Las empresas que logren contar con miembros que enfrenten cualquier desafío, agregarán valor a su oferta.
En esta nueva era colaborativa, las organizaciones se preocupan por promover el trabajo en equipo. Si bien existen distintas formas de conformar un grupo, la esencia es similar: operar en conjunto para cumplir determinado objetivo.
Cada vez más las compañías se dan cuenta de que existen nuevas necesidades en el mercado y para ello es fundamental buscar distintos perfiles ayuden a satisfacer las mismas de una forma más eficiente, optimizando el tiempo. Sin embargo, un equipo que no conoce cómo lidiar positivamente con las adversidades, enfrentando cada desafío que se presente en el camino, puede no salir adelante entre el mar de competencia.
Por esta razón, es necesario reconocer los beneficios que obtiene la empresa al conformar un grupo con actitudes enfocadas a superar situaciones adversas o complejas.
Permanecen motivados, siempre
Los equipos resilientes se mantienen inspirados. Sus integrantes prefieren desenvolverse en un ambiente retador puesto que los empuja a sacar sus mejores herramientas a fin de resolver lo que se les presente. Dichos miembros logran arriesgarse con mayor facilidad ante circunstancias inciertas gracias a su mentalidad.
Este tipo de perfiles evitan a quienes compiten entre sí y trabajan de manera individualista, debido a que tienen un fuerte sentido de pertenencia hacia la empresa y sus compañeros de trabajo. Además confían plenamente que de esta forma aprenderán habilidades desafiantes.
Desatan su creatividad
Al tener una ideología flexible, se crea un espacio para dejar volar su lado creativo. La persona resiliente puede salir de un esquema de prejuicios, donde piensa fuera de la caja abriendo un montón de posibilidades. Asimismo, se desarrolla una empatía que permite la evaluación de distintas perspectivas con el fin de abordar una estrategia.
Las oportunidades que antes no eran percibidas, forman parte de la ecuación, agregando tácticas innovadoras para dar valor a su trabajo.
Conocen cómo abordar cada situación
Cada miembro que compone un equipo resiliente identifica y celebra sus fortalezas, pero también conoce sus debilidades y límites, por ello saben qué tanto pueden manejar. El hecho de que reten sus capacidades les da un imaginario más actualizado de hasta dónde estarían dispuestos a llegar.
Estas personalidades participan más y comunican claramente sus ideas. Así pueden abordar los inconvenientes conociendo distintos ángulos. En lugar de huir de los problemas, los discuten y llegan a un acuerdo una solución que puede estar en campos que no muchos hayan explorado.
Cuidan su salud y por ende la de la empresa
Los colaboradores hablan abiertamente de su estrés e inquietudes, porque el permanecer desconectado de sus propósitos y tareas sólo guiará a la ineficacia. Esto no sólo respecta al plano físico y emocional, sino también el mental. Por ello practican la cultura de seguridad psicológica; de esta manera se pueden cometer errores sin repercusiones negativas, esta protección los deja tomar riesgos calculados enfrentando las consecuencias.
Mientras la salud es su prioridad, sus resultados son igual de eficientes, es ahí donde lo negativo se vuelve un reto a superar con las fortalezas que saben reconocen tener creando un balance.
Los equipos de trabajo con cualidades resilientes desarrollan las competencias más demandadas para esta nueva era en el campo laboral, pues entre más abiertos se encuentren ante los desafíos, mayor adopción tendrán al cambio. Por lo tanto, la mínima labor que las compañías pueden desempeñar es diseñar un ambiente estimulante donde estos miembros puedan ser productivos con el objetivo de generar resultados más eficientes. Incluso, algunas organizaciones proveen capacitaciones con la intención de impulsar estas habilidades que son esenciales para el mañana.
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