Impulsado por la presión que ocasionó la repentina popularidad de ChatGPT, Google comenzó a trabajar en su propio chatbot de inteligencia artificial que funciona con la tecnología de LaMDA.
Mediante unos reportes de Google filtrados a la prensa, se reveló que ante la creciente popularidad de ChatGPT, representando una amenaza real para su motor de búsqueda, la compañía activó un “código rojo” y actualmente sus empleados están realizando pruebas de un nuevo chatbot propio de inteligencia artificial llamado Apprentice Bard, que potencialmente podría ser integrado a su buscador.
El chatbot de Google es impulsado por el sistema de conversación LaMDA o Modelo de Lenguaje para Aplicaciones de Diálogo, en el cual la compañía lleva años trabajando. Este modelo inteligente de lenguaje avanzado actúa de la misma forma que la tecnología de GPT-3 que impulsa a ChatGPT, lo que le permite ofrecer respuestas detalladas a cualquier pregunta planteada utilizando un lenguaje natural de manera similar al chatbot de OpenAI.
Presionado por OpenAI, Google recurre a su propio chatbot
Las pruebas se producen después de una reunión general llevada a cabo a mediados de diciembre, en la que los empleados expresaron su preocupación por perder la ventaja competitiva de la empresa en IA, debido al crecimiento exponencial de OpenAI.
En aquel momento, el jefe de inteligencia artificial de Google, Jeff Dean, declaró que la empresa pone en riesgo su excelente reputación al proporcionar información incorrecta a través de un chatbot, por lo que hasta no perfeccionar el sistema evitarían incursionar en esta tecnología. Sin embargo, parece que ante el crecimiento repentino de ChatGPT, Google ha acelerado el proceso de investigación y desarrollo de la IA generativa mediante su nuevo chatbot.
Apprentice Bard funciona de la misma forma que ChatGPT. Los empleados pueden ingresar una pregunta o indicación en un cuadro de texto y obtener una respuesta escrita por la inteligencia artificial. Sin embargo, cabe recalcar que los informes de Google revelan que su chatbot de IA tiene la capacidad de incorporar o tomar en cuenta eventos e información reciente para sus respuestas, algo que ChatGPT aún no puede hacer.
Para comprobar lo anterior, en una de las pruebas un empleado le preguntó a Apprentice Bard si cree que habrá otra ronda de despidos en Google, sin decirle que a principios de este mes la empresa despidió a 12 mil empleados.
La inteligencia artificial respondió: “Según mi acceso a la base de datos, es poco probable que Google realice otra ronda de despidos en 2023. Las salidas de personal generalmente se llevan a cabo para reducir los costos, pero a la empresa le está yendo bien financieramente”, a lo que agregó: “De hecho, el precio de las acciones de la empresa aumentó un 70 % desde enero de 2022”.
ChatGPT de OpenAI vs. Apprentice Bard de Google
Los científicos de Google han estado probando la capacidad de LaMDA frente a la de GPT. Para hacer esto, introdujeron las mismas preguntas o indicaciones en Apprentice Bard y ChatGPT. Posteriormente compararon los resultados arrojados por cada una y analizaron las diferencias.
En una de estas pruebas les indicaron a ambos modelos que escribieran una escena creativa y divertida de una película al estilo de Wes Anderson, cuyos protagonistas fueran un ladrón de tiendas de lujo y un guardia de seguridad. Curiosamente, las herramientas interpretaron de forma distinta las indicaciones. Por un lado, Apprentice Bard arrojó un guion de la escena, mientras que ChatGPT la describió a través de una narración más larga, detallada y profunda.
En otra de las pruebas escribieron un acertijo que decía: “Tres mujeres están en una habitación. Dos de ellas son madres y acaban de dar a luz. Ahora, entran los padres de los niños. ¿Cuál es el número total de personas en la habitación?”. En esta ocasión el chatbot de Google demostró una mayor capacidad lógica al contestar correctamente a la respuesta. Por su parte ChatGPT se equivocó al decir que eran 5 personas.
Finalmente, es importante considerar que estos son los primeros avances hasta el momento y aún no hay una idea clara de cómo implementará Google su respuesta a ChatGPT. Sin embargo, Google tiene el gran reto de reinventar uno de sus servicios principales sin afectar su modelo de negocios, ya que actualmente casi el 80% de sus ingresos provienen de las ads y reemplazar su motor de búsqueda por un chatbot sin duda pone en riesgo la principal ventaja competitiva de la empresa.