Investigadores en diferentes frentes desarrollan herramientas para mejorar la producción del campo sin dañar los cultivos y conseguir desalinizar y purificar el agua en menos de 30 minutos.
¿Qué harás cuando el gobierno anuncie recortes en el suministro de agua? ¿A qué le darás prioridad? ¿Beber? ¿Cocinar? ¿Higiene? Encima de esto, ¿qué ocurriría si escasea la producción de alimentos debido a un bajo rendimiento en la agricultura? De seguro no es una buena combinación; sin embargo, la tecnología juega un rol crucial para la sustentabilidad.
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Blue River Technology es una de las empresas que impulsa la siguiente generación de máquinas inteligentes. Con la ayuda de estas herramientas, los granjeros logran tener un mejor control de las hierbas que afectan los cultivos y reducir costos.
Los robots integran cámaras, visión computacional y machine learning para desarrollar un spray y rápidamente identificar las plantas nocivas y rociarlas sin dañar el cultivo.
A medida que las máquinas conducen a través del campo recolectan imágenes que posteriormente son analizadas con el apoyo de una red neural convolucional (RNC) crean un mapa sobre la ubicación de los cultivos y las hierbas. Una vez identificadas estas últimas, son rociadas para eliminarlas.
Todo este proceso ocurre en cuestión de milisegundos, lo que permite al agricultor cubrir la mayor cantidad de terreno posible en el menor tiempo. De igual manera, el procedimiento se da al momento, porque lo no se depende de la nube. De hecho, el poder computacional se apoya en Blue Gene, uno de los superordenadores de IBM.
Agua de la playa hasta tu mesa
Son siete los océanos que cubren la Tierra y aún así en cualquier instante un sector de la humanidad, si no es que toda, puede padecer de sed. No obstante, este problema puede quedar en el pasado gracias a los avances en la tecnología.
Un grupo internacional de investigadores, bajo el liderazgo de la Universidad Monash en Melbourne, Australia, ha creado una nueva solución que potabiliza el agua salobre o de mar. Esto con el apoyo de la energía solar y de marcos de metal orgánico (MOF, por sus siglas en inglés).
El modelo denominado PSP-MIL-53 es capaz de atrapar impureza, así como la sal del agua del mar y el agua sucia. Entre los resultados de la prueba se encontró que este MOF redujo los sólidos disueltos en el agua de 2,233 partes por millón (ppm) a 500 ppm. Este nivel incluso está por debajo de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 600 ppm para tomar agua de forma segura.
Una de las ventajas de este procedimiento es que se en menos de 30 minutos y usa menos energía que otros métodos de desalinización. Además, los cristales de MOF pueden volverse a usar en cuestión de minutos al regenerarse con la energía del sol.
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“La energía solar es la fuente de más abundante y renovable que hay en la Tierra”, comentó Huanting Wang, profesor del Departamento de Ingeniaría Química en la Universidad de Monash. “Nuestro desarrollo […] provee una solución para la desalinización amigable con el medio ambiente”.
No hay duda de que la humanidad puede enfrentar problemas severos de hambruna y de sed, pero con la ayuda de la tecnología para la sustentabilidad, estas situaciones podrán mitigarse o incluso erradicarse.
