Modifica tus patrones de pensamiento, asume nuevos hábitos y aléjate de todo aquello que te distraiga para lograr tus objetivos. Simplifica tu vida y enfócala en lo verdaderamente importante.
Una año más que termine, ¿cómo te sientes? ¿Abrumado? ¿Sin rumbo? ¿Con poco tiempo y con ganas de hacer muchas cosas? Haz una pausa, aprovecha estos días de descanso para reflexionar sobre el giro de 180° que darás para mejorar tu vida, lo que se traducirá en un mejor rendimiento personal y profesional.
Mark Manson, en su libro El sutil arte de que te importe un carajo (Harper Collins México, 2019) habla de cómo las personas le damos demasiada importancia a diversos asuntos que en realidad no la tienen, cuando sólo deberíamos darle prioridad a lo que de verdad es relevante y contribuye a poder trascender.
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Tu tiempo es limitado, tratar de complacer a todos y realizar un sinfín de actividades porque sientes que puedes, es un error. Por ejemplo, eres un emprendedor joven que está impulsando su negocio, esto conlleva dedicación más allá de las “horas de oficina”, pero también quieres ir de fiesta y desvelarte hasta altas horas de la madrugada.
Imagina cómo andarás al día siguiente por querer llevar ese estilo de vida de eterno adolescente. Tras pensar en esto, reconoce que es necesario concentrar pensamientos y acciones de forma efectiva, dejando a un lado aquello que no sume a tu vida, ya sean personas o actividades, ¡inclusive productos o servicios!
De igual manera tiendes a compararte con los demás, ya sea porque cuentan con un mejor trabajo, un carro último modelo, ya se casaron y tienen hijos. Esto, entre otros aspectos con los que puedas llegar a equipararte, pueden generarte mucha frustración, haciéndote sentir raro y diferente, como si algo estuviera mal contigo.
Por lo anterior, un primer paso para sentirte más libre y menos abrumado, es estar cómodo con ser distinto, lo cual requerirá que seas firme con tus convicciones y valores a pesar de las condiciones adversas, mientras guías todas tus acciones, ya sean personales o laborales, con base en tus creencias.
De igual manera, tendrás que aprender a elegir tus batallas porque hacerlo por tu cuenta supone un desgaste innecesario que puede impactar en tu salud tanto física como mental.
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Ahora bien, al escoger qué es lo que te importará en tu vida, no sólo se trata de buscar ser feliz y realizarte como persona, quien no piense así está perdido. Más bien tienes que analizar cuáles son los sacrificios que quieres hacer, los dolores que estás dispuesto a soportar para cumplir tus sueños. Si tienes claro esto, ya estás del otro lado.
La felicidad, de acuerdo con el autor, sólo la conseguirás cuando decidas cuáles serán los problemas que decidas solucionar. Tienes que mantenerte activo, tomar decisiones que te impulsen a crecer y mantenerte en rumbo, al tiempo en que te alejas de todos esos distractores que te frenan.
Toma en cuenta que siempre estás tomando decisiones, pequeñas o grandes, así que sólo es cuestión de que aprendas a interpretar de forma más consciente tu entorno; es decir, que no vayas en automático. Incluso tienes el poder para interpretar lo que te ocurre bajo una perspectiva de sufrimiento o de aprendizaje con el fin de establecer nuevos parámetros enfocados a cambiar tu vida.
Por lo anterior, será vital que modifiques la forma en que te percibes a ti mismo, sólo así podrás comenzar a definir las acciones que te lleven a superar tu sensación de zozobra y ansiedad.
Cuando decidas simplificar y mejorar tu vida, enfocándote en lo verdaderamente importante, pagando el precio que conlleva, sólo te quedará responder una pregunta. ¿Cuál es el legado que quieres dejar en el mundo? ¿Cómo quieres ser recordado?