No pienses en rivales comerciales, sino en potenciales socios con los que puedas crear sinergias para aprovechar oportunidades y, ¿por qué no? Hasta concretar una posible adquisición.
Es normal que quieras estar al pendiente de tus rivales comerciales para ver qué puedes hacer mejor tú en aras de satisfacer las necesidades del mercado y continuar destacando. Sin embargo, a la hora de impulsar tu startup, ¿has pensado en la posibilidad de hacerte amigo de tu competidor? ¿Cómo hacerlo?
Aliarse con aquellos que se dedican a lo mismo que tú puede no parecer una decisión acertada. No obstante, tiene el potencial de convertirse en un factor crítico para el éxito del negocio, aunque seguramente ahora te preguntarás por qué deberías hacerlo y cuáles son sus ventajas.
No temas entablar amistad con tu competidor
Una de las principales razones para unirte con tus competidores es que se abren más posibilidades de escalar el negocio. Primero, porque ellos pueden conocer a potenciales clientes que quieran comparte a ti, incluso como referido en caso de que tu socio no pueda ofrecerles la solución que están buscando.
Sin embargo, es muy importante que ambas partes tengan claro cuál es la forma de ayudarse, pero sin caer en una práctica desleal que implique robarse a los clientes del otro. Lo fundamental es que sea una situación ganar-ganar donde ambas partes resulten claramente beneficiadas.
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Un segundo motivo es asegurar que tu rival comercial pueda ayudarte a validar el potencial de tu emprendimiento. Piénsalo, si nadie más está luchando por dominar el mercado en donde tú te quieres desenvolver, tal vez no valga la pena (a menos de que estés seguro de las oportunidades que podría representar a mediano y largo plazo).
Por último, una relación comercial de esta índole presenta tres beneficios particulares:
- Corto plazo: se facilita compartir información porque al colaborar se reducen la tensión de verse como enemigos. Al mismo tiempo se buscan formas para definir ventajas competitivas y lograr una marcada diferenciación. Bajo este contexto se facilita pensar fuera de la caja para innovar.
- Mediano plazo: el potencial para aprovechar oportunidades juntos es mayor, sobre todo si existen objetivos en común y que serían más fáciles de alcanzar trabajando codo a codo.
- Largo plazo: como resultado de una colaboración fructífera, existe la posibilidad de que tú cierres un acuerdo para completar la adquisición de tu competidor. De esta manera podrías obtener nuevas tecnologías, crecer tu base de clientes y mejorar tu cobertura en el mercado.
¿Cómo hacerte amigo de tu competidor?
El primer paso para hacerte amigo de tu competencia es definir la forma en que puedes complementar su oferta, además de reconocer el esfuerzo de lo que hace. Si hay interés de la otra parte, entonces puedes comentarle de qué manera puedes brindarle tu ayuda. A fin de generarle confianza, ofrécele información valiosa sobre la industria o comparte estrategias qué te han funcionado o qué tecnologías podrían aportarle mejores resultados para lograr sus metas.
Incluso se puede comenzar a través de redes sociales donde ambos comparten contenido de valor. Esto no significa que darle share a las publicaciones que claramente son un llamado a la acción, pero sí aquellas que tienen un impacto en la industria.
Otra clave para lograr una relación fructífera es encontrar “enemigos” en común y comentar estrategias que permitan innovar con la intención de hacerle frente a esta amenaza e ir juntos contra ella, en vez de competir entre ustedes dos.
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Una opción adicional es llevar a cabo una investigación colaborativa con la intención de obtener insights para descubrir áreas de oportunidad, ya sea que se encuentren vulnerables o exista una manera de mejorarlas.
Por último, puede ser simplemente una conexión personal, como por ejemplo ir a almorzar juntos para intercambiar puntos de vista. Quizá así se pueden consolidar una relación de largo plazo que permita un mayor crecimiento a tu emprendimiento. Lo importante es crear una relación con tu competidor, pequeña o grande, que rinda frutos en beneficio de ambos.
Hacerte amigo de tu competidor te facilitará crear una sinergia para expandir tus horizontes y descubrir oportunidades que te permitan escalar tu negocio. Al mismo tiempo, continuarás con su expansión, tal vez con la posibilidad de convertirte en el siguiente “Amazon”, “Facebook” o cualquier otro que empezó en pequeño.