El temor de billetes contaminados fuerza a los consumidores a optar por métodos de pago digitales. Sin embargo, a medida que esta tendencia avanza, no está claro si traerá beneficios para todos.
En medio de la crisis sanitaria por el Covid-19, las personas están limitando el contacto entre sí. Los saludos de mano ya no se dan e incluso cuando pagas con tarjeta el cajero hace que tú solo despaches el pago y la retires de la terminal. Así las cosas, no hay duda de que el coronavirus le da turbo al declive del uso del dinero en efectivo.
Bajo este escenario, los pagos contactless surgen como una opción cómoda para evitar el contacto. ¿Te has preguntado por cuántas manos ha pasado el billete de 200 pesos que traes en la cartera?
Este método se caracteriza por usar tarjetas de crédito o débito, tarjetas inteligentes u otros dispositivos que operan mediante comunicación de campo cercano (NFC, por sus siglas). Por ejemplo, cuando acercas tu celular a escasos centímetros de la terminal para completar una transacción, entre otras opciones. Adicionalmente los pagos pueden realizar mediante el escaneo de códigos QR y sin necesidad de ingresar números PIN, agilizando las operaciones.
Aunado a lo anterior, el e-Commerce cobró más fuerza ante los cierres en las tiendas, obligando a los consumidores a recurrir a Internet para realizar compras y de paso disminuir el riesgo de enfermarse a causa de un billete o moneda contaminada.
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Al menos en Estados Unidos, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), exhortó a los negocios de retail a implementar métodos de pago sin contacto en la medida de lo posible. Incluso los retiros en cajeros automáticos (ATM, por sus siglas en inglés) disminuyeron en 25%1.
Dado que la pandemia continuará por varios meses y tendremos que aprender a convivir con el virus, pareciera que el uso de efectivo tiene los días contados. Los negocios que no se adapten corren el riesgo de ver afectadas sus ventas. Por otro lado, en países como México, la tecnología todavía no permea en todo el territorio nacional. Si bien se abren oportunidades, también hay otros aspectos a considerar.
Adiós al dinero fiat
Una economía basada en pagos contactless abre nuevas oportunidades para los negocios. A medida que los consumidores completen sus transacciones de forma electrónica, estos generarán grandes cantidades de datos que las empresas podrán aprovechar para integrar una visión de 360 grados de sus clientes, al conocer con detalle sus hábitos de compra y poder definir estrategias con la intención de ofrecerles un customer journey más acorde a su perfil.
Bajo este escenario, se necesitará mayor control por parte de los gobiernos u otras instituciones regulatorias. Conforme los clientes generen más datos, será fundamental para las empresas garantizar su correcto manejo y protección. Inclusive será necesario garantizar que su uso sea dentro de los márgenes que promuevan la sana competencia entre las compañías y no para perjudicar a otras.
Entre las ventajas de los pagos electrónicos se encuentra el hecho de que los usuarios reducen el riesgo de contagio y enfermedades. Además, son fáciles de usar y las operaciones se hacen con mayor rapidez al no requerir ingresar una tarjeta.
En términos de seguridad, los chips y la información están encriptados con tecnologías de vanguardia, lo que dificulta el acceso a ciberdelincuentes.
Para los negocios, los pagos contactless se traducen en transacciones más eficientes con el fin de brindar una mejor experiencia al cliente. No se requieren números PIN, reduciendo los pasos que el consumidor realiza para completar una operación.
Al mismo tiempo, los empleados, al no tener que estar realizando los cobros, pueden enfocarse en ofrecer una atención al consumidor más personalizada o asegurar que la experiencia de compra sea más dinámica y placentera.
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Además, los pagos contactless son seguros, no se corre el riesgo de fraude con el robo de tarjetas. De igual manera, se pueden establecer límites en las cantidades de dinero para evitar operaciones no autorizadas. No obstante, esta modalidad para adquirir productos o servicios también presenta desventajas.
Primero, la reducción de los volúmenes de efectivo afectaría su disponibilidad para millones de consumidores y negocios que dependen del dieron fiat2. En México, solo el 36.9% de la población está bancarizada3, por lo que el resto ni siquiera usa un cajero automático para retirar efectivo.
Incluso dentro de la industria financiera, los pagos sin contacto representan una desventaja para algunos. Por ejemplo, las empresas que producen las notas bancarias o los fabricantes y proveedores de servicio para los ATM4, tal como sucede también con los transportistas de valores, esos que de repente te encuentras en una tienda de conveniencia y en ocasiones no te sientes cómodo al verlos sosteniendo sus escopetas.
Todos estos negocios tendrían que adaptarse e innovar para ofrecer otra clase de servicios a los clientes. En el corto plazo sí se verían muy afectados por el declive del dinero en efectivo derivado del coronavirus; aunque cabe destacar que esto ya era una tendencia que venía dándose desde antes.
Por otro lado, la disponibilidad de los pagos móviles sin contacto no está garantizada en todo el mundo. Incluso algunas carteras digitales no son aceptadas en diferentes países y es posible que se requiera pagar una comisión por cada operación.
Si bien existe el riesgo de que el celular sea robado y para realizar compras no autorizada un ladrón no requiere de un PIN, es importante que los usuarios notifiquen a las instituciones bancarias de la situación, mismas que en su mayoría garantizan protección contra fraude al 100%.
Cambios en el mercado
Con el avance de la economía contactless, el consumo ‘desde casa’ tiene el potencial de alcanzar los tres trillones de dólares para el 20255. Los sectores con la mayor cuota de mercado serán tres principalmente: productos de consumo, recreación y educación. Mientras que las tres industrias con mayor crecimiento serán los servicios financieros, salud y productos de consumo.
Mientras el coronavirus avanza y el declive del dinero en efectivo está cada vez más cerca, las empresas y los consumidores deben prepararse para una nueva forma de, por un lado, ofrecer sus productos o servicios, y por el otro, adquirirlos. ¿Será posible que en 10 o 20 años todas las personas puedan realizar pagos contactless?
Referencias: 1,4 Government Technology, 2Financial Times, 3Minsait Payments, 5Monitor Deloitte