Por Redacción TNE
El fundador de Honda Motor Company fracasó con varias compañías antes de alcanzar el éxito.
Soichiro Honda nació en una familia humilde que vivía gracias a que su padre reparaba bicicletas; a los 15 años se mudó a Tokyo para trabajar en la compañía de automóviles Hart Shokai, en donde aprendió mecánica y se convirtió en un experto en el tema.
A los 21 años inició su primera empresa de fabricación de pistones, pero fracasó a los pocos meses por lo que ingresó al Colegio Técnico de Hamamatsu estudiando en el Departamento de Ingeniería Mecánica; posteriormente fundó Tokai Seiki, en donde elaboraban pistones para Toyota.
Sin embargo, el éxito que estaba consiguiendo se vio interrumpido por la Segunda Guerra Mundial ya que un bombardeo destruyó dos plantas de producción. Tras esto, Honda vendió lo que le quedó de su compañía a Toyota, y dedicó los siguientes años a la investigación técnica.
En 1948, se asoció con Takeo Fujisawa para fundar Honda Motor Company. El primer objetivo fue fabricar bicicletas con motor, pero éstos eran tan pesados que no tuvieron éxito; posteriormente Soichiro creó uno más ligero, rápido y silencioso e, inmediatamente fue un éxito provocando la apertura de plantas en todo Japón para poder cubrir la demanda.
“Si no somos el número uno en el mundo, no seremos el número uno en Japón”.
Como presidente de la compañía, Soichiro la convirtió en una multinacional productora de motocicletas, incluso venciendo en ventas a Triumph y Harley-Davidson. Entre 1959 y 1960 la compañía llega a América y expande sus actividades industriales dedicándose de lleno a la industria automovilística, teniendo como meta que un auto Honda ganara una carrera de Fórmula 1. Lo consiguió en 1965 al ganar el Grand Prix de México.
La crisis de petróleo en 1973 favoreció mucho a la compañía de Soichiro ya que aumentó la producción del Honda Civic, por ser un vehículo de bajo consumo de combustible.
El japonés fue presidente de Honda hasta su retiro en 1973. La revista People lo nombró entre los “25 personajes más intrigantes del año” en 1980, calificándolo como el “Henry Ford” de Japón. Falleció en agosto de 1991.