Con la nueva normalidad, la demanda y los precios de algunas industrias como la de fabricación de chips y de transportación marítima están disminuyendo hasta regresar a lo que eran previo a la pandemia.
La cadena de suministro global está conformada por múltiples eslabones y la interrupción de uno o varios, puede provocar un efecto cascada fatal para su funcionamiento. Hace un par de años, la pandemia del COVID-19 afectó severamente su eficiencia e incluso detuvo industrias enteras. Debido a esto los precios y la demanda de ciertos productos y servicios aumentaron como nunca antes. Tal es el caso de las industrias de fabricación de chips y de transportación marítima que alcanzaron los precios más altos de su historia durante el encierro y hoy enfrentan una caída constante a medida que la demanda se normaliza.
Los efectos de la pandemia en diversas industrias
El confinamiento a raíz de la COVID-19 ocasionó múltiples cambios repentinos e inesperados en todo el mundo, impactando incluso en los hábitos de consumo de las personas, así como en la producción, transportación y venta de bienes y servicios. Debido a la complejidad de la situación a nivel mundial, se cerraron puertos, fronteras, oficinas y fábricas, entre muchas otras cosas, aumentando la demanda y por ende los precios de muchos sectores que no podían darse abasto.
Industrias como la de la tecnología, la transportación de fletes marítimos y muchas otras, tuvieron que arreglárselas para salir adelante con escasez de productos y lograron superar los problemas con sus respectivas cadenas de suministro. Sin embargo, lo hicieron en gran medida aumentando sus precios debido a la alta demanda y la poca oferta.
En la industria de la transportación marítima el precio por contenedor se disparó hasta valer cuatro veces más de lo que costaba antes de la pandemia, mientras que la alta demanda por chips, provocó que la industria generara ventas de $555,890 millones de dólares a nivel global el año pasado, una cifra que jamás se había alcanzado. Sin embargo, ahora que la crisis sanitaria se ha controlado y el confinamiento ha terminado la cadena de suministros comienza a regularizarse y los precios de estas industrias van cayendo en picada hasta normalizarse.
Las tarifas de transportación marítima se normalizan
Desde el comienzo de la pandemia, la industria naviera tuvo que lidiar con cierres de puertos, las grandes congestiones o cuellos de botella que se formaron debido a la alta cantidad de tráfico marítimo, así como la escasez de mano de obra y de contenedores de envío, entre muchas otras cosas. Mientras tanto, las ventas de productos transportados en cargas marítimas aumentaban como nunca, ya que las personas estaban comprando mercancía en línea al no poder salir de sus hogares.
Lo anterior provocó un aumento en los precios de las tarifas de flete de contenedores, que subieron drásticamente entre enero de 2019 y lo que va del 2022. En septiembre de 2020 el precio del flete marítimo era de $2,644 dólares por contenedor. Sin embargo, en el peor momento de la pandemia las tarifas alcanzaron su punto más alto en la historia de la industria y un flete llegó a costar $10,400 dólares en promedio.
Ahora que ya no hay problemas como cierres fronterizos y las personas pueden hacer su vida regularmente, la demanda de servicios de fletes marítimos está disminuyendo drásticamente y se ha logrado poner fin al estancamiento en los puertos.
Un estudio de Sea-Intelligence, recientemente señaló que más de la mitad del congestionamiento marítimo ha sido resuelto y los precios se están regularizando. La prueba está en el hecho de que, en septiembre de este año, el índice de tarifas de flete global ha bajado más del 50% y se situó en poco más de $4,000 dólares.
Aunque los precios aún están al doble que antes de comenzar la pandemia, ya están disminuyendo de forma constante desde enero de este año y los expertos calculan que aproximadamente en marzo del 2023, tanto la demanda como los precios de los fletes volverán a la normalidad, siempre y cuando ya no ocurran más problemas inesperados.
Tras escasez de chips la industria ahora sufre de baja demanda
A principios de 2020, la industria global de fabricación de chips esperaba que con el lanzamiento de la nueva red 5G se generara un aumento en la demanda de chips en dispositivos móviles, sin embargo, en un par de meses, la pandemia de coronavirus en contracción cambió esa expectativa, además de tener un impacto en el suministro global de los componentes claves para los chips. Los cierres por el COVID-19 comenzaron en China y Taiwán, dos regiones dominantes en la producción de chips a nivel mundial.
Posteriormente, la producción se recuperó y los ingresos de la industria de la fabricación de chips mejoraron en el 2021, no obstante, el encierro a raíz de la pandemia provocó un aumento exagerado en la demanda de productos que requieren de chips para su funcionamiento como aparatos electrónicos para la comunicación y el trabajo desde casa.
Lamentablemente la escasez de insumos, los cierres de fábricas y los cuellos de botella en la cadena de suministro, entre otras cosas provocaron que los plazos de entrega de los componentes y las piezas clave para su fabricación en ocasiones se retrasaran hasta un año provocando la escasez de chips a nivel mundial.
Lo anterior generó que las empresas tecnológicas que requerían de chips para sus productos acumularan inventario, mientras que los fabricantes en cuanto fueron pudiendo, se apresuraron para aumentar su capacidad de producción y cumplir con las necesidades del mercado. Sin embargo, ahora que el confinamiento ha terminado las empresas de productos electrónicos de consumo que habían tenido problemas con la escasez de chips durante la pandemia, ahora enfrentan una caída repentina de la demanda.
Después de años de gasto de capital récord, los fabricantes de chips revelan que la demanda está disminuyendo semanalmente por lo que temen una posible recesión tecnológica. Samsung, el fabricante de chips de memoria más grande del mundo, informó una caída del 32% en los ingresos operativos, mientras que el fabricante de procesadores para computadoras AMD confesó que se quedó corto en su pronóstico de ganancias por alrededor de mil millones de dólares.
Los fabricantes de chips se han visto obligados a reducir sus precios y en muchos casos están optando por cancelar pedidos de fabricación y aprovechar el inventario actual. Por lo tanto, como consecuencia de una disminución en la demanda se produce una reducción del precio. Los expertos temen que los estragos económicos que dejó la pandemia, junto con la tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, dos de los principales fabricantes de chips en el mundo, continúen afectando a la industria y predicen que su recuperación podría llegar hasta mediados del 2024.
No cabe duda que a menos de un año de haber salido del confinamiento, algunos de los efectos de la pandemia aún siguen impactando el desarrollo de diversas industrias a nivel global. Esperamos que, a medida que el tiempo avanza y las distintas cadenas de suministro globales se normalizan, empezamos a ver como los precios y la demanda tienden a regularizarse. Todo indica que si no ocurre otra situación inesperada como la del COVID-19 es cuestión de tiempo para que las industrias de regularicen, cada una a su propio ritmo.