Vigila tu alimentación, consume alimentos saludables que eleven tu energía para realizar tu trabajo y estar concentrando. Evita pasar por hambre, porque sólo te perjudicará más al querer terminar tus pendientes.
Seguramente como líder de negocio hay días en los que te saltas alguna de las tres comidas, sino es que varias. Así es la vida, pero también está en tus manos llevar a cabo acciones concretas para cuidar la dieta y mantener productivo, sin descuidar tu salud.
No hay duda de que una buena y equilibrada alimentación eleva los niveles de felicidad y creatividad de las personas, consiguiendo que tengan un mayor engagement en sus respectivos trabajos. Inclusive tienden a encontrar más significado y propósito en lo que hacen, ya sea a nivel individual o profesional.
Por lo anterior, si quieres iniciar el día con energía y enfoque, por nada del mundo debes prescindir del desayuno. Procura en la mañana consumir alimentos altos en fibra, ricos en carbohidratos para que tu estado de alerta se encuentre más óptimo.
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En las primeras horas del día procura ingerir granos enteros, cereal, yogurt, granola, fruta e incluso malteadas (mientras no tengan más de 10 gramos de azúcar).
Si bien en ocasiones el tiempo apremia y es difícil mantener un horario de comida, trata de respetar por lo menos 15-20 minutos para consumir tus alimentos. No dejes que el hambre te consuma porque perderás concentración ante la demanda de glucosa por parte del cuerpo.
A veces las empresas cuentan con cafetería, pero si no es así, lleva tu propio lonche. No hacerlo te llevará a comer fuera, lo que además impactará en tu bolsillo. En cambio, si haces al sacrificio de preparar el menú de la semana, ahorrarás dinero y tiempo.
Cuando cocinas tus alimentos tienes el control de la porción que vas a consumir, además de poder agregar complementos nutritivos como postres. A diferencia de ese pay de manzana con una bola de nieve de vainilla acompañada de buñuelo que ofrecerá el mesero.
Acompaña tu comida con agua, evita las sodas, especialmente las de dieta, estas bebidas contienen calorías excesivas que el cuerpo no necesita. Si de plano el agua no es lo tuyo, opta por jugos naturales. No consumas bebidas energéticas que prometen subir tu energía, porque luego vienen acompañadas de un “bajón” y en ocasiones con malestares físicos; por ejemplo, taquicardia.
A quien no le gusta disfrutar de un T-Bone u otro corte de carne bien sabroso, sin embargo es importante que disminuyas el consumo de carne. Dado que contiene altos niveles de grasa, la digestión es más lenta por lo que te hace sentir cansado y con ganas de un “sueñito”.
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Cuando se llega la noche, cena ligero y no consuma alcohol, resulta muy tentador tomarte una cerveza o una copa de vino, pero corres el riesgo de afectar tu ciclo de sueño, lo que a su vez te complicará el día siguiente por sentirte cansado.
Ahora bien, para evitar que el hambre te distraiga durante tu jornada laboral, puedes ingerir snacks saludables como frutas o almendras, así te mantendrás en un estado de alerta. Trata de respetar los horarios; por ejemplo, si comes una manzana a media mañana o cualquier otra fruta, busca hacerlo a la misma hora para que el cuerpo vaya encontrando su propio ritmo.
Recuerda, cuidar la dieta y mantenerte productivo implica reconocer que a pesar de sacar adelante tu negocio o trabajo a base de sacrificios, es importante cuidad el cuerpo. Es mejor una buena alimentación y estar sano, que luego caer enfermo y perder días en la oficina.