Este año algunas marcas llegaron a pagar hasta $7 millones de dólares para transmitir un anuncio de 30 segundos en el Super Bowl, demostrando el valor de la publicidad tradicional en un evento como este.
Cada año el Super Bowl reúne a millones de espectadores frente al televisor, por lo que se ha convertido en uno de los eventos más importantes para las marcas y anunciantes de todo el mundo, los cuales reservan sus mejores campañas publicitarias y comerciales para este partido, aprovechando su gran alcance.
El Super Bowl LVII, en donde los Jefes de Kansas City se proclamaron campeones de la NFL tras derrotar 38-35 a las Águilas de Philadelphia, ha sido el Súper Domingo con los espacios publicitarios más caros de toda la historia.
Algunas marcas llegaron a pagar hasta $7 millones de dólares por un espacio publicitario de 30 segundos durante la transmisión de Fox, casi medio millón de dólares más que el promedio por anuncio el año pasado.Por otro lado, los anunciantes que ya forman parte de la cartera de patrocinadores de la cadena televisiva pagaron un precio cercano a los $6 millones de dólares.
Otra de las novedades de este año, fue el cambio de patrocinio en torno al famoso show del medio tiempo. Después de una década en la que Pepsi se encargó de organizar el espectáculo, Apple Music se convirtió en el patrocinador oficial a partir de esta edición del Super Bowl, tras ofrecer a la NFL un contrato de $50 millones de dólares anuales por los derechos del show de medio tiempo por los próximos cinco años.
Marcas guardan sus mejores comerciales para el Super Bowl
A diferencia de las ediciones anteriores del Súper Domingo, en las que los anunciantes apostaron por campañas innovadoras involucrando nuevas tecnologías, este año las marcas decidieron volver a un estilo de publicidad más tradicional. La mayoría de los anuncios siguió una fórmula clara de combinar celebridades con elementos de comedia, mientras que otros buscaron explotar sentimientos de nostalgia.
Serena Williams, Alex Morgan y el Canelo Álvarez, por ejemplo, dejaron por un momento sus respectivas disciplinas para jugar al golf en un comercial para la marca de cerveza Michelob Ultra. Además, los M&Ms se hicieron presentes en el partido mediante un comercial protagonizado por Maya Rudolph, en el cual se anunció a la actriz como nueva embajadora de la diversidad de la compañía.
Por su parte, el comercial de Dunkin Donuts mostró a un Ben Affleck trabajando como repartidor de la famosa cadena de donas y a Jenifer López, su actual pareja, siendo su cliente. Mientras que la comediante Anna Faris, conocida por la saga de Scary Movie, promovió los beneficios del aguacate con un tono humorístico e invitó a los aficionados a consumir Avocados from Mexico.
La nostalgia vende
El sitio de compras en línea Rakuten contrató a Alicia Silverstone y Elisa Donovan para recrear una icónica escena de la comedia romántica de los 90 Clueless. Mientras que Popcorners, una marca de botanas de Fito- Lay, causó furor con su comercial en el que reunió nuevamente a los actores principales de Breaking Bad, Bryan Cranston y Aaron Paul para presentar sus nuevas frituras.
Además de lo anterior, otra marca que intentó posicionarse en la mente del consumidor a través de contenido nostálgico fue T-Mobile. La compañía de telecomunicaciones transmitió un anuncio en el que aparecía John Travolta cantando una versión moderna de la canción de Summer Nights de Vaselina.
De manera habitual, Hollywood se hace presente
Como es costumbre, la industria del cine también tuvo una presencia importante en las pausas comerciales del Super Bowl. Durante el partido se presentaron por primera vez los avances o tráilers de películas que se estrenarán en los próximos meses, como “Fast X”, décimo título de la saga de Rápido y Furioso; y “Air”, el nuevo filme de Ben Affleck acerca de la historia de Michael Jordan y su icónica marca de calzado deportivo.
Disminuyen comerciales de automóviles
A diferencia de años pasados en donde muchas compañías automotrices aprovechaban el partido para presentar sus nuevos modelos, en esta ocasión el Super Bowl solamente tuvo cuatro anuncios de automóviles de tres fabricantes distintos: Stellantis, con el anunció de su nuevo camión Ram totalmente eléctrico; General Motorsque a través del comediante Will Pherell anunció una integración de Netflix a los vehículos de la compañía; y Kiaque presentó nuevos modelos de la compañía en un cortometraje de acción de 60 segundos.
Los esfuerzos publicitarios de decenas de marcas durante el Super Bowl nos demuestra que a pesar de la era digital en la que vivimos, una campaña de marketing tradicional con los elementos adecuados como comedia, creatividad y celebridades carismáticas, sigue siendo de gran valor para posicionarte en la mente del consumidor.