En momentos de incertidumbre debes conseguir que tu negocio crezca o evolucione hacia algo diferente. Es necesario que lo hagas con rapidez, como si apenas estuvieras emprendiendo.
No hay duda de que nos encontramos en tiempos inciertos, sin saber cómo evolucionarán tanto la economía como la pandemia por el coronavirus. Mientras tanto, los negocios, sin importar su tamaño, se encuentran buscando la forma de sobrevivir, al tiempo en que otros buscan manera de satisfacer la alta demanda. Bajo este escenario y más allá de tus circunstancias, debes lograr que tu empresa opere como una startup.
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Operar igual que un emprendimiento implica analizar todo bajo la perspectiva de conveniencia del cliente; si no lo haces, atente a la consecuencia de ser irrelevante. Por lo tanto, debes evaluar la manera en que tu producto o servicio se ajusta a las necesidades del mercado al que te diriges. Si notas que hay algo que se puede mejorar, entonces actúa con velocidad para dar una respuesta.
Conseguir lo anterior implica modificar la forma de operar, casi como si se tratara empezar de cero de nuevo, con una menta fresca y un pensamiento innovador. A pesar de que puede parecer complicado, es sólo cuestión de modificar el mindset, desde los líderes de la empresa hasta todos los miembros que la integran. Así será más sencillo romper con la inercia y salir de la zona de confort.
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Desaprende y olvida hábitos empresariales
Evalúa cuáles son los procesos corporativos que le funcionan al negocio. Elimina aquellos que de plano perjudican la operación. De igual manera es importante asimilar un enfoque centrado el customer journey, analizando cada etapa y ver qué se puede hacer para lograr que sea más eficiente y brinde resultados óptimos acordes a los requerimientos del consumidor.
Es importante destacar que el cambio de mentalidad debe iniciar en la alta dirección de la organización. Esto implica darle un giro de 180° a la forma de liderar, lo que conllevar brindar mayor autonomía a los colaboradores a fin de que tengan voz y se sienten más participativos. También es necesario por parte de los directores abandonar la idea de querer tener todo bajo control.
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Define un propósito y una misión cautivadora
Las startups no necesariamente cuentan con puestos de trabajo definidos, donde cada miembro asume un rol particular. Por el contrario, lo único que haces es prácticamente resolver problemas y aprovechar las oportunidades cuando se presentan, esto sin duda acelera el aprendizaje y por ende encamina al emprendimiento hacia el éxito.
Lo anterior tiene como resultado que se crea un sentido de urgencia que obliga a los empleados a moverse rápido para identificar si una propuesta es prometedora o no. Bajo este esquema, vale la pena considerar metodologías ágiles que permitan iterar constantemente, dándole continuidad a lo que funciona y haciendo a un lado lo que no.
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Reconoce que las ganancias tardarán en llegar
Las grandes empresas deben reportar trimestralmente el estado financiero, lo cual significa que pueden caer en desesperación si los resultados no son los esperados. Por su parte, en el caso de los emprendimientos es natural que a las utilidades les tomará tiempo hacerse presentes.
Bajo esta premisa, las compañías que decidan operar como startups deben fungir como capital semilla de iniciativas internas y darles tiempo a los equipos de trabajo para experimentar y definir un mercado objetivo. Toma en cuenta que a largo plazo esto resulta más redituable, en vez de financiar un proyecto estratégico particular, puedes invertir en pequeñas iniciativas que, como cualquier otro emprendimiento, puede crecer y convertirse en algo completamente independiente.
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Lograr que tu empresa opere como una startup implica modificar el chip mental interno y tomar la decisión consciente de que será imperativo probar y mejorar los productos o servicios cuantas veces sea necesario. ¿Estás dispuesto a hacerlo?