Por Redacción TNE
Emprender no requiere de grandes inversiones. Aspira a lograrlo con poco capital.
Tener un negocio propio es el sueño de muchos, pero la gran mayoría nunca se decide a dar el paso inicial en el camino del emprendimiento.
Aunque en innumerables ocasiones, el miedo es el factor determinante que imposibilita a las personas a cristalizar sus ideas, otras veces es el dinero el que marca la diferencia.
“¿Cómo voy a abrir un negocio si no tengo capital para invertir?” es una frase común, pero piensa que si todos los grandes emprendedores se hubieran esperado a ahorrar lo suficiente para empezar, tal vez nunca lo hubieran hecho.
Puede sonar complicado, pero si organizas bien ese plan que ronda tu cabeza, realmente llegará a hacerse realidad con financiamiento de tus propios ahorros y tal vez algún pequeño préstamo de amigos o familiares. A continuación te compartimos algunos tips que puedes seguir para hacer más con menos:
Ten claro lo que quieres
Los recursos son limitados, no te puedes dar el lujo de fallar tantas veces. Así que mientras más definido sea tu plan, mejor optimizarás tus ahorros. Sé específico con lo que quieres lograr, así evitarás la dispersión de recursos, tiempo y energía.
Empieza en casa
Seguramente sueñas con que tus oficinas sean igual de grandes y equipadas como las de Google, sin embargo debes ajustarte a tu presupuesto. La mejor opción es iniciar en casa, habilitando lo indispensable para trabajar y recibir a tus posibles clientes; si bien aumentarán las facturas de luz y necesitarás una mejor conexión a Internet, ahorrarás en renta y gasolina.
Aprovecha lo que tienes
Tu computadora, ese escritorio que casi no usas y la decoración almacenada en un clóset pueden ser los primeros elementos para instalar tu oficina. No te empeñes en tener todo nuevo, porque lo único que conseguirás es gastar innecesariamente. Enfócate en sólo adquirir lo necesario. Ya habrá tiempo –y ganancias– para renovar el mobiliario conforme tu empresa vaya creciendo.
Usa las ventajas que te ofrece Internet
Los nuevos modelos de negocio no exigen tener una oficina física o interactuar cara a cara con las personas; la red se ha convertido en la mejor forma de emprender sin tener que invertir un solo peso. Por ejemplo, puedes iniciar un bazar de ropa usada, vender joyería, artesanías o cualquier cosa que hagas utilizando páginas de Facebook o plataformas como Kichink, Shopify o Magento, en donde puedes mostrar fotografías de las piezas y venderlas. Convierte al eCommerce en tu mejor opción para emprender, lo único que invertirás es tiempo para administrar el sitio web.
Haz alianzas estratégicas
Estamos en la época de la economía colaborativa; es indispensable buscar a las personas adecuadas para iniciar y hacer crecer tu empresa. Por ejemplo, negocia con tus proveedores qué partes de los pagos puedan realizarse a través de intercambio o igualas, de esta forma tus recursos en efectivo no se irán tan rápido.
Busca formas alternas de publicidad que no cuesten mucho
Darte a conocer a través de anuncios es la mejor forma para decirle al mundo que existes y ofreces cierto producto o servicio, sin embargo muchas opciones son costosas. Algunas formas económicas a las que puedes recurrir son las redes sociales, en donde con poco presupuesto puedes llegar a tu mercado meta; además, convierte a tus amigos y familiares en los principales voceros o influencers de tu marca. Recuerda que la recomendación de boca-en-boca es la mejor forma de conquistar a los clientes.
Busca clientes seguros, que cubran tus gastos fijos
Algo que consume muchos recursos son los llamados “gastos fijos” de una empresa. En este rubro pueden incluirse desde los servicios (agua, luz, teléfono internet), así como el salario de tu personal. Para asegurar que mes con mes tendrás el dinero necesario para estas áreas, construye una sólida relación con tus clientes para que éstos te hagan pedidos constantes, manteniendo fluidas tus entradas de capital. Toma en cuenta que los consumidores te darán su lealtad siempre y cuando reciban, tanto el trato que desean como la calidad que esperan.
Emprender puede ser algo aterrador, que requiere mucho esfuerzo y dedicación, pero la satisfacción de ser tu propio jefe y ver tu sueño hecho realidad, literalmente no tiene precio. Ahorra y aprovecha al máximo ese dinero para financiar tu aventura personal.