El robot Musashi aprovecha su forma similar a la humana, así como una serie de componentes y tecnologías de vanguardia para ofrecer una conducción autónoma y segura.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Tokio, cree firmemente que la solución para acabar con los atropellos, choques y accidentes provocados por automóviles de conducción autónoma es poner a una máquina al volante. Es por eso que han desarrollado un nuevo robot humanoide llamado Musashi que ha demostrado tener la capacidad para manejar un carro.
Los científicos describen a su nueva creación como un “robot humanoide musculoesquelético” que fue entrenado y programado específicamente para conducir un pequeño automóvil eléctrico a través de una pista de pruebas.
¿Cómo lograron crear un robot humanoide capaz de conducir un auto?
Musashi fue construido con base en una estructura de unidades elásticas no lineales que actúan como músculos artificiales, los cuales utiliza para replicar los movimientos que realiza un ser humano a la hora de manejar.
Según los investigadores gracias a su diseño musculoesquelético, Musashi puede utilizar sus manos mecánicas para maniobrar el volante, encender el coche y jalar el freno de mano con naturalidad. Mientras tanto, sus pies antideslizantes le permiten presionar los pedales de freno y acelerador para controlar la velocidad del auto.
Por si fuera poco, Musashi está equipado con una serie de sensores, cámaras y algoritmos de IA, entre otras “tecnologías cognitivas” que fueron colocadas en el robot para imitar cinco sentidos humanos con el fin de garantizar que siempre se mantenga alerta de lo que sucede a su alrededor mientras maneja.
Para empezar, los ojos de Musashi son dos cámaras de alta definición impulsadas por tecnología de visión computarizada que le permiten ver la ruta por la que conduce, así como a los automóviles reflejados en los espejos retrovisores, lo que le permite obtener un mayor contexto de su entorno.
Por otro lado, tiene múltiples micrófonos integrados en puntos estratégicos que funcionan como sus oídos, los cuales utiliza para captar y reaccionar ante los estímulos de sonido a sus alrededores.
Además de lo anterior, tanto sus manos como sus pies están integrados con sensores táctiles de “seis puntos”, los cuales utiliza para medir las fuerzas de tracción y compresión que actúan sobre el sensor. Esto le ayuda a calcular específicamente la cantidad de fuerza que debe aplicar sobre los pedales y el volante para lograr una conducción autónoma adecuada.
Las lecciones de manejo de Musahi
Una vez que Musashi estaba equipado con todos los componentes necesarios para poder manipular un automóvil, le enseñaron a manejar entrenándolo mediante miles de horas de videos de personas manejando.
De esta forma lograron desarrollar un software impulsado por machine learning que le permitió aprender a realizar movimientos precisos, reconocer señales de tráfico y reaccionar ante amenazas mientras se encuentra tras el volante.
Los investigadores lograron que el robot recorriera varias calles en un auto eléctrico e incluso consiguieron que girara en una intersección respetando las señales del semáforo. Sin embargo, no fue del todo perfecto ya que a pesar de que consiguió girar a la derecha, le tomó casi dos minutos hacerlo.
Lo anterior se debió a que Musashi en ningún momento pisó el acelerador mientras daba la vuelta, simplemente fue soltando poco a poco el freno al mismo tiempo que manipulaba el volante. En el estudio los investigadores admiten que esto fue el resultado de algunas limitaciones técnicas en las cuales ya se encuentran trabajando.
Por otro lado, en trayectos rectos Musashi sí logró acelerar de forma natural, sin embargo presentó algunos problemas para mantener una velocidad constante.
Finalmente, los investigadores de la universidad de Tokyo coincidieron en que aún hay mucho trabajo por hacer para convertir a Musashi en una realidad. No obstante, destacan que su nuevo robot humanoide representa un avance significativo en la tecnología de conducción autónoma, ya que “nos acerca a un futuro donde la interacción entre humanos y robots será cada vez más natural y eficaz”.