Persuade a los potenciales inversores para que se interesen en tu startup. La competencia es ardua, pero con la determinación adecuada podrás lograrlo.
Por Redacción TNE
Ya tienes una idea con enorme potencial para convertirse en un emprendimiento porque estás convencido de que generará un gran impacto. Sin embargo, ahora deberás realizar una tarea que, en apariencia sencilla, requiere de una buena preparación porque representa la posibilidad de conseguir los recursos para impulsar el proyecto o quedarte en el limbo: convencer a quienes invertirán en ti.
Lo primero a considerar es que cada inversor es diferente, incluso toma en cuenta sus propios criterios para tomar decisiones a la hora de apoyar una iniciativa. Algunos simplemente se basan en hechos mientras que otros se apoyan más en la intuición y en su sentir respecto a los emprendedores; en ocasiones toman riesgos y en otras son más reservados. Sin importar cómo se caractericen, enfrentas el reto de persuadirlos de que tu idea es el próximo hit, pues a ellos les ha costado ganarse su dinero y no lo soltarán así nada más.
Si apenas estás empezando, lo importante es conformar un equipo de trabajo bien consolidado y unido, integrado por personas apasionadas que le aporten al grupo un valor más cualitativo. Es importante demostrar que hay disposición para trabajar durante largos periodos de tiempo. La relación estrecha entre los integrantes reducen las probabilidades de una ruptura que termine por afectar el crecimiento de la startup; por tal motivo, vale la pena aclarar cómo las habilidades de cada miembro y la buena comunicación contribuyen a llevar la iniciativa a buen puerto.
A la par de lo anterior, es indispensable desarrollar un prototipo, ya no sólo se trata de tener un concepto. El inversionista, ya sea un business angel o venture capitalist, necesita una prueba de que tu idea realmente funcionará, porque seguramente hay más emprendedores adelante o atrás de ti, y no querrá perder el tiempo con ideas que sólo están en el tintero. Por ello, ten claro quiénes serán los beneficiados y cómo será su experiencia; adicionalmente es importante establecer cuál será el valor de negocio según el nicho de mercado al que te diriges.
Es importante descubrir cuál es tu ventaja competitiva, esto lo logras cuando defines cómo tu producto o servicio resuelve un problema real, distinguiéndose de otros. Así tu propuesta resultará más atractiva porque los inversionistas querrán ver qué es lo que haces diferente y estarán más dispuestos a brindarte su apoyo. ¡Ojo! Esto no significa que tendrás el camino libre y no habrá quienes te pisen los talones, sino que simplemente estarás preparado para darles batalla y las probabilidades de que tú les ganes estén a tu favor.
Procura realizar tu pitch de acuerdo a tu nivel de experiencia. Si apenas comienzas a desenvolverte en el ecosistema emprendedor, considera primero comenzar a presentar tu proyecto en grupos pequeños de inversionistas, quizá menos conocidos, pero más propensos a brindar apoyo a negocios que siguen la misma línea que el tuyo. Por otro lado, si ya cuentas con una experiencia en este ámbito y tu idea tiene potencial para levantar cantidades de dinero que ronden las seis cifras, entonces apunta a lo alto, investiga quiénes son los inversionistas de mayor peso que se desenvuelven en el sector que tú quieres incursionar y búscalos.
Desarrolla un pitch de elevador, uno que duré alrededor de dos minutos y aprovecha cada oportunidad para practicarlo; incluso puedes hacerlo con tu grupo de amigos a fin de que agarres confianza, además ellos te pueden brindar retroalimentación con la intención de que refuerces tus áreas de oportunidad. Si los inversionistas piensan que no puedes explicar tu idea con claridad, mucho menos podrás ejecutarla y alcanzar el éxito. Además, a ellos les interesan aquellas startups que tengan el potencial de convertirse en actores preponderantes del mercado.
Recuerda que tu proyecto debe trascender e impactar, pues no sólo se trata de una simple moda que se persigue. Si consideras que tu proyecto no es tan ambicioso, por lo menos debes contar con los argumentos y estadísticas suficientes para demostrar que la iniciativa, al abarcar cierto segmento, puede representar una oportunidad para posteriormente incursionar en un mercado mayor.
A la hora de buscar a potenciales inversionistas es imprescindible participar en sesiones de networking donde no tengas que levantar rondas de inversión; más bien se trata de propiciar un primer encuentro de tinte casual. Con esta idea en claro, conoce a los presentes, identifica y evalúa a los candidatos que vayan acorde a tu negocio, además de reflejar tus intereses y creencias; de lo contrario sólo perderás tu tiempo y el de ellos. Posteriormente contáctalos a través de redes sociales y comienza a desarrollar una relación de negocio; a su vez, si realmente les interesa tu proyecto, mantendrán el contacto.
Ya sea a través de LinkedIn o Twitter, comparte mensajes positivos e inspiradores, así te recordarán con mayor facilidad. Por otro lado, mantente al pendiente de lo que ellos publican y toma apuntes. Cuando se llegue el momento del pitch podrás utilizar las ideas para demostrar que tus convicciones y las de ellos son compatibles.
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