Por Redacción TNE
La salida de un buen elemento para una organización representa gastos extras y una baja en la productividad laboral.
Encontrar un equipo profesional que funcione, tenga una buena relación entre sus integrantes, sea productivo y entienda por completo cuál es su papel dentro de la empresa, así como las metas que se deben conseguir no es una tarea sencilla que se pueda lograr en un abrir y cerrar de ojos.
A pesar de esto, muchas organizaciones realizan -consciente o inconscientemente- prácticas que más que “invitar” a sus empleados a quedarse y hacer carrera ahí, los motiva a renunciar y buscar un nuevo trabajo.
Pensar que la rotación de personal no afecta a la compañía porque “personas con talento y ganas de trabajar sobran” es un grave error que lleva a las empresas a realizar gastos innecesarios y a estancar sus actividades momentáneamente.
Por ejemplo la firma especialista en Recursos Humanos Visier señala que sustituir a un ejecutivo cuyo sueldo anual es de 340 mil dólares al año le cuesta a una empresa un promedio de tres meses de búsqueda y 1.5 veces el salario de la personas a sustituir; además la empresa podría encontrar al profesional que requiere, pero cabe la posibilidad de que éste pida más salario.
Hablando de productividad, Visier afirma que el periodo de adaptación de un nuevo elemento es de seis meses, en los cuales posiblemente los índices de rendimiento en la compañía disminuyan porque el empleado se está acostumbrando a su puesto.
¿Qué debes hacer para evitarlo?
Para no enfrentar el problema de perder a los mejores integrantes de tu equipo hay algunas acciones que como líder y como empresa se pueden realizar.
1. No hacerlos trabajar de más ni sobresaturarlos de tareas: una investigación realizada por la Universidad de Stanford encontró que la productividad decae cerca del 20% cuando se trabajan 50 horas a la semana, mientras que si la cifra llega a 55, el porcentaje supera el 60%.
2. Reconoce su trabajo: los buenos empleados quieren y necesitan reconocimiento por parte de su superiores tanto emocional como económico, es decir tomarán a bien recibir nuevas tareas o ascensos, pero como jefe no debes incrementar sólo sus responsabilidades, también debes elevar su salario o beneficios.
3. Evitar pedirles que hagan cosas que no están dentro de sus habilidades: los trabajadores aprecian los retos porque éstos los hacen crecer profesionalmente, pero nadie quiere estar haciendo algo nuevo -sobre todo si no se tuvo la capacitación necesaria-y a la vez estar sacando las tareas que ya se tienen establecidas.
Cuidar y ocuparse del Capital Humano es la clave para fortalecer a este intangible que en el momento de ejecutar las estrategias juega un papel fundamental para alcanzar el éxito, así que como líder de una organización aprende a escucharlos y atender sus necesidades para que evites al máximo la rotación de personal.