Si quieres romper el techo y alcanzar nuevo límites, apóyate en la tecnología, piensa en el valor agregado que ofreces y no temas caer de vez en cuando.
Por Redacción TNE
“Ser emprendedor es el pasaporte a la libertad individual más espectacular, así uno puede elegir libremente vivir de su talento”.
-Andrés Freire, político argentino
Todos hemos escuchado las leyendas de los unicornios, criaturas míticas y sumamente raras. Todos los propietarios de negocios tienen la esperanza de que, algún día, su startup llegue a ser nombrada como tal al igual que casos de éxito como Didi Chuxing, Xiaomi y Airbnb, entre otros.
¿Qué es una empresa unicornio? El término, acuñado por la capitalista de riesgo Aileen Lee en 2013, se utiliza para nombrar a cualquier emprendimiento que supere los mil millones de dólares en valuación y el animal legendario representa la rareza estadística de estas organizaciones exitosas.
Sin embargo, con el paso del tiempo este fenómeno ya no resulta tan raro como alguna vez lo fue. Tan sólo el año pasado 57 nuevas empresas obtuvieron dicho título a nivel mundial, entre las cuales se encuentra la aplicación móvil brasileña 99, que se convirtió en la primera startup latinoamericana en conseguirlo. Aun así, esto puede tornarse en un arma de dos filos si se llegaran a crear emprendimientos por el simple hecho de nombrarse como tal en vez de realmente aportar valor.
Dentro del World Economic Forum en América Latina celebrado en Sao Paulo, especialistas en el tema, entre ellos el mexicano Enrique Ortegón, COO de Salesforce dentro de la región, discutieron sobre como este término está a punto de explotar dentro de tierras latinoamericanas, cómo pueden aprovecharlo los emprendedores para irrumpir en nuevos sectores y por qué no deben obsesionarse con lograr convertirse en uno.
¿Qué se necesita para alcanzar este desarrollo?
Utiliza la tecnología a tu favor: Mucho del éxito actual dentro de las organizaciones se debe a la experiencia del cliente. Hoy en día, las nuevas tecnologías han alcanzado tal avance que simplifican cualquier tipo de proceso. Como innovador, debes buscar las brechas existentes entre clientes e industrias ya existentes, sin tener que preocuparte en demasía por los aspectos técnicos para lograrlo. “A los emprendedores les toca enfocarse en el problema que quieren resolver en vez de tratar de construir las herramientas que necesitan”, consideró Ortegón.
Desarrolla una propuesta de valor: piensa en el beneficio que tu servicio o producto brindará a las personas. Todas las marcas deben aportar un “extra” que la compañía crea que es importante para el mercado, como satisfacer de sobremanera una necesidad existente o resolver un problema que las personas no saben que tenían.
Sin embargo, no porque ya hayas entregado una propuesta de valor significa que así llegarás a tu meta, debes crecer y expandirte continuamente para reflejar los cambios tanto dentro como fuera de tu organización. Si quieres mantenerte por delante de las tendencias de la industria, busca siempre innovar tu oferta.
Reconoce el fracaso y continúa: fallar es inevitable. Si lo haces, sé lo más objetivo posible y aprende todas las lecciones que puedas. No te cases con una idea y acepta la razón de porqué fracasaste lo más temprano posible, así ahorrarás tiempo, dinero y energía que podrías estar empleando en tu siguiente proyecto.
Ninguna compañía lo hace todo bien de una sola vez y no existe una plantilla para convertirte en un unicornio. “Casi todos los emprendimientos fracasan la primera vez y esta cultura (Latinoamérica) no lo acepta. Esto tiene que cambiar, una startup debe tener un modelo definido para el fracaso”, dijo Amiram Applebaum, Chief Scientist en el Ministerio de Economía e Industria en Israel, otro de los participantes dentro del debate.
No pienses en ser un unicornio: puede sonar extraño, pero no lo es ya que la idea de crear valor debe ser el principal enfoque en todo momento. No busques ser una organización multimillonaria sólo por tener la medalla de serlo o para alimentar tu propio ego, en vez de eso aspira a ser la solución para millones de personas.
“El concepto de unicornio es demasiado unidimensional y piensa únicamente en la valuación de la compañía. Lo importante es buscar tener impacto, generar desarrollo económico y empleos, pensar en el largo plazo y ser sustentables”, opinó Hernán Kazah, cofundador de Mercado Libre y Managing Partner en Kazsek Ventures.
Al final del día, una empresa no es buena por tener una gran cantidad de capital; sino por tener una idea inexplorada que crece. La magia de las startups unicornio reside en el valor que aportan al mercado, la solidez y consistencia de sus fundadores y su capacidad de explorar nuevos horizontes.
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