Ve más allá de contar una buena historia, haz que tus clientes y seguidores vivan tu marca para que comprendan qué es lo que buscas lograr con tu oferta.
Bien dicen que las acciones valen más que las palabras, porque demuestran de lo que están hechas las personas. Lo mismo ocurre con las empresas, donde, si bien es válido contar historias que inspiren a los clientes y seguidores, lo más importante es demostrar cómo sus productos o servicios son los más relevantes. Por ello, impulsa a tu marca con el storydoing.
La competencia es ardua y captar la atención de los consumidores se vuelve un gran desafío. En aras de mostrarles por qué eres la mejor opción para ellos, debes poner en práctica aquello que pregonas y cómo es que atiende las necesidades y resuelve los problemas que enfrentan los clientes.
No se trata de hacer a un lado el storytelling sino que este debe ser el inicio que catapulte la acción, a través de una consistencia que vaya en función de los objetivos y genere lealtad hacia la empresa. Esto implica tener mucho cuidado a fin de evitar caer en una hipocresía que dañe la reputación del negocio e impacte de forma negativa en su credibilidad.
Implementar de forma correcta el storydoing implica comprender con claridad el contexto de tu audiencia. Primero, debes de entender cuáles son sus principales preocupaciones y cómo puedes responder para contribuir a que se sientan felices. Recuerda que todos buscamos esa sensación de bienestar que aporte tranquilidad, ¿cómo lo puedes reflejar a través de tus productos o servicios?
En segunda instancia es fundamental encontrar un punto de conexión con tu marca. De esta manera podrás determinar cómo tu negocio y oferta contribuye a resolver el problema del consumidor.
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Como tercer paso, es imperativo detener la disposición para actuar a fin de mostrar compromiso y diseña un plan para generar acciones específicas. De lo contrario, caerás en la trampa de contar una historia que carece de credibilidad y por lo tanto termina como un tiro por la culata.
Un ejemplo muy sencillo y contundente del storydoing es el café gratis de McDonald’s los lunes por la mañana. Aunque alguien no sea fan de esta cadena de restaurantes, difícilmente se puede resistir a un café sin costo. Tal vez estando ahí decida acompañarlo con otros alimentos o regresar otro día a comprar café.
Ahora bien, si ya estás dispuesto a implementar dicha estrategia de marketing, entonces debes de tomar en cuenta lo siguiente:
- Define objetivos: ¿quieres incrementar ganancias, conseguir más engagement en tus publicaciones de redes sociales o llamar la atención de prospectos que apenas te conocen (o no)?
- Crea a un buyer persona: establece un perfil de comprador para conocer qué es lo que atrae y gusta a tus consumidores. Sólo así podrás brindarles experiencias enriquecedoras que les generen satisfacción respecto a tu oferta.
- Enfócate en las emociones y en las personas: asegúrate de que tus clientes o seguidores sean los protagonistas de las historias que cuentas. Así lograrás un mayor impacto en sus vidas. Si te gustan los autos de carreras, quizá recuerdas aquella activación donde tuviste la oportunidad de subirte a uno de estos vehículos, mientras el piloto pisaba el acelerador.
- Comunica los valores: cerciórate de que tu contenido transmita lo que te hace único y distingue de la competencia. No olvides marcar las diferencias, porque así será más fácil que tengan en mente.
A pesar de tener tus metas establecidas respecto a tu estrategia basada en un marketing de acción, toma en cuenta que no puedes tener el control total. Ábrete a la oportunidad de que los usuarios también el potencial de contar y ser partícipes de historias que reflejen el impacto positivo de tu oferta.
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No lo pienses más, impulsa tu marca con el storydoing para expandir tu presencia y llegar a potenciales compradores. Mientras otros cuentan cómo lo hacen, ofreces la experiencia. ¡Manos a la obra!