La startup con sede en Melbourne asegura que el revolucionario sistema operativo que impulsa el funcionamiento de la computadora mediante la integración de neuronas humanas con hardware de silicio tiene el potencial de redefinir por completo la computación.
La startup australiana Cortical Labs ha logrado un hito en la historia de la computación con el lanzamiento de CL1, la primera computadora biológica comercial del mundo. La compañía aprovechó la celebración del Mobile World Congress 2025 en Barcelona, para presentar esta innovadora tecnología que es capaz de procesar información mediante neuronas humanas que son cultivadas en un laboratorio, ofreciendo una alternativa revolucionaria a los procesadores tradicionales.
Una computadora única en su tipo
Durante la presentación de la CL1 en el MWC 2025, el CEO de Cortical Labs, Hon Weng Chong, aseguró que su nueva computadora biológica es más dinámica, sostenible y tiene una mayor eficiencia energética, en comparación con los chips de silicio convencionales que requieren los modelos de inteligencia artificial más avanzados que existen en la actualidad.
“Esta computadora requiere insumos mínimos y consume sólo una fracción de la energía utilizada por otras tecnologías, lo que permite plazos de investigación más largos”, señaló el director ejecutivo.
Además de lo anterior, Weng Chong añadió que el funcionamiento de la CL1 necesita entre 850 y 1,000 vatios de energía, lo que equivale a sólo una pequeña parte de los millones de watts anuales que son consumidos por los centros de datos que impulsan a los modelos de IA de última generación.
Por otro lado, los investigadores de Cortical Labs destacaron que uno de los aspectos más innovadores de la CL1 recae en su capacidad de aprendizaje adaptativo, ya que sus redes neuronales pueden evolucionar y optimizar sus respuestas con el tiempo, asemejándose a la forma en que el cerebro humano procesa la información.
¿Qué vuelve a la nueva CL1 de Cortical Labs una computadora biológica?
Los desarrolladores de CL1 explicaron que el éxito de su nueva computadora se basa en un modelo de Inteligencia Biológica Sintética o SBI, por sus siglas en inglés, el cual permite la comunicación bidireccional entre neuronas y componentes de hardware.
Lo anterior es posible gracias a biOS, un sistema operativo integrado en el modelo de SBI que fue diseñado especialmente para interactuar con neuronas, permitiendo que estas adapten su actividad a entornos simulados y reaccionen en tiempo real a tareas computacionales.

De acuerdo con los investigadores de la startup australiana el SBI es el resultado de seis años de investigación y perfeccionamiento de tecnologías previas, como DishBrain, un sistema que crearon en el 2022, a través de cual lograron hacer que neuronas cultivadas aprendieran a jugar al videojuego Pong, similar al Atari. Con este avance, Cortical Labs logró mejorar la estabilidad del sistema y facilitar su aplicación en investigaciones más complejas, lo que les permitió construir CL1.
El microchip de la computadora de Cortical Labs almacena neuronas cultivadas a partir de células madre humanas sobre una matriz de electrodos, lo que les permite recibir y responder a estímulos eléctricos. Mientras tanto, el SBI está alojado en una unidad de soporte vital que proporciona las condiciones óptimas de temperatura y circulación del aire para que las neuronas cultivadas sobrevivan y puedan funcionar adecuadamente durante por lo menos seis meses.
¿Qué sigue para CL1?
A pesar del gran revuelo que ha causado la presentación de la nueva CL1, el director ejecutivo de Cortical Labs subrayó que su nueva computadora biológica no fue diseñada para sustituir a las computadoras tradicionales en tareas cotidianas, sino como una herramienta avanzada de investigación que puede ayudar a los científicos a comprender mejor el procesamiento de información a nivel neuronal, estudiar el aprendizaje en tiempo real y ampliar el conocimiento sobre algunas enfermedades neurodegenerativas y cognitivas sin la necesidad de pruebas en animales.
Por lo pronto, Cortical Labs ha puesto a la venta la nueva CL1 por un precio inicial de $35,000 dólares por unidad, con planes de expandir su disponibilidad a través de una plataforma digital que permita el acceso remoto a las capacidades de la computadora, mediante una técnica llamada Wetware-as-a-Service. Este servicio permitirá a los investigadores ejecutar experimentos sin necesidad de contar con el hardware físico, accediendo a la potencia de CL1 a través de la nube.
La compañía adelantó que según su hoja de ruta, las primeras unidades de su nueva computadora biológica deberían estar listas para comercializarse a partir del segundo semestre del 2025. Además, señaló que están trabajando en una infraestructura de servidores de redes neuronales para seguir escalando la potencia de sus ordenadores.
Con el lanzamiento de CL1, Cortical Labs está allanando el camino para la llegada de una nueva generación de computadoras más sostenibles y con una capacidad de razonamiento que jamás había sido alcanzada. Diversos expertos coinciden en que a medida que esta tecnología continúe evolucionando, su impacto en la investigación científica y en la industria podría ser tan disruptivo como lo fue en su momento la llegada del Internet.