Por Redacción TNE
Emprender con tu cónyuge es posible, además que trae múltiples beneficios si se lleva a cabo correctamente.
Existen muchos pros y contras por los que deberías iniciar un negocio con tu pareja, primero que nada: no hay nadie que te conozca mejor y en quien puedas confiar a plenitud, éstos son los principales beneficios, sin embargo también están las desventajas en las que se puede cruzar la delgada línea de lo personal con lo profesional y terminar llevándote el trabajo a casa; cosa que nadie quiere.
La flexibilidad de horarios de ambos es grandiosa y se puede adaptar a los itinerarios de tus hijos, sin embargo también hace que se reduzca la estabilidad del hogar a un solo ingreso, la oportunidad de ganar es grande, pero los riesgos también lo son.
Si ya estás completamente convencido de crear un negocio con tu cónyuge, sigue las siguientes reglas de oro que te ayudarán a llevarlo al éxito y mantener una buena relación sin conducirte al desastre:
Establece bien los roles
Dividir las responsabilidades en la empresa es la clave para mantener la armonía y sobre todo la productividad, deja claro a tus colaboradores quién es responsable de qué y respeta esos roles, no se inmiscuyan uno en las tareas del otro, entre más alejado estés de tu pareja, más valorarás sus aptitudes y habilidades; esto creará una verdadera relación de trabajo en equipo.
Pongan reglas
Al haber establecido roles y respetarlos, lo más importante es poner normas que sean inamovibles, sobre todo que se relacionen con la división entre lo personal con lo profesional, es muy importante que dejen claro que la oficina se quedará en la oficina. Por ejemplo, acuerden que después de las 7 pm ya no deberán discutir cuestiones de la empresa o en la mesa al cenar con sus hijos. Aquí es donde es preciso imponer un horario específico, donde predestinen momentos para crear juntas sobre ciertos temas, no en todo momento.
Creen espacios separados
Otra de las claves más importantes es mantener la distancia con tu pareja, cada uno debe tener su propia rutina y lugar de trabajo. Estar juntos todo el tiempo es uno de los impulsores del desastre, deberán construir su propio espacio, oficina, escritorio, separado del otro. Así cada quien se concentrará en hacer su trabajo y la productividad fluirá, además de que la armonía no se verá perjudicada.
Aprendan a discutir objetivamente
Una cosa es tener argumentos personales, otra que sean discusiones profesionales y otra muy distinta es terminar mezclando ambas en un mismo argumento. Es muy importante que aprendan a recibir crítica constructiva y jamás se tomen nada personal, aumenten su capacidad para tolerar y saber perder. Apéguense cada uno a sus tareas y si es preciso delegar actividades, háganlo, sin embargo comprendan que no siempre van estar de acuerdo en todo y no siempre van a tener la razón.
Su relación siempre es primero
Llevar un negocio en pareja es intenso y cansado, sin embargo tiene una gran ventaja, el éxito siempre es compartido, por lo que deben celebrarlo juntos y de forma recurrente. Halaguen sus logros, pongan metas y al cumplirlas, dejen de lado la empresa y salgan a festejar. A veces deberán fingir como que no trabajan juntos, otras veces deberán funcionar como uno mismo, muy apasionados con lo que hacen e involucrados con lo que han creado, sin embargo la clave es jamás olvidar que ante todo primero está su relación. Establezcan un código que se los haga recordarlo de vez en cuando.