Por Redacción TNE
Atrévete a salir de tu zona de confort y adáptate a lo nuevo que vaya llegando a tu vida.
Acostumbrarte a estar, vivir, actuar o trabajar de una forma siempre igual puede parecer tedioso y aburrido, sin embargo es lo que la gran mayoría de las personas buscan para sus vidas.
Estar en una zona de confort garantiza la seguridad que los individuos desean, sin embargo cambiar es parte de la naturaleza y prácticamente es inevitable. Un trabajo nuevo, responsabilidades adicionales, un equipo laboral distinto, una oficina diferente… en fin, hay muchas cosas que pueden variar en algún momento de tu vida sin que puedas evitarlo.
Seguramente cuando esto pase estarás vulnerable a sentir miedo, también es algo normal y natural, sin embargo debes aprender a lidiar con los cambios de la mejor manera, ya que aceptarlos y enfrentarlos positivamente traerá grandes beneficios para ti.
A continuación te compartimos algunas recomendaciones para que hagas del cambio algo bueno:
Sé proactivo para resolver tus dudas: en cuanto te enteres que algún proceso va a cambiar en la forma de trabajar o que llegará alguien nuevo a tu equipo, no esperes a que alguien venga a preguntarte cómo te sientes, es mejor que en cuanto las novedades se hagan oficiales, te acerques a tu superior y exteriorices tus dudas; mientras más pronto las resuelvas, más pronto alejarás el sentimiento de temor.
Sé positivo: todo cambio es bueno y siempre es para mejorar. Aunque a veces parezca lo contrario romper ciclos o moldes ayuda a dar aires nuevos a una compañía, de lo contrario puede ciclarse y peor aún, estancar su crecimiento. Analiza las cosas que serán diferentes y piensa en qué aspecto será mejor para ti.
Permanece abierto a la comunicación: los nuevos procesos que se lleven a cabo es muy probable que no sean de un día para otro, por lo que debes estar atento a las indicaciones que te den para poder entender tus nuevas funciones o a las nuevas personas y de esta forma acoger el cambio más fácil. Pregunta, responde, escucha, expresa tus dudas… la comunicación jugará un papel fundamental para que la integración llegue más rápido.
Sé flexible: quita de tu mente frases como “antes estábamos mejor” o “¿para qué cambiar si así funcionan bien las cosas?” ya que mientras más te resistas a las novedades más complicado será aceptarlas. Abre tu mente y piensa en todo el conocimiento nuevo que podrás adquirir, porque incluso cuando hablamos de que el cambio es de personas, de esos nuevos compañeros puedes obtener información o habilidades que desconocías.
No te cicles ni te cierres a siempre querer hacer las cosas igual, mejor pon buena cara, acepta y adopta lo nuevo que llegue a tu vida.