Por Redacción TNE
Para cumplir con los objetivos que se hacen presentes en todos los aspectos de tu vida, debes de luchar contra la desidia; ya que sólo tú recorrerás el camino hacia el triunfo y nadie más lo hará por ti.
Decidiste cambiar; lo haces con la mejor intención de lograr grandes resultados a la hora de modificar conductas que te hagan ser mejor, ya sea a nivel personal o profesional. Quizá por fin te animaste a inscribirte en el gimnasio, pero a las dos semanas dejaste de ir, ¿por qué?
Ya no fue tan fácil seguir, no sabes dónde quedó la emoción y ahora todo parece ir cuesta arriba. Probablemente no has encontrado la suficiente motivación para lograr esos cambios; pero antes de saber qué es lo que quieres lograr debes estar consciente de las acciones y sacrificios que conlleva:
1. Toma en serio tus metas; planifica.
Hay una gran diferencia entre simplemente desear algo y otra en comprometerse para conseguirlo. Destina un tiempo, por ejemplo, puede ser el domingo por la tarde/noche o al final de cada, para poner por escrito cuáles son las tareas prioritarias a realizar.
Escribe tus objetivos; es muy fácil que la mente se eche a volar, pero a la hora de plasmarlo en papel se complica, hacerlo te dará perspectiva.
También es importante contemplar cuáles podrían ser los principales inconvenientes que se pudieran presentar. La clave es crear un pensamiento estratégico y no reaccionar hasta el último momento para determinar cómo proceder ante determinada situación.
2. Primero lo difícil.
El esfuerzo y el éxito van de la mano; nadie dijo que fuera fácil alcanzarlo. Las personas comprometidas son su desarrollo o su trabajo, primero hacen las tareas más complicadas o que requieren más tiempo. Por el contrario, quienes las atienden a último momento encuentran excusas para no concluirlas.
Aprende a aceptar el reto, pues en él se esconde el crecimiento y el aprendizaje. Considera que se necesitan tomar riesgos o un “salto de fe”. Como dice la frase del escritor Ray Bradbury: “Ve al borde del precipicio y salta. Constrúyete las alas mientras caes”.
Evita en pensar en recetas mágicas; se pierde más tiempo en buscar información que en realmente actuar para lograr lo que quieres. Seguro en algún momento te has sentido abrumado por una tarea y piensas en cómo le harás para terminarla y luego pusiste manos a la obra, dándote cuenta que no fue tan difícil como parecía. ¡Actúa!
3. Aprende a decir no.
Seguro conociste a alguien en la universidad que casi no salía de fiesta, el “matadito” que se quedaba estudiando los fines de semana pero que a final de semestre tenían excelentes calificaciones. Si decidiste responder que “sí” a todo estas invitaciones, en realidad estabas diciendo “no” a lo que realmente debe importarte.
Cumplir lo que sueñas requiere de sacrificios; en el trabajo quizá, uno que otro día, debas quedarte hasta más tarde. Se te dificulta negarte a esos placeres culposos cuando estás consciente que quieres bajar de peso o no estás dispuesto a cambiar tu alimentación; quieres el resultado pero no lo que conlleva lograrlo.
4. Busca experiencias y conocimiento
No pierdas de foco la importancia del dinero, ¿qué quieres hacer con él? ¿Gastas cada fin de semana en productos que no necesitas? ¿Comprar por comprar? “Tener cosas” no necesariamente enriquece tu vida.
Es por eso que debes de alimentar tu espíritu; inscríbete en cursos que contribuyan a potencializar tus habilidades o a descubrir otras. No creas que solamente en tu horario laboral podrás crecer, considera que debes pagar un precio si quieres atraer nuevas y mejores oportunidades. ¡Ve más allá!
Utiliza tu tiempo de manera productiva; di “no” a quedarte acostado el sábado en la mañana y prepárate para ir en búsqueda de lo que te hará crecer.
5. Júntate con personas que te inspiren.
Dicen que las aves del mismo plumaje vuelan juntas. ¿Cómo son las personas que te rodean, son derrotistas u optimistas, cuál es su lenguaje? El estado de ánimo se contagia. ¿Tienen metas y van tras ellas? Cualquier de las dos opciones te inspiran, para bien o para mal.
La tendencia es imitar a quienes se encuentran alrededor; la mentalidad se contagia. Busca a aquellos que han logrado tener éxito, sobre todo en lo que tú quieres destacar.
Recuerda que eres la única persona responsable de tus acciones; si las cosas no se están dando como quieres, debes cuestionarte qué es lo que debes dejar de hacer y poner manos a la obra.
¿Leíste Las aventuras de Robinson Crusoe de Daniel Defoe? Te compartimos una frase: “Examina tu vida pasada tan mal empleada, y pregúntate, al contrario, lo que has dejado de hacer”.
¿Qué harás para alcanzar el éxito?