Por Redacción TNE
Pasamos aproximadamente 30% de nuestra vida trabajando, así que si no nos gusta lo que hacemos es como si estuviéramos desperdiciando el tiempo, el cual jamás va a regresar. El primer paso para el éxito combinado con una vida personal plena es amar nuestro trabajo.
Mantén una actitud positiva
• Enfócate en las pequeñas cosas que te gustan de tu trabajo (buena relación con tus compañeros, asignaturas que te hacen aprender más, etc.)
• Sonríe más. Un estudio de Gallup demostró que los trabajadores que sonríen frecuentemente se sienten más comprometidos y felices con su empleo.
• Recuerda que tu trabajo no te define, si no cómo lo realices y qué actitud tengas hacia él.
• Encuentra tu “lugar feliz”. Visualiza en tu mente un sitio en el que encuentres paz, puedes también tener fotografías de tus lugares favoritos en tu escritorio.
• No te concentres en el dinero; éste es sólo una parte de los beneficios, tu trabajo vale más que una cantidad monetaria.
Agrega valor a tu trabajo
• Encuentra significado a lo que haces; analiza a quién estás ayudando, qué pasaría si no lo hicieras y qué tanto afecta a la comunidad en la que vives.
• Haz pequeños cambios que puedan mejorarlo, perfecciona lo que haces para que los demás lo noten.
• Nunca te conformes. Toma retos que te hagan sentir mucho más capaz y satisfecho contigo mismo.
• Aumenta la creatividad. Propón nuevas y mejores formas de hacer las cosas.
Mantente activo
• Ayuda a tus compañeros.
• No pospongas ni procrastines.
• Nunca te permitas estar aburrido, es el principal paso para la infelicidad.
• Al ser productivo, terminarás más rápido tus pendientes y podrás salir temprano.
Ser feliz cuando trabajas va a generarte más productividad y por consiguiente mejores resultados, procura en todo momento convertir lo que haces en una de tus pasiones.