Por Redacción TNE
Ambas cualidades son esenciales para desarrollar una base sólida hacia una ventaja competitiva en el mercado.
Cuando un consumidor voltea sus ojos hacia tus productos o servicios ya captaste su atención y es posible que se convierta en un cliente regular, sin embargo debes mostrarle que eres la persona en la que puede depositar credibilidad y confianza, así como su capital.
¿Qué debes hacer para conseguirlo y de esta forma lograr que tu compañía sea más competitiva? Cultivar la confianza es una habilidad que cualquier persona puede desarrollar, basta prestar atención a ciertas formas de actuar en el día.
Sé íntegro y auténtico. La integridad es hacer las cosas bien sin importar que otros estén o no presentes, por ejemplo decirle no a la corrupción ante cualquier circunstancia; por su parte la autenticidad es una práctica diaria que se demuestra siendo uno mismo, sin fingir que eres un personaje distinto para agradar a otros. Cuando muestras ambas cualidades ante los demás, ganas puntos automáticamente.
Siempre escucha. Una de las mejores formas en las que puedes demostrar que eres alguien de fiar es dedicando tiempo a otros para escucharlos. Por un lado, la gente se sentirá apreciada e importante, mientras que tú tendrás una valiosa oportunidad de aprender de otros a través de sus experiencias. Como empresario, saber qué piensa tu cliente es básico para mejorar.
Ve a los ojos. Parece algo muy simple, pero no todos lo consiguen y sin duda es la mayor característica de que una persona puede confiar en otra. Sostener la mirada, aunque el tema a tratar sea complicado significa que se está hablando con la verdad.
Muestra empatía. Algo es seguro, la gente confía y le cree a aquellos que demuestran preocuparse por alguien más. Ser empático, es decir “ponerse en los zapatos de los demás” te ayudará a entender lo que tus consumidores necesitan y cuando ellos vean esa cualidad en tu negocio, seguirán fieles.
Sé honesto. La mejor política personal y empresarial que puedes establecer es la honestidad. Aunque las cosas no marchen bien o hayas tenido una grave falla, siempre será mejor hablar con la verdad, disculparse y buscar la forma de remediarlo a engañar o mentir. Las personas afectadas valorarán el hecho de que aceptes que algo estuvo mal, sin embargo no perdonarán ser engañados.
En un mercado tan competitivo, las organizaciones llegan a utilizar todo tipo de estrategias para ganar clientes, sin embargo si deseas que tus consumidores sean fieles por largo tiempo a lo que tú ofreces, no hay mejor arma que ser confiable ante los ojos de los demás.