¿Placer culposo? Olvídalo. Aprovecha los beneficios que aporta para incrementar tu actividad cerebral, aumentar tu energía y mejorar tu rendimiento.
Piensas en chocolate, a tu imaginación (y al paladar) viene esa sensación cremosa que se derrite en tu boca y una gran sonrisa se dibuja en tu rostro. No sabes si sentirte culpable… ¡No lo hagas! Resulta que, contrario a lo que se cree, es benéfico para la salud y contribuye a potencializar la inteligencia. Pero, ¡ojo!, no todos los chocolates.
Consumir cantidades moderadas de dark chocolate, por lo menos una vez a la semana, mejora la salud de distintas maneras. Una de ellas incide en un aspecto que a todos seguro nos interesa: la inteligencia.
Beneficios para el cerebro y el cuerpo
El chocolate oscuro es el que, de acuerdo a los expertos1, posee los componentes que contribuyen a mejorar la salud cerebral. Lo ideal es que éste se componga de un 70% o más de cocoa.
Un porcentaje menor significa que cuenta con más azúcar; basta con analizar las etiquetas para evaluar su composición.
Uno de los principales elementos que lo integran son los flavonoides (metabolitos secundarios de las plantas). En un estudio realizado a lo largo de 70 años, el Maine-Syracuse Longitudinal Study (MSLS)2, el psicólogo Merrill Elias consideró que estos nutrientes inciden en el cerebro de manera positiva. Estos representan el 20% de los granos de cocoa y se argumenta que son responsables —en parte— de cuidar el organismo contra la disminución de la actividad cerebral con el paso de la edad.
Se cree que estos componentes vegetales incrementan el flujo sanguíneo del cerebro, lo que se traduce en una mejora en sus diversas funciones; por otro lado, contribuyen a la formación de nuevas neuronas, reforzando la conexión entre ellas y protegiéndolas de los radicales libres (átomos inestables que son liberados a partir de la metabolización de los alimentos). Además, el chocolate contiene metilxantina, cafeína y teobromina que asociados a mayores niveles de alerta, mejoran las habilidades mentales.
Georgina Crichton, investigadora en nutrición de la Universidad de Australia, aporto otros hallazgos los cuales comentó en una entrevista al Washington Post donde expone cómo los participantes del estudio realizado por ella, progresaron en actividades cotidianas como “recordar un número de teléfono o una lista de compras, realizar dos tareas a la vez, como hablar y conducir al mismo tiempo”.
“De esta manera el estudio comprueba que no es la habilidad cognitiva la que afecta el consumo del chocolate, sino que éste incide en la primera”, declaró Elias al periódico.
Otro reporte publicado en el American Journal of Clinical Nutrition3 sugiere que el consumo regular de cacao incrementa las funciones cerebrales en adultos mayores. En el primero, 90 personas, entre 61 y 85 años con buena memoria y pensamiento, se les suministró cantidades bajas, medias y altas de flavonoides de cacao; quienes lo hicieron en los últimos dos niveles, mejoraron en su desempeño en pruebas que midieron la atención, la memoria y realización de tareas.
Ya se mencionaron los beneficios cognitivos, pero también este dulce contribuye a mantener sano el corazón y los vasos sanguíneos, pues reduce el riesgo de sufrir ataques al corazón, infartos cerebrales y otras enfermedades cardiovasculares. Además, ayuda a mantener los niveles de presión sanguínea y mejorando los del colesterol.
Entre más oscuro sea el chocolate, más baja será la presión y menor el riesgo de un ataque cerebral.
Aquellas personas que previamente sufrieron de un infarto al corazón, disminuyeron las probabilidades de muerte por este mal en un 66% al comer chocolate dos veces a la semana en comparación con aquellos que no lo hicieron4.
Una investigación publicada en 2015 se enfocó en analizar la salud de 20 mil individuos durante 11 años.
La conclusión a la que se llegó fue que, de acuerdo a la evidencia recolectada, se sugiere que una mayor ingesta de chocolate está asociada con menores riesgos cardiovasculares y que éste no debe ser evitado por aquellos a los que les preocupe sufrir algún incidente5.
Otro estudio menciona que los flavonoides que se encuentran en el polvo de cacao y en el dark chocolate pueden mejorar los niveles de colesterol. El LDL (lipoproteínas de baja densidad), el colesterol malo, es más nocivo cuando sufre el daño de los radicales libres, mismos que provocan su oxidación, lo cual se considera juega un papel crucial en el endurecimiento de las arterias, situación que puede prevenirse mediante el consumo de los componentes vegetales6.
Estos también aumentan la producción de gas de óxido nítrico en el cuerpo, el cual ocasiona que los vasos sanguíneos se dilaten, mejorando la circulación y disminuyendo la presión.
También evitan que las plaquetas se agrupen y formen coágulos previniendo que se tapen las arterías, ayudado a reducir los riesgos que afecten distintas partes y órganos del cuerpo.
Consúmelo moderadamente y pon de tu parte Lo anterior no debe ser considerado como carta blanca para no medir la ingesta de chocolate.
Crichton señaló que ésta debe ser balanceada respecto a otras dietas y estilos de vida. Una cantidad apropiada sería una onza o 25 gramos a la semana, lo que equivaldría a un tercio de una barra de chocolate.
Por su parte, el Dr. Merrill Elias considera que “el consumirlo al menos una vez a la semana resulta provechoso independientemente de los beneficios para la salud y el desempeño cognitivo en aquellos que no tienen restricciones para ingerirlo”7.
Lo recomendable es que se consuma la cantidad según las necesidades de la persona y que la hagan sentir bien; por un lado para no sobrepasar las calorías requeridas y tampoco con mucha frecuencia al punto que interfiera o reemplace alimentos saludables, como los vegetables.
Si el chocolate produce un estado de bienestar y además mejora las habilidades cognitivas, aprovéchalo para realizar actividades que ejerciten tu intelecto (lectura,
armar rompecabezas, entre otros) y contribuyan a mantener saludable tu cuerpo, como hacer ejercicio para bajar de peso (de hecho éste dulce contribuye a lograrlo).
Busca la asesoría de un nutriólogo para elaborar un plan de alimentación que sea el
adecuado para ti. Vivimos en un mundo caracterizado por la comida rápida y el sobrepeso, no obstante no debemos renunciar a esos placeres sencillos, aún más si abonan a mejorar el desempeño mental.
No te quedes sentado comiendo chocolate y a esperar a que todo ocurra por arte de magia, ten la iniciativa para aprovechar este “combustible” y lograr cambios en tu estilo de vida.
Referencias:
1Psychology Today., 2Independent.co.uk, 3Healthline, 4University Health News., 5draxe.com, 6Healthline.com, 7Medical Daily