Las plataformas de streaming podrían ser las grandes salvadoras de la gran pantalla, en momentos donde la industria cinematográfica se ha visto afectada por la pandemia.
Allá por el año 2000 Blockbuster tuvo la oportunidad de adquirir Netflix por la “módica” cantidad de 50 millones de dólares. Sin embargo, el entonces CEO de la empresa, John Antioco pensó que era una broma, rechazó la oferta y ya conoces el resto de la historia. En medio la pandemia, la industria del cine ha sido afectada y de pronto surge la pregunta: ¿y si mejor Netflix o Amazon deciden comprar cines?
Diecinueve años después, Netflix negoció la reapertura del Paris Theather de Nueva York para presentar algunas de sus películas más representativas y organizar otra clase de eventos[1]. Esta situación se dio después de que cines como los AMC Theaters y Regal rechazaran proyectar filmes de la empresa de streaming debido a discrepancias sobre proyecciones, ya que Netflix estrena las películas por igual tanto en cines como en su plataforma. Por su parte, el pasado mes de mayo la compañía completó la compra del Egyptian Theather en Hollywood[2].
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De alguna manera, la empresa que dirige Reed Hastings poco a poco va abriéndose camino en el mundo del cine. Por otro lado, empresas como AMC han sufrido los estragos de la economía y se rumora que Amazon está interesado en comprarlos.
La tendencia de que compañías que nacen como un servicio únicamente online y pasan al mundo físico, no es algo nuevo. En 2018 Facebook anunció el lanzamiento de pop-ups, cajas que estarían ubicadas en algunas de las sucursales de Macy’s con la intención de mostrar productos de marcas que solo operan en línea y de pequeños negocios que buscaban ampliar su presencia entre los consumidores.
Amazon hizo lo propio con sus tiendas brick and mortar para presentar una nueva experiencia de compra a los clientes, sin necesidad de hacer filas y pagar por los productos mediante tecnología contactless, entre otros beneficios. No hay duda de que la presencia física juega un rol importante con el fin de incrementar la visibilidad de la marca y hacerla más notoria entre quienes no la conocen o no están familiarizados con la manera en que funciona y lo que ofrece.
3.. 2..1… ¡Acción!
Al surgir Netflix como amo y señor del streaming, se convirtió en una excelente plataforma para ver series y películas, sin publicidad de por medio y desde la comodidad del hogar. No obstante, ahora la competencia es más férrea, ya que le siguen los pasos Amazon Prime, Hulu y Disney+, entre otras.
Encima, si la empresa de Hastings quiere que directores reconocidos como Martin Scorsese (The Irishman) y Alfonso Cuarón (Roma) produzcan películas, entonces tiene que facilitarles proyectarlas en cines.
Por otro lado, la experiencia de los cinéfilos de ir al cine no se compara con estar sentado en un sillón o acostado en la cama. Al contrario, hay toda una amalgama de emociones en el hecho de comprar palomitas y tu combo de hot dog con refresco. Además, en este lugar es donde realmente vas a ver una película, ¿o apoco sí estás bien concentrado cuando la ves en tu casa?
Entre las razones por las que Netflix y Amazon podrían considerar comprar cines es porque ambas compañías están produciendo películas originales a gran escala. Esto sin duda representa una gran oportunidad de proyección y fuente de ganancias adicionales, tomando en cuenta a todas las personas que no están suscritas a los respectivos servicios. En consecuencia, esto marcaría una gran diferencia respecto a otras plataformas.
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Craig Ramsey, Chief Financial Officer de AMC, considera que los 11.4 mil millones de dólares[3] en ingresos de taquilla obtenidos en 2019 son “decepcionantes”, cuando en 2018 se alcanzó el récord de 11.8 mil millones de USD en Norte América[4].
Por lo anterior, el directivo cree que una alianza entre las cadenas de cines, los grandes estudios y las plataformas de streaming podría ayudar a conservar la experiencia del cine a largo plazo. Solo que tendrían que lograrse acuerdos respecto a las proyecciones de películas donde primero deban estrenarse en las salas y 90 días después en cualquier otro servicio. Si se requiere reducir este periodo entonces tendrán que negociar y compensar a los cines.
Si Netflix o Amazon están realmente interesados en comprar cines, sin duda deben aprovechar la coyuntura actual por el Covid-19. La pandemia ha impactado en la economía de este sector, con salas cerradas durante meses y que apenas van a entrar en operación con 30% de capacidad. ¿Será el momento de un cambio en el mundo de las películas?
Referencias:[1] The Verge, [2] Film Daily, [3] The Hollywood Reporter, [4] Variety