Las coloraciones rojizas en sus aguas la convierten en una de las reliquias naturales más importantes de la región.
Los sedimentos naturales del lugar y el pigmento de algunas algas tiñen de rojo el agua salada de la Laguna Colorada en Bolivia, misma que pertenece a la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa.
En contraste con sus tonalidades características, en algunas secciones del paraje se encuentran dispersos pequeños islotes de bórax, químico conocido como sal de boro, que en las lejanías se asemeja a la nieve. Estos depósitos alojan compuestos cristalinos que se diluyen en el agua y se forman debido a la evaporación continua de los lagos estacionarios.
Es habitual encontrar distintas aves autóctonas posando, pues en este hábitat es donde emparejan, anidan y crían los flamencos andinos, chilenos y de James, estos últimos se encuentran actualmente en peligro de extinción.
La reserva incluso acoge cerca de 80 especies de aves, quienes visitan los alrededores de la Laguna Colorada. Además cuenta con la presencia de mamíferos como por ejemplo, pumas, zorros, gatos andinos, llamas domesticadas y alpacas. También suelen encontrarse reptiles, anfibios y peces.
Con una superficie de 54 km2 y una profundidad de 35 cm, su lámina de agua juega con el clima y la hora del día con el fin de pintarse de marrón hasta rojo carmín.
El lago rico en plancton se posiciona en la zona donde se desarrolló la civilización aimara, cuyas tradiciones y creencias influenciaron a los habitantes de la región.
Una de sus leyendas denomina a esta laguna como “el lago maldito” y cuenta que quien bebiera de este moriría, ya que el mismo diablo se habría encargado de envenenar sus aguas y dándoles una tonalidad rojo “sangre”. Asimismo, la historia indica que cuando estas se tornen amarillas o verdes es porque se acercan visitantes no deseados.
Un espectáculo turístico
Actualmente, a pesar de las altas temperaturas y algunas noches heladas, los turistas suelen ir de excursión por la zona y visitar las aguas termales a su alrededor. Algunas personas acostumbran hacer el recorrido a la reserva, si tú lo haces, de camino a la Laguna Colorada podrás encontrar varios paisajes emocionantes antes de que su vista te deje sin aliento.
Podrías toparte con el Salar de Uyuni, donde radica el famoso Árbol de Piedra, igualmente está el volcán Ollague, la Laguna Verde o las de Hedionda y Shiarkota, quizás el Cementerio de Trenes o los géiseres Sol de Mañana. Sea cual sea la ruta que decidas tomar, esto te preparará para ser testigo de uno de los elementos más sorprendentes del Altiplano andino.
Bolivia escogió la Laguna Colorada como una de las Siete Maravillas del Mundo; a pesar de que al final no figuró en la lista, sus paisajes contrastantes son imperdibles, sobre todo en el atardecer donde los colores se avivan a flor de piel.
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