Por Redacción TNE
No rendirse ante un fracaso y volverlo a intentar una y otra vez es la clave para llegar al éxito.
Ya lo dijo Henry Ford “el fracaso es a veces más fructífero que el éxito”, sin embargo los seres humanos generalmente tenemos el chip de que lo único que cuenta es ganar. Si esa fuera la realidad absoluta, Edison no habría conseguido crear el foco, ya que antes de descubrirlo había fallado cientos de veces, pero nunca dejo de intentarlo.
El verdadero ingrediente para lograr grandes cosas es la persistencia, ésta conseguirá que a pesar de los tropiezos se consigan los objetivos que se han planteado tanto a nivel personal, como en el mundo de los negocios.
En el proceso de iniciar una empresa o querer expandirla es común toparse con muchos obstáculos que dificultarán las tareas e incluso las frenarán; dependerá de cada persona y sus ganas de llegar a la meta, el cómo se salga adelante, sin importar cuántas veces se tenga que tratar y tratar hasta conseguir el éxito.
Es importante que la persistencia forme parte de tu estrategia personal o de negocios; el primer paso para lograrlo es hacer que el significado de la palabra “tratar” no sea negativo, sino positivo.
Generalmente se juzga a quienes están tratando de hacer algo, porque “es malo sólo intentar, hay que terminar”. Sin embargo cada vez que tratas de materializar una idea o desarrollando un proyecto, estás adquiriendo conocimiento.
Por ejemplo, cuando cocinas y la primera vez no te sale el platillo como esperabas aprendes que debes ponerle menos sal, más agua, cocinarlo menos tiempo, etc. Lo mismo ocurre en los negocios; cuando emprendes algo y fracasas, ese error te dejará valiosa información para que en tus próximos intentos ya no lo repitas.
“No hay una receta simple para el éxito en los negocios. Intenta y luego sigue intentando y luego repite hasta que tengas éxito. Cada “tratar” debería implicar un nuevo giro” dice John Brandon, en su texto “Try, try and try again”.
Un gran ejemplo de por qué es importante no darse por vencido es Harland Sanders, fundador de Kentucky Fried Chicken, quien tocó más de dos mil puertas hasta que encontró a alguien que creyera en su receta y modelo de negocio, que ahora está presente en muchos países.
Para que un negocio sea fructífero el primer paso es fijarse como meta que no importa cuántos intentos se realicen para hacerlo trabajar, pero es importante que cada vez que no funcione se hagan las modificaciones necesarias.
“Hay que aprender de los errores. Hablando del campo de ventas si las estadísticas nos dicen que una operación se consigue entre el contacto 5 y el 12 ¿por qué muchos vendedores dejan de intentar en el número tres? El éxito no se basa sólo en saber vender, también en qué tan perseverante se es durante el proceso” afirma el coach de ventas Jamie Shanks.
Sin duda al estar ideando una nueva estrategia para tu empresa debes comunicar a todos los que están involucrados que la perseverancia es parte fundamental en la ejecución. La tarea del líder es guiar a todos hacía un mismo objetivo, pero también inspirarlos a que lo intenten una y otra vez hasta alcanzarlo.
Y tú, ¿qué estás tratando de hacer actualmente?