Dormir bien es un proceso que el cuerpo necesita para mantener el organismo estable en todos los sentidos, evitando que tus actividades diarias se vean afectadas.
Por Redacción TNE
Tradicionalmente se ha enseñado al ser humano que debe dormir ocho horas de forma ininterrumpida para descansar bien, sin embargo este tema va mucho más allá de estar en una cama y cerrar los ojos, es un proceso que el cuerpo necesita para recuperarse y poder estar al día siguiente en óptimas condiciones para continuar con sus actividades y ser productivo.
El sueño es un estado cerebral activo necesario para generar cambios hormonales, metabólicos, térmicos, neuronales y bioquímicos que el cuerpo no realiza si estuviera despierto.
En México se calcula que hasta un 40% de la población tiene problemas para conciliarlo1 debido a trastornos como los ronquidos, apneas (dejar de respirar por unos segundos)2, provocadas porque las vías respiratorias se bloquean; así como el insomnio, cuyas causas principales se atribuyen al estrés, la depresión y la ansiedad.3
La buena calidad del sueño consiste en dormir bien durante un horario adecuado.
Por ejemplo, en teoría un recién nacido puede hacerlo hasta 20 horas diarias, un niño de cinco años requiere unas 10 ó 12 horas de reposo más una siesta a medio día, uno de 10 a 12 años tiene suficiente con 10 horas durante la noche y a un adulto joven le bastan entre 7 u 8 horas. Las personas mayores tienen menos requerimientos de descanso, su ideal son 5 ó 6 horas.
La realidad es que el mismo cuerpo marcará la pauta, será suficiente cuando se tenga un despertar espontáneo, aunque con la vida moderna es prácticamente imposible lograrlo al depender de una alarma para iniciar la jornada. Ante esto, se recomienda que cada persona aprenda a conocer su organismo y decida con cuántas horas de descanso funciona bien al día siguiente.4
La siesta es una práctica que en México no es muy considerada, a diferencia de España o Japón en donde las actividades se frenan después del medio día para descansar. La Fundación Nacional del Sueño en Estados Unidos sugiere “una pestañita” que dure entre 15 y 30 minutos al terminar de comer, con ello se mejorará el estado de alerta del cuerpo. Dormir más tiempo puede ser contraproducente porque puedes levantarte aturdido y ya no hacerlo durante la noche.
Un problema de cuidado y productividad
No descansar provoca situaciones más graves que unas simples ojeras debajo de los ojos; quien duerme poco se puede poner en riesgo desde que sale de casa, toma su automóvil y lo conduce.
Anualmente sólo en Estados Unidos se registran 110 mil incidentes relacionados con trastornos del sueño5, la mayoría accidentes automovilísticos y laborales.
El sueño tiene múltiples funciones: fisiológica, homeostática (mantener estable el organismo), de conservación y restauración de la energía, descanso, activación de los procesos cognoscitivos como la atención y consolidación de la memoria, etc. así que puedes hacerte a la idea que una mala noche, trae un sinnúmero de consecuencias.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, conducir cansado puede ser tan peligroso como manejar en estado de ebriedad; la razón es que a nivel conductual una persona que no duerme correctamente experimenta alteraciones cognoscitivas que se traducen en fallas de atención, concentración, memoria, retardo en el tiempo de reacción, disminución en la destreza motora, etc. Estas mismas deficiencias llevadas al ámbito laboral ponen en riesgo la creatividad, atención, así como dejar de ver oportunidades; para quienes trabajan con máquinas o en actividades mecánicas, su integridad física puede verse comprometida.
Dormir lo suficiente y con calidad es una parte indispensable y vital para mantener la salud física, mental, emocional y bienestar general.
Es esencial para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión arterial, diabetes o padecimientos coronarios.
La Asociación Mundial de Medicina del Dormir (WASM, por sus siglas en inglés) estableció el Día Mundial del Sueño, el tercer viernes de marzo en el 2016, para concientizar sobre los males que puede provocar el no prestar atención a este tema ya que de la población que tiene un trastorno, sólo una tercera parte busca atención especializada para eventualmente tener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
No atender un problema de sueño además de dañar la salud, provoca en las empresas baja en la productividad y ausentismo de los empleados, que a la larga puede llegar a representar un problema económico, por ejemplo Estados Unidos reportó en el 2014 que las pérdidas ascendieron a 63 millones de dólares, un tercio por faltas en el personal y el resto por disminución del rendimiento laboral.6
Que la tecnología no te afecte
¿Sabías que si antes de acostarte revisas tu smartphone estás desajustando tu reloj interno? La National Sleep Foundation de Estados Unidos realizó un estudio con mil 500 personas para ver si la tecnología tenía alguna relación con el hecho de no poder dormir. El 95% reconoció utilizar algún tipo de aparato electrónico ya estando en la cama o por lo menos una hora antes de hacerlo.
De éstas, un 60% señaló haber padecido insomnio o tener pocas horas de descanso a la semana. La fundación con apoyo de la Escuela de Medicina de Harvard explicó científicamente lo que sucede: la exposición a la luz artificial antes de ir a la cama suprime la liberación de melatonina, la hormona que fomenta el sueño, reforzando un estado de alerta que a su vez modifica el ritmo cardíaco, haciendo más difícil caer en un sueño profundo.
Para evitarlo, los expertos recomiendan que el dormitorio se use para dormir, no para trabajar o ver televisión; además, es importante deshacerse de todos los dispositivos por lo menos una hora antes de ir a la cama, para de esta forma asegurar que tendrás una noche reparadora.
Si quieres verdaderamente descansar, recargar las pilas al 100% y dar lo mejor de ti al día siguiente proponte dormir bien, olvidando los pendientes que quedaron y sin tener en la cabeza qué harás en las siguientes horas. Simplemente cierra los ojos y desconéctate.
Al lograrlo verás efectos positivos en ti mismo; tu aspecto será jovial, fresco y radiante, mientras que tu atención, memoria y productividad laboral se incrementarán considerablemente.
Referencias:
1Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, 2Biblioteca Nacional de Salud de EE.UU., 3Warwick Medical School, Reino Unido, 4Laboratorio de Trastornos del Dormir, Facultad de Psicología UNAM, 5Organización Mundial de la Salud, 6Departamento del Trabajo, EE.UU.
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