus colaboradores tenían un incremento del 33% en su desempeño.
Cada miembro posee una visión única y una forma particular de abordar un problema, esto derivado de su experiencia, personalidad y un método en particular para procesar la información con la que interactúa. Esto brinda la posibilidad de atacar una problemática desde distintos ángulos, lo que permite explorar potenciales soluciones.
Trabajar con personas que integran distintas habilidades, tanto innatas como adquiridas, reta a los demás a agudizar su sistema de pensamiento y evitar mantener una postura rígida. Las ventajas de la diversidad son varias:
- Permite a los individuos concentrarse más en los hechos, lo cual reduce el margen de error a la hora de tomar decisiones. La heterogeneidad de los equipos de trabajo ayuda a que mantengan la objetividad, contribuyendo a reducir el sesgo al momento de actuar.
- Contribuye a procesar mejor la información que se analiza, debido a que la perspectiva de cada integrante aporta insights que facilitan una mejor compresión, traduciéndose en medidas más certeras reduciendo el margen de error, evitando altos costos para la organización.
- Promueve una mayor innovación. Entre mayor sea la diversidad cultural al interior de las empresas, se incrementa el potencial para desarrollar nuevos productos, a diferencia de aquellas donde el liderazgo es homogéneo.
Piénsalo de la siguiente manera: no sólo se trata de ver que dos cabezas piensen mejor que una, sino que lo hacen de forma distinta. Los problemas son analizados desde perspectivas de género, raza o nivel socioeconómico, por lo que cada individuo con diferentes características le aporta un extra a la situación que se trata de resolver.
Aunado a esa diversidad entre las personas, los equipos que mantienen una pluralidad entre sus integrantes requieren de la mitad del tiempo en juntas para obtener los resultados porque las ideas surgirán con mayor rapidez y será más fácil llegar a un acuerdo que permita trazar una determinada estrategia.
En aras de alcanzar mejores resultados, las empresas deben considerar conformar equipos de al menos tres personas que incorporen perfiles diversos; definir metas que serán impactadas por las decisiones; explicar cuál es el resultado que se espera lograr; llevar un registro del proceso de generación de nuevas ideas; y dar seguimiento para evaluar si las expectativas fueron alcanzadas.
Apuesta por la diversidad a fin de maximizar sus beneficios y obtener una mayor innovación de forma rápida. Los tiempos actuales demandan actuar con prontitud antes de que sea demasiado tarde.
Referencias:
1McKinsey and Co. “Delivering through diversity”.
2Cloverpop. “Learn How Inclusion + Diversity = Better Decision Making At Work”
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