Por Julia Ibarra de la Garza
Las actitudes que realizamos, manera de hablar, relacionarnos y vestir, forman parte de nuestra marca personal, por lo que estamos obligados a hacer las modificaciones necesarias para proyectar lo que realmente queremos transmitir.
¿Qué idea o sensación te viene a la cabeza cuando observas el logotipo de Mercedes-Benz?, ¿y cuándo contemplas el emblemático sello de una sirena en la imagen de Starbucks? o ¿qué evoca en ti la tan famosa palomita de Nike? Seguramente cuando estás frente al distintivo del automóvil vendrán a ti sensaciones y pensamientos de lujo, clase, potencia, estabilidad, estatus, etc. El escudo de la famosa empresa de café evocará en ti sentimientos de calidad y supremacía sobre las demás y basta con ver la palomita de la marca deportiva para que el consumidor inmediatamente reciba el mensaje motivante de su slogan: “JUST DO IT”.
Los especialistas en mercadotecnia saben del gran impacto que la apariencia de un producto tiene sobre la venta, y que para posicionarlo en el mercado es primordial manejar una buena estrategia, desde el diseño de su logotipo, empaque y obviamente su campaña publicitaria.
Así lo han hecho miles de empresas líderes a nivel mundial como Coca-Cola, McDonald’s, Google, Corona, etc.
En el caso del posicionamiento de un producto, servicio o negocio, el diseño de la marca es importante. De igual forma, es la promoción y el posicionamiento de la imagen de cada profesionista, por lo que es primordial invertir esfuerzos en la creación de tu propia marca personal.
Este concepto surgido como una técnica para la búsqueda de trabajo, es definido como “una estrategia de desarrollo individual que consiste en considerar a determinados individuos como una marca, que al igual que las comerciales, debe ser elaborada, transmitida y protegida con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales”.
Obsérvate cuidadosamente en el espejo de pies a cabeza y reflexiona si tu apariencia fuera un logotipo ¿qué mensaje estarías enviando a tus clientes?, ¿qué sensaciones evocarías en los demás sólo de ver esa imagen que sale del espejo? y ¿cuáles serían las palabras con las que te describirían tus clientes si tú fueras una marca comercial?
Nos guste o no, somos juzgados o “catalogados” por la primera impresión que causamos a nuestros clientes. La apariencia que proyectas tiene una gran influencia en el desenlace de tu venta o negociación, ya sea que estés comercializando un producto o servicio, o bien tus conocimientos o habilidades.
Crear tu marca personal implica ir manejando deliberadamente el impacto que causamos en los demás a través de nuestra imagen, lo cual conlleva también ir creando asociaciones fuertes y favorables de ti mismo en la mente de aquellos con los que interactúas. Esto implica ir alineando lo que proyectas con el mensaje que tú realmente quieres transmitir.
Si no participas activamente en este proceso, serán las mismas personas las que saquen sus conclusiones y asociaciones mentales sobre tu persona y te etiquetarán de acuerdo a sus propias percepciones.
El primer paso para posicionar y crear una marca distinguida es tener un buen producto, lo que implica conocerlo y entenderlo. En este caso tú eres tu propio “producto a posicionar”, por lo que debemos comenzar definiendo quién eres, cuáles son tus fortalezas y habilidades y cómo ponerlas a trabajar para tu ventaja, con lo que deberás cuestionarte las siguientes preguntas:
· ¿Cuál es el mensaje personal y profesional que estás enviando a través de tu manera de vestir, hablar y forma de comportarte?
· ¿Cómo te gustaría que los demás te percibieran y describieran al recomendarte?
· ¿Qué te distingue de tus colegas?
· ¿Cuáles son tus metas profesionales?
Ahora define lo que buscas comunicar a través de tu imagen y utiliza palabras como: profesionalismo, responsabilidad, credibilidad, seriedad, congruencia, compromiso, formalidad, seguridad, accesibilidad, formalismo, confiabilidad, etc.
Además define si el mensaje que estás enviando hoy en día a través de tu apariencia está alineado con tus metas profesionales y con el que quieres enviar realmente, recuerda que nunca es tarde para empezar.
A continuación, te presentamos las siguientes herramientas que te servirán para elevar tu imagen, con las cuales puedes lograr transmitir credibilidad y profesionalismo a través de tu marca personal:
1. Dale a tus interacciones profesionales un toque humano
Hoy en día vivimos tan inmersos en la “comunicación tecnológica” que nos olvidamos de la importancia de darle a nuestra comunicación un trato personal.
Cuando pensemos en un extraordinario servicio al cliente, hagámoslo enfocados en desarrollar habilidades de comunicación realmente efectivas. Esto potencializará tu imagen y provocará que vayas desarrollando tu propia marca de profesionalismo y credibilidad. Una de las técnicas más importantes es la habilidad de escuchar con eficacia a tu interlocutor, ya sea tu jefe, cliente, compañero de trabajo o subordinado.
· Mantente atento y enfócate en el mensaje que te quieren transmitir.
· No interrumpas a la persona ni termines las frases por ella.
· Conserva el contacto visual.
· Haz preguntas cortas y asertivas para que puedas abstraer lo que la persona está tratando de comunicarte.
· Toma notas de palabras o frases clave, así no se te escaparán detalles importantes y demostrarás que estás interesado en tu interlocutor.
· Resume y puntualiza los aspectos importantes para comprobar que comprendiste el mensaje.
2. Que tu manera de vestir comunique tu nivel de profesionalismo
¿Qué dice tu vestimenta de ti? El verte pulcro y profesional es algo de lo que te debes asegurar.
· Usa colores que psicológicamente transmitan un mensaje de responsabilidad y de dominio sobre la actividad profesional que realizas.
– Si trabajas en la industria bancaria, financiera o de alta jerarquía administrativa, usa colores obscuros como negro, gris oxford, gris claro o azul marino. ¿Por qué crees que el norteamericano utiliza tanto el azul en su vestimenta? “Heaven is blue and it has never fallen”. El mensaje silencioso del azul: seguridad y confianza.
– Si estás en la industria creativa utiliza prendas de colores vivos como verde, rojo, naranja y amarillo, todos llenos de energía.
– Si perteneces a la rama de la medicina o psicología, usa colores pasteles, los cuales transmiten paz y tranquilidad.
· Preferentemente elige prendas en colores sólidos, son más elegantes y proyectan estabilidad y responsabilidad.
· Escoge telas sin textura, proyectan mayor profesionalismo.
Tú tienes el poder de planear y diseñar deliberadamente la forma en que muestras tu nivel de profesionalismo. Cuando hablamos de imagen, nos referimos a la apariencia y comportamiento, por lo que no debes calificarlo como algo efímero, ya que esto no tiene que ver con qué tan atractivo seas, sino más bien, con lo que tu manera de hablar, vestir y comportarte dicen de tu persona.
Sé proactivo y toma la determinación de ir creando tu propia marca personal y aunque está claro que tú no controlas la manera de pensar de los demás, sí puedes influenciar de forma positiva lo que perciben de ti.