Haz sentir bienvenida a la persona indicada desde el día uno para generar resultados lo más pronto posible.
Por Redacción TNE
Tratar de construir un equipo armonioso y productivo puede resultar en un enorme desafío si los líderes no cuentan con las bases bien puestas para lograrlo. En particular, la integración de nuevos miembros a un conjunto de trabajo ya estructurado y funcional puede ser sumamente complicado y presentar una gran cantidad de riesgos. Si estas nuevas “adquisiciones” no se integran correctamente, en algunos casos se derivan problemas duraderos y destructivos dentro de la organización.
El proceso de inducción suele ser lo que empieza a generar un gusto por la empresa o rompe la experiencia de un colaborador por completo. Hacerlo de la mejor manera ayuda a establecer al nuevo empleado y evita problemas en el lugar de trabajo en el futuro. Por esta razón, la incorporación de talento debe tomarse muy en serio. Necesitas determinar qué se puede hacer para maximizar la probabilidad de que tengan éxito con la empresa lo más pronto posible.
Comienza desde antes de su primer día
Utiliza una variedad de métodos como videos o infografías que brinden un vistazo general de los valores fundamentales de la organización, así como lo que significa el día a día dentro de la oficina.
Envíales una carta del CEO dándoles la bienvenida, entabla una llamada con quien será su supervisor inmediato o de alguien en su departamento para que se vayan conociendo y acoplando o envíales un pequeño regalo, como una agenda con el logotipo de la empresa y el nombre de la persona grabado en la portada.
Hazlos sentir bienvenidos
Pregunta a todos en tu equipo cómo fue para ellos su primer semana en la oficina, además de qué podrían haber hecho otros para hacerlos sentir más cómodos, aceptados y apreciados. Usa estas preguntas para hacer una lluvia de ideas que lleve a una estrategia detallada de introducción a toda nueva persona a la organización.
Tener un plan escrito recuerda al personal la importancia de las primeras impresiones, por lo que todos tienen un papel importante que jugar.
Incluso puedes realizar actividades especiales; por ejemplo, llevar a todos a almorzar como una forma de darles la bienvenida a los nuevos integrantes. Esto también tiene el beneficio adicional de permitir que las personas se conozcan en un contexto diferente y más personal.
Ten un sistema de acompañamiento
Cada vez que añadas a alguien nuevo al grupo, asígnale a un compañero para que pase tiempo con él y le muestre cómo funcionan las cosas: las instalaciones, el hardware, el área de comida. Lo importante es ofrecer apoyo y orientación cuando sea necesario, cosa que podría llevarse a cabo por una sola persona o rotarse entre personal voluntario.
Esta relación uno a uno es menos intimidante que meter al empleado de lleno al ruedo sin una red de asistencia, proporciona una comunicación más abierta y alienta al nuevo miembro del equipo a hablar desde el principio. También le permite al compañero reforzar la cultura de apertura de la empresa y a mejorar sus habilidades interpersonales, así puedes tirar dos pájaros de un tiro.
Aparta tiempo para un debriefing
Los primeros días pueden llegar a sentirse abrumadores, dejando más preguntas que respuestas a los nuevos reclutas, por lo que procura separar 20 minutos al final de cada jornada laboral durante la primera semana para entablar sesiones de plática.
Las nuevas contrataciones deben estar conscientes de que nunca deben dudar en ponerse en contacto con respecto a cualquier inquietud que pueda surgir. La creación de una política de puertas abiertas da a conocer que la compañía está más que dispuesta a abordar molestias y a escuchar ideas innovadoras.
¡No olvides el seguimiento!
Programa un encuentro cara a cara luego de algunas semanas para preguntarle al empleado qué ha pasado con ellos, qué desafíos ha encontrado, si ya se acopló a las actividades diarias y cómo ve las responsabilidades del puesto hasta el momento. ¡No te vayas a “lavar las manos” después de varios días y pretender que ya acabaste con la encomienda!
Recuerda que los primeros días son vitales para hacer ese match colaborador-empresa, para que ambos puedan aprender de sí y de esta forma, se cumplan las expectativas establecidas.
La mejor manera de lograr que los nuevos trabajadores sean lo más productivos en el menor tiempo posible, es hacerlos sentir cómodos; después de todo, la oficina es como un segundo hogar. Un pequeño esfuerzo por parte de la gerencia y cierta planificación en torno a los procesos de inducción puede cosechar grandes recompensas.
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