El ambiente emprendedor regiomontano está atravesando un momento de crecimiento y desarrollo gracias a la cooperación de organismos públicos, privados y universidades, enfilando a la zona como una potencia impulsora de nuevas empresas.
Por Redacción TNE
Para que un emprendedor pueda llevar a cabo su proyecto, fortalecerlo y alcanzar el éxito necesita un ambiente en el que se sienta seguro y apoyado para desarrollarse; tener una idea no basta, tampoco es suficiente ir a una incubadora o pedir recursos para el financiamiento, emprender con éxito es una tarea que implica que varios sectores se encausen hacia el mismo sentido.
Un buen ecosistema de emprendimiento incluye personas con ganas y talento para iniciar un negocio, universidades, incubadoras, aceleradoras, fondos de inversión, empresas y gobierno trabajando en la misma dirección para apoyar y fomentar el espíritu emprendedor. Este fenómeno se está dando desde hace algunos años en el Estado y cada vez se arraiga más gracias a nuevos participantes, startups iniciando y consolidándose, mentores involucrados, así como inversionistas con la expectativa de continuar fortaleciéndose y creciendo a favor de la conciencia empresarial.
Por tradición Nuevo León ha sido tierra de emprendedores y gente que trabaja para realizar grandes proyectos, no por algo aquí nacieron compañías como Cemex, Femsa y Alfa; sin embargo es en los últimos años cuando se ha incrementado la cooperación para impulsar a que las nuevas ideas se lleven a cabo.
El ecosistema de Nuevo León actualmente tiene todos los ingredientes para consolidarse como el más completo y armado del país, siguiendo los pasos de los establecidos en Silicon Valley, Tel Aviv o Londres (el mejor de Europa). Una parte fundamental es que se tiene una posición estratégica a un par de horas de Estados Unidos lo que permite hacer negocios a nivel nacional e internacional, así como una fácil distribución a este mercado.
La región además es atractiva porque cuenta con el talento de nuevas generaciones que heredaron la cultura emprendedora y que ya comienzan a pensar en negocios creativos y globales, que no ven fronteras.
Parte importante para el despegue de este ecosistema, es que hay recursos económicos para que se desarrolle gracias a los grandes corporativos de la zona y los venture capital e inversores privados.
La existencia de una Red Estatal de Incubadoras y Plataformas de Emprendimiento, en la que se agrupan más de 35 organizaciones -entre incubadoras, espacios de coworking y aceleradoras- articuladas entre sí para apoyar a los emprendedores, esta es la causa de que en promedio más de 100 nuevos negocios se estén incubando mensualmente1.
Los venture capital de organismos como Ignia, Naranya Labs y Alta Ventures, la cual tiene el 20% del total de sus proyectos puestos en NL, son parte primordial del ecosistema ya que con sus fondos están impulsando el desarrollo de startups.
Naranya Labs tuvo su primer fondo de inversión de prueba para compañías tecnológicas emergentes en 2013; actualmente provee asesorías a nuevos modelos de negocio organizando eventos como Naranya Reto, en cuya edición 2015 contó con la participación de 110 proyectos de los que se eligieron tres como ganadores de un estímulo económico y asesoría profesional.
Por su parte, Endeavor tiene una parte muy activa en el Estado impulsando a emprendedores que, tras haber pasado por un proceso de selección, buscan escalar con sus negocios brindándoles servicios de asesoría estratégica con mentores profesionales para que alcancen el crecimiento deseado.
El papel de las universidades
Las casas de estudio están jugando un rol fundamental desde que los alumnos llegan a sus aulas, ya que son éstas las encargadas de hacer germinar la semilla de emprendimiento que todas las personas poseen, pero que no siempre se animan a explotar.
La apertura de carreras como Gerencia Global de Negocios en la U-ERRE, Creación de Negocios e Innovación Empresarial en la UDEM; y la de Creación y Desarrollo de Empresas en el Tec de Monterrey, son su mayor aportación para encender el chip emprendedor dentro del ecosistema.
Además, las universidades regias llevan un rol natural de compartir sus espacios, conocimiento y recursos para favorecer la creación de nuevos negocios a través de la apertura de sus incubadoras que impulsan las ideas de sus estudiantes. Por ejemplo, en la del Tec de Monterrey en 12 años pueden presumir que más del 85% de los proyectos que han apoyado sobreviven más de cinco años en el mercado con éxito.
Esta institución también cuenta con el Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera y realiza el evento más importante sobre este tema en la ciudad, el INC Monterrey que durante tres días reúne anualmente a más de 11 mil participantes de 66 países en más de 650 actividades promovidas por más de 300 organismos.
Cooperación y colaboración
Por su parte, las aceleradoras como Victoria147, Startup Studio, Nxtp Labs, entre otras, con una labor muy importante de apoyar en la creación y formación de startups, así como espacios de trabajo y organizaciones que están actuando como conectores para impulsar el desarrollo de los emprendedores, lo que ha fomentado la creación de nuevos proyectos.
Meet Monterrey, con su evento anual, así como FuckUp Nights, Epic Queen, Startup Grind y el comité conformado por la IMEF y la CANIETI, trabajan con el objetivo de que los emprendedores puedan conocer historias de éxito o fracaso, hacer networking con otros integrantes del ecosistema, así como con fondos de capital u otros inversionistas.
Otro agente importante es la participación de grandes empresas multinacionales dispuestas a colaborar con los nuevos emprendedores.
Femsa, por ejemplo cuenta con una Plataforma de Apoyo a Emprendedores en la que trabaja de la mano de aceleradoras para impulsar iniciativas, que posteriormente puedan convertirse en sus aliados comerciales; Banregio creó la división Banregio Labs para “cocinar” nuevas ideas relacionadas con la banca.
Sin duda, la participación de organismos de gobierno, iniciativa privada y universidades son las grandes armas que están haciendo de Nuevo León un ambiente propicio para que los emprendedores se desarrollen y encuentren su nicho de mercado.
Con una participación de todos los actores, motivados por buscar el bienestar e impulso económico de la región, sumado al talento, cultura y capital disponible se generarán más mecanismos eficientes para la materialización de nuevas ideas que hagan de Nuevo León una comunidad emprendedora de éxito reconocida a nivel mundial.
Referencias:
1Incubadora de Empresas del Tec de Monterrey
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